lunes, 29 de agosto de 2011

Cap. 7 "Obsesionados con el sexo"



Capítulo dedicado a @JonesArmstrong porque iba a subir mañana pero al ver un tuit suyo me he adelantado unas horas xD





En el capítulo anterior...


F- Gee, ¿puedes dormir conmigo?

Y ante esa voz rota y su mirada de súplica, Gerard no pudo negarse, simplemente asintió con la cabeza.
Se descalzó, se quitó la ropa hasta quedar sólo con su boxer azul a rayas y se metió bajo las tapas, de frente al menor. Éste se acercó a él y apoyó su cabeza contra su cuello.

Se mantuvieron un rato en silencio mientras Way le regalaba caricias en el brazo que lograron relajarle hasta dejarle casi dormido. Habló contra su piel.

F- Muchas gracias por todo, Gee. Te quiero y prometo contarte mañana.

G- No hay de qué, pequeño. Yo también te quiero.




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Capítulo 7:






Por la mañana el primero en despertar fue Frank.

En un principio se sintió desorientado pero después recordó dónde estaba. Y sentir a Gerard abrazándole desde la espalda le hizo sentir totalmente a gusto por primera vez en toda la semana.

Con cuidado se volteó, quedando de frente a su amigo.

F- Gerard... Gerard, despierta. -Nada- Gee, despierta ya.

Le balanceó para ver si reaccionaba y por fin se removió un poco, arrugando la frente.

G- Mmmm...

F- Gerard, nene, despierta de una maldita vez. -Le sacudió un poco más fuerte.

G- Espero que tengas una buena razón para despertarme un sábado antes de la hora de la comida o morirás. -Habló con los ojos aún cerrados y un brazo sobre ellos.

Frank dejó escapar una risilla mientras se sentaba con las piernas cruzadas. Y Gerard abrió los ojos y sonrió, contento de que su amigo volviese a reír.
Se incorporó, apoyando las manos en el colchón con los brazos estirados.

G- ¿Qué tal estás, Frankie? -Le miró preocupado.

F- Bien, Gee. Gracias. Ayer fue un día de bajón, pero ya estoy bien. -Sonrió grande y sincero, así que Gerard le creyó.

G- Me asustaste, enano. Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea, ¿cierto? Si algún día quieres desahogarte... -Iero le sonrió de forma traviesa- HABLANDO -especificó- Aquí estoy.

F- Gracias, Gerard, de verdad. Voy a contarte qué me ocurre, pero quiero comer primero, me muero de hambre. -Se pasó la mano sobre su vientre y un sonido proveniente de su estómago corroboró sus palabras.

Gerard sonrió, se levantó y cogió la bandeja que había dejado en la mesa por la noche. La llevó a su cama y se la dejó a Frank.

G- Eso es para ti, te lo traje anoche. Voy a por algo para mí y a por unos cafés.

Frank asintió con la boca llena y Way fue a la cocina.

Cuando volvió a la habitación, el otro estaba tirado en el suelo boca abajo sobre la alfombra, leyendo un cómic y comiendo.

G- ¿Cómodo?

F- Mucho. -Levantó la vista hacia él- Oye, ¿siempre duermes así o sólo intentas seducirme? -Bromeó mordiéndose el labio, pues Gerard aún seguía sólo con el boxer.

G- Siempre duermo así. Pero hoy también intento seducirte. -Le siguió la coña guiñándole un ojo.

Le tendió una taza de café. Iero se sentó apoyando la espalda en la cama y Way se sentó en frente de él.
Comieron en silencio, un silencio cómodo, y cuando terminaron fue Frank el primero en hablar.

F- Bueno, si todavía quieres que te cuente qué me ha pasado...

G- Sí, claro que sí.

F- Está bien. -Cogió aire antes de comenzar- Verás, yo antes no era así. -Gerard le miró sin comprender- No era un obseso del sexo. -Rió-

