jueves, 3 de julio de 2014

Hit Me Baby (OnHo) - Capítulo 14

CAPITULO 14: 

-Él es Yixing. -El nombrado hizo una ligera inclinación de cabeza como saludo sin borrar en ningún momento su sonrisa, lo que empezaba a molestar a Onew porque no podía apartar la vista de ella- Y él es Jinki. 

Si no fuese porque Key estaba pendiente de la reacción de Onew el mayor no se habría enterado de que era su turno para saludar. El disimulado golpe de Key en el brazo fue el que le hizo reaccionar e inclinar la cabeza con una sonrisa. 

-Normalmente no es tan tonto, no se lo tengas en cuenta. -Comentó Key, rodando los ojos. 

 -¡Eh! -Al momento Onew se sonrojó ligeramente por comportarse como un niño y la risa de Yixing no ayudaba. 

 -No te preocupes, es divertido. -Una sonrisa de oreja a oreja y Onew estaba salivando más de la cuenta. Key solo les miraba sonriendo internamente. Le pasó un brazo por los hombros al mayor y miró al otro chico.

 -Mejor vámonos porque esto se está poniendo raro. -Los otros dos asintieron y echaron a andar. 

Caminaron por una calle peatonal mirando tiendas y locales curiosos, charlando y riendo. Era fácil entablar conversación con el chico nuevo, podías hablar con él de todo y siempre tenía algo interesante que decir, además bromeaba a menudo y no dejaba de sonreír. En algún momento Key se apartó ligeramente de ellos al ver que iban cogiendo confianza, se disculpó diciendo que se le había olvidado comprar algo y les dejó solos. Ni la mirada de "ni se te ocurra dejarme aquí con él a solas" que le regaló Onew le hizo cambiar de opinión. Solo sonrió con malicia y se fue. 

-¿Desde cuándo conoces a Kibum? -Onew volvió la vista hacia él al escucharle hablar. 

-Nos conocimos en clase de canto. Ya sabrás que quiere ser protagonista de musicales. -Sonrió recordándolo y el otro asintió- Al principio me pareció un arrogante pero después resultó que le habían asignado la taquilla junto a la mía, empezamos a hablar entre clases y... Hasta ahora. -Yixing escuchaba lo que le contaba con su sonrisa imborrable- ¿Y tú? Nunca me habló de ti y es raro porque nunca para de hablar sobre cualquier cosa. -Ambos rieron porque sí, era cierto que el chico parecía odiar el silencio. 

-Le conocí hace un año o así. Yo era amigo de su ex-novio. -Los ojos de Onew se abrieron con sorpresa.

-¿Su ex? ¿El famoso chico que estuvo a punto de robarle el corazón y del que nunca quiere hablar? 

-Ese mismo. -Rió por la cara de incredulidad que mantenía el mayor. 

-Vaya... Empezaba a pensar que en realidad no existía y me había tenido engañado todo este tiempo. -Onew miraba al frente aún pensando en el misterioso chico y Yixging aprovechó para repasarle tímidamente con la mirada. No quería que se girase de repente y le descubriese mirándole más de la cuenta. 

 -¿Y tú qué? ¿Hace cuánto terminaste con tu pareja? -Key le había contado por encima cosas sobre Jinki pero sin entrar en detalles. Éste le devolvió toda la atención ante su pregunta, aunque ya sin sonrisa y cabizbajo. 

-Hace un par de semanas. Yo creo que es pronto pero Key se empeñó en que viniese a esta "cita a ciegas". -Así lo había estado llamando últimamente a pesar del rechazo del mayor. 

-Oh, eso es muy reciente... -Como Onew no levantaba la cabeza, puso un dedo bajo su mentón y le hizo alzarla y mirarle. Su sonrisa más ténue pero nunca abandonando su rostro- No entiendo cómo alguien ha podido dejar escapar a una persona tan dulce y divertida como tú.

 Las mejillas del mayor tomaron un leve tono rojizo y volvió a apartar la mirada, esta vez por vergüenza y olvidando a Minho por otro rato. Al no saber qué responderle a eso, cambió de tema y continuaron caminando. 

Llegaron hasta una plaza rodeada de cafeterias y lugares donde tomar algo, además de tiendas de dulces y helados. Yixing sonrió nuevamente al ver una de esas y, cogiendo de la mano a Onew con toda la confianza del mundo, le llevó hasta el local y le hizo sentarse en una mesa para esperarle, sin decir nada. Jinki le miraba con curiosidad mientras él hacía el pedido de los dos hasta que regresó a su mesa con dos conos de helado cubiertos de gominolas. Le tendió uno al mayor con una pequeña reverenvia y se sentó frente a él, adorando la sonrisa sincera que ahora adornaba el rostro del mayor. 

-He pensado que a alguien tan dulce como a ti le tenía que encantar esto. -Onew asintió tímidamente, agachando ligeramente la cabeza para esconder su ténue sonrojo. 

No entendía cómo alguien podía causarle esas reacciones cuando hasta ahora solo Minho fue capaz de hacerlo. En cuanto el nombre de Minho apareció por su cabeza, se acercó el helado a la boca y recogió una gominola y un poco de helado con la lengua. Se acabó el pensar en él, estaba con un chico majísimo y no iba a perder el tiempo pensando en cosas sin solución. 

-Ummm... Está buenísimo. -Ninguno de los dos sabía en qé podía acabar esa "cita a ciegas" pero estaban decididos a comprobarlo. 

 No muy lejos de allí, exactamente a unas mesas de distancia, alguien observaba la escena para nada contento con lo que veía.

 -Ya Minho, deja de mirarle así, parece que quisieses atravesar al pobre chico. 

-Es que eso es lo que quiero hacer. -Siseó entre dientes. El helado que estaba tomando antes de que la pareja llegase había quedado abandonado y se deshacía poco a poco frente a él mientras su acompañante jugueteaba con el suyo- ¿Quién demonios es? ¿Ya se ha cansado de Key también? 

-De verdad, no te entiendo. -Minho regresó su atención a su acompañante a tiempo de ver cómo jugaba con la cucharilla , un poco de helado líquido y su lengua. El mayor bufó y miró alrededor para comprobar que si, la mitad de los hombres del local observaban a su amigo babeando. Bueno, ellos pensaban que era su amiga- Rompes con él y te vuelves loco, pero en vez de solucionarlo me pides que me haga pasar por tu novia, para liarlo más. Cuando te enteras de que él también te ha reemplazado te vuelves loco de nuevo, golpeas a su nuevo novio y a los dos días le recoges del baño para llevarle a tu casa y cuidarle. Y ahora que vez que no está con él, quieres matar al pobre chico que tal vez solo sea un amigo o un familiar. -Rodó los ojos y Minho bufó, volviendo a mirar a la pareja con el ceño fruncido- Ten un par de huevos, acércate y pídele disculpas. Estás loco por él, joder. Y nunca mejor dicho. 

 -Él ha pasado página. -Se cruzó de brazos, decaído- Fíjate, solo hace unas semanas que lo dejamos y ya ha metido a dos en su cama. -Una mano golpeó su cabeza- ¡Eh! 

-Mira que eres exagerado. Pero bueno, si lo que quieres es perderle, enhorabuena. Lo estás haciendo perfectamente. -El mayor agachó la cabeza con culpabilidad.

Probablemente si hubiese buscado a Jinki para hablar las cosas y hubiese dejado de lado los planes tontos para darlr celos, ahora estarían ellos dos compartiendo un helado. La voz suave de Taemin le volvió a la realidad.

-Pronto será demasiado tarde, Minho. 

 -Lo sé, Taemin. -Vio a Jinki y a su amigo levantarse y salir juntos de la heladería, riendo y sonriéndose uno al otro. Ojala fuese él quien provocase esas sonrisas- Lo sé... 




A pesar de que no quería dar su brazo a torcer y aceptar la realidad ante Key, finalmente tuyo que hacerlo y agadecerle el haberle presentado a Yixing. Había pasado ya más de una semana y se habían visto varios días, y el chico cada vez le agradaba más. Algunos días se pasó por el instituto a la salida para recoger a Onew y Key e ir los 3 a tomar algo, pero después de las dos primeras veces Key empezó a poner excusas, solamente para dejar a sus amigos a solas. 

Al contrario que la primera vez, a Onew esta vez le alegraba que estuviesen solos. Estaba empezando a ilusionarse con ese chico, le había contado mil cosas, incluso le había hablado de Minho, y Yixing siempre escuchaba y trataba de ayudarle como pudiese, sin meterse demasiado para no defender a uno u otro. Y él también había aprendido mucho sobre el menor. No le costaba abrirse y gracias a eso descubrió que le encantaba ayudar a la gente, que siempre veía el lado positivo de las cosas y que, a pesar de no haber tenido una vida de rosas y arcoiris, era casi imposible borrarle la sonrisa de la cara. Y eso era lo que más le gustaba de él. 

Y Onew estaba hecho un lío. Primero estaba Minho, al que aún amaba pero que cada vez que le veía con aquella chica sentía que su corazón se resquebrajaba un poco más. Después estaba Key, con quien había retomado su amistad como si nunca hubiese pasado algo entre ellos, pero la realidad era que había pasado. Y por último estaba Yixing, todo palabras bonitas, caricas suaves y sonrisas brillantes. 