"Yo tuve una pareja seria. Bastante seria, de hecho. Estuvimos juntos casi dos años. Se llamaba Jamia y nos conocíamos desde pequeñitos. Íbamos a la misma clase y vivíamos en el mismo barrio.
Cuando hice 14 años comencé a fijarme en ella de una forma distinta. Ya no la veía sólo como mi mejor amiga, y antes de hacer los 15 se lo dije y para mi sorpresa ella me correspondió, así que empezamos a salir.
Todo iba de maravilla hasta que empecé a ver a algunos chicos con otros ojos, y después de comerme la cabeza unos meses me admití a mí mismo que era bisexual.
Me pareció importante decírselo a Jamia porque sentía que si no lo hacía sería como mentirle. Quedé con ella en un restaurante y por fin me atreví a decírselo.
Al principio creyó que le estaba tomando el pelo, pero cuando vio que no mentía se volvió loca.
Se levantó echa una furia, tiró todo lo que había sobre la mesa y me insultó de todas las formas posibles antes de irse de allí.
Me tocó pagar todo lo que había roto, pero ni por asomo fue eso lo peor. Ni en mis peores pesadillas me imaginé lo que tendría que soportar.
Cuando al día siguiente llegué al instituto, todo el mundo lo sabía. Me insultaron, escribieron maricón en mi taquilla con letras enormes y me tiraron comida. Y encima, Jamia tenía un grupo de amigotes mayores que nosotros que varias veces me esperaron a la salida de clase para darme palizas, mientras ella miraba y reía.
Me deprimí hasta el punto de encerrarme en mi habitación y no salir apenas de allí en dos meses.
Mis padres estaban realmente preocupados así que me cambiaron de instituto y nos mudamos aquí. Los primeros días que fui a clase no hablaba con nadie, iba solo a todas partes y me encerraba en el baño en los recreos. Hasta que un día Pete se acercó a hablar conmigo y me presentó a Mike y a Ville.
Un día desperté, me miré al espejo y decidí que no podía seguir viviendo así y que las relaciones eran un asco. Le dije adiós a las relaciones serias para siempre y comencé a tirarme a todo lo que se movía.
Y mi amistad con Mike, Pete y Ville creció y después de tres años y después de pasar a la universidad, sigue igual."

Gerard le miraba, atento a cada palabra que salía de sus labios. No podía creer todo lo que había tenido que pasar su amigo.

F- Y el fin de semana pasado Jamia se presentó en mi casa. -Dijo con asco- Al verla todos mis recuerdos volvieron para atormentarme, así que huí de casa y bebí todo lo que pude. Ahí fue cuando me llamaste. Pasé toda la noche del sábado fuera, borracho y colocado, y volví a casa el domingo por la tarde. Dormí hasta que el despertador me levantó el lunes y me pasó como la otra vez. Me miré al espejo y decidí que había llegado el momento de cambiar de nuevo, esta vez físicamente. Así que en vez de ir a clase me fui a hacer el tatuaje, el piercing y me corté el pelo, pero eso ya lo sabes. -Rió y Gerard asintió.

G- ¿Y ayer volvió otra vez, verdad?

Frank bajó la mirada.

F- Me dijo que aún me quiere y que se arrepiente de todo lo que pasó...

G- Aún la quieres. -No preguntó, afirmó.

Iero levantó la cabeza y miró al otro directo a los ojos.

F- No. Ya no siento nada hacia ella, asco si acaso. El día de la primera paliza todo mi amor hacia ella murió. Y ayer se lo dejé bien claro. La dejé de rodillas llorando a mares en mi salón. -Rió ante esto último- Lo tengo superado, solo que después de soltarle toda la mierda que tenía guardada desde hace tantos años me hizo recordarlo y me dio el bajón. Salí corriendo de allí y me perdí, así que me senté en el suelo y no me di cuenta ni de que empezó a llover. No sentí nada las horas que estuve allí hasta que llegaste tú. Por cierto, ¿dónde ibas? Eso está lejos de tu casa.

G- Emm... Iba a una fiesta con una chica que conocí hace unos días.

F- Oh. -Volvió a bajar la mirada- Perdón por joderte el plan. ¿Te gusta ella?

G- En todo caso, me pone. Está buena y tiene un polvazo. Sólo quería tirármela y ella buscaba lo mismo. -Se encogió de hombros- Pero te vi tan mal que no pude dejarte allí.

F- Lo siento, en serio.

G- Me alegro de que lo hayas superado y estés bien. -Sonrió grande y Frank se echó encima de él abrazándolo fuerte, mostrando todo su agradecimiento.

F- Me gustaría recompensarte. -Le dijo alejándose un poco de él- Y ya que te jodí tu plan de ayer, se me ocurre una forma. -Comentó de forma sensual.

Frank se mordió el labio y pasó su mano por la pierna del otro, desde la rodilla hasta su cintura.

G- Frank, no hace falta... -Dijo con voz débil.

F- Ya, pero quiero hacerlo.

Iero se arrodilló sobre el mayor, una pierna a cada lado de las suyas, quedando muy cerca de él y su boca.
Ambos miraron la boca del otro con deseo.

G- ¿Ya no te duele? -Preguntó mirando la argolla del labio.

Frank entendió y negó, y acto seguido la lengua de Way acariciaba la zona del piercing, pasando su lengua por éste.

Iero ronroneó y Way enganchó el arito entre sus dientes, tirando de él.
Se moría de ganas por hacer eso desde que le vio con ello.

Comenzaron un beso apasionado y casi violento, con mordiscos suaves y no tan suaves, que sólo se rompió cuando Frank bajó por su cuello, el pecho, el estómago y llegó a la única prenda que le tapaba.

Way ya estaba duro y se puso más duro aún cuando el otro rozó su mejilla contra su polla hinchada por encima de la tela.