Estaba muy confuso y todo empeoró una tarde en la que Yixing le acompañó a casa después de dar un paseo juntos. Onew abrió la puerta de su casa y se iba a girar para despedirse cuando chocó con algo. O más bien, sus labios se encontraron con otros dulces, tiernos y calientes. 

En un principio abrió los ojos sorprendido, creyendo que había sido un accidente, pero entonces los labios del menor comenzaron a moverse sobre los suyos y la mano en su cuello, sujetándole contra él, le confirmó la realidad. Y ahí Onew cerró los ojos, sujetó al otro por la cintura y se dejó llevar. 

Aún sentía un vacío en su pecho, algo le seguía recordando que esa no era la persona con la que debía compartir sus besos, pero tampoco se sentía como los besos de Key, sin sentimiento. Este beso con Yixing estaba más cerca de ser lo correcto y eso le hizo asustarse. Se separó del menir y se dio la vuelta. 

 -B-Buenas noches, Yixing. -Un ligero sonrojo decoraba sus mejillas cuando iba a entrar pero la mano del nombrado sobre su hombro le detuvo. 

-Jinki, me gustas. Y sé cómo te sientes aún respecto a Minho, pero me gustaría intentarlo contigo. Si finalmente no sale bien al menos no podremos decir que no lo intentamos. -De nuevo una sonrisa radiante, aunque algo nerviosa en las esquinas, y Onew estaba perdido en ella. Asintió con la cabeza con una pequeña sonrisa- Te veo mañana después de clase. -Unió sus labios unos segundos y se fue, dejando que por fin el mayor entrase en casa. 

Onew caminó en automático hasta su cuarto, saludando sin darse ni cuenta, y allí cerró la puerta y se apoyó contra ella. Suspiró. 

¿Había hecho bien en aceptar? El calor que aún guardaban sus labios le respondió que no perdía nada por probar. 




Key le miraba insistentemente y se removía de un lado a otro impaciente, como si esperase algo que Onew no entendía. El mayor estaba comiendo algo que llamó su atención nada más entrar en la cafetería, pero esa mirada sobre él le estaba poniendo nervioso. 

-Ya basta, Kibum. ¿Es que tengo algo en la cara? ¿Me manché de salsa? -Pasó la servilleta nervios por sus labios y mejillas y el mejor de los dos bufó exasperado. 

-Vamos, deja de disimular de una maldita vez. -Onew le miró sin entender. Cada día le sorprendía que realmente Jinki fuese el mayor- ¿No pasó nada ayer que deba saber? Algo con, no sé, Yixing, por ejemplo. 

Casi se atraganta con la comida. Tosió un par de veces y bebió del refresco de Key para poder hablar. 

-¿A qué te refieres? 

-Oh, vamos. -Levantó la manos en el aire como si estuviese cansado y rodó los ojos- Es mi amigo, es normal que me llamase en seguida para contármelo. Aunque bueno... -Miró fijamente a Onew, como si le regañase- Tú también eres mi amigo y aquí estás, sin soltar ni una palabra. 

Onew estuvo a punto de meter la cara en el plato de comida cuando agachó el rostro para no ver a su amigo. 

-Ya lo sabes, qué más quieres que te diga. Me besó, le besé, me dijo que le gustaba y acepté a salir con él a ver si funciona. -Se encogió de hombros y siguió comiendo sin ver a su amigo a la cara, quien sonreía con picardía. 

-Vaya, al fin. Pensé que querías quedarte para vestir santos, solo el resto de tu vida. Yo no habría tardado tando. 

-Eso es porque tú no tienes remedio y eres un poco perra. -Abrió los ojos como platos al decir eso y se tapó la boca con la mano. Se le había escapado, no quería decirlo de esa forma. Key le mirada sorprendido y sin palabras y cuando el mayor comenzó a disculparse, se echó a reír. 

-Está bien, Jinki. Creo que tienes razón. El ambiente se destensó rápidamente y entre risas y bromas fue hora de volver a clase. A

A la hora de la salida todo era normal. Los alumnos salían con ganas de huír de los profesores y las tareas, se reunían en grupitos, y un chico que no estudiaba allí esperaba junto a la puerta, lo que a nadie le resultó raro pues empezaban a acostumbrarse a verle por allí. 

Minho salía junto a un compañero del equipo de fútbol justo para ver cómo Onew llegaba a Yixing y éste le recibía con un beso en los labios. 

Delante de todos. Sin miedos ni tapujos. 

Le había besado y todos estaban mirando. Jinki, su Jinki, acababa de salir del armario por la puerta grande.



Continuará...