F- ¿Sabes qué voy a hacer?

Gerard no respondió, sólo ahogó un gemido.

F- Voy a chupártela, a lamértela y a saborearte hasta que te corras en mi boca.

Way respiró fuerte, ansiando que hiciese lo que le decía, y antes de poder contestar nada, Frank ya había sacado su polla del boxer y estaba lamiéndola como si fuese un dulce.

Gerard tensó sus brazos, sujetándose al suelo antes de caerse y se dejó llevar por el momento sin quitar los ojos del otro, que chupaba y succionaba como si su vida dependiese de ello. A la vez, con una mano jugaba con sus testículos y con la otra le masturbaba al ritmo de su boca.

Cuando Frank comenzó a hacer ruidos con su garganta, Way no pudo aguantar más y se corrió en su boca. Estertores blancos manchando sus labios y sus mejillas.

Frank se relamió los restos, le acomodó la ropa a Gerard, que aún sufría los estragos del orgasmo, y se tumbó a su lado, sujetándose la cabeza con la mano y el codo apoyado en el suelo.

F- ¿Qué tal? -Preguntó, sonriendo con suficiencia.

G- Joder, enano. -Aún no había recuperado la respiración completamente- Voy a ayudarte más a menudo. -Bromeó y se giró para mirarle.

F- En serio, Gee, gracias por todo. -Los dos sonrieron.

G- Sabes que no es nada -Dijo acariciando su mejilla- Gracias a ti por esto. -Y estallaron en risas.





Continuará...








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Todas las que dijisteis que sería Jamia... Acertasteis xD




¿Comentarios, por favor? n_n

sábado, 27 de agosto de 2011

Cap. 6 "Obsesionados con el sexo"

En el capítulo anterior...



G- ¿Vas a decirme qué te pasa?

Iero se quedó quieto mirándole.

F- ¿Por qué lo dices? No me pasa nada. -Se hizo el desentendido y sonrió, pero esa sonrisa no llegó a sus ojos.

G- Vamos, sé cuándo te atormenta algo y ahora mismo no estás bien. -Le miraba seriamente, mostrándole su preocupación.

Frank soltó un largo suspiro y bajó la mirada a sus manos apoyadas en el lavabo.

F- Todo estaba bien. ¿Por qué cojones tuvo que venir a verme? -Preguntó en voz baja para sí mismo, como si estuviese solo, y le dio un puñetazo a la pared cercana al espejo.





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Capitulo 6:






Viernes.

La semana había pasado lenta y sofocante para los chicos, que no veían el momento de que llegase el fin de semana para desconectar de los libros, las clases y los "benditos" profesores que todos los días les daban el coñazo.

*Narra Frank*

Por fin habían acabado las malditas clases. Me despedí de los chicos y fui caminando a mi casa acompañado por Gerard, que vivía en la misma dirección.

Cuando nuestros caminos se separaron, nos despedimos y quedamos en hablar al día siguiente para hacer algo, pues yo no había dormido demasiado bien y no tenía ganas de salir esa tarde.

Tenía la extraña sensación de que algo malo pasaría, y esa fue la razón por la que apenas pude pegar ojo.

Me dirigí a casa, abrí la puerta con mi llave y saludé a quien estuviese dentro con una voz. Me disponía a dirigirme a mi habitación y tirarme en la cama cuando escuché la voz de mi madre llamarme desde el salón.

Entré y allí estaba ella. Pero no estaba sola.

F- ¿Qué quieres ma... ¿Qué haces tú aquí? -Pregunté con veneno en la voz.

Linda- Hijo, esa no es forma de tratar a los invitados. -Me regañó.

F- Mamá, ¿qué mierda hace ella aquí?

Linda- ¡Frank Anthony Thomas Iero Pricolo! ¡Te he dicho que no trates así a las visitas!

-Hola Frankie, ¿qué tal estás?

F- No me llames así, perdiste ese derecho hace mucho tiempo. -Le dediqué una mirada de odio.

Linda- Anthony, o te comportas como el chico educado que eres o te vas a enterar. Siéntate.

Hice lo que mi madre me pedía y me senté lo más lejos que pudé de mi "visita".

Linda- Perdónale, querida. ¿Y cuánto tiempo estarás en Jersey?

-Sólo el fin de semana. He venido a arreglar unos papeles y me vuelvo a Nueva York. Tengo que ir ahora a coger alguna habitación en un hotel....

No sé qué pintaba ella en mi casa y mucho menos por qué tenía que estar yo ahí, escuchando algo que no me interesaba lo más mínimo.

Linda- ¡Ah, no, no! ¡Ni pensarlo! Te quedarás aquí estos días.

En cuanto mi madre pronunció estas palabras la miré como si estuviese loca. Y es que realmente debía de estarlo, porque si no, no entiendo en qué mierda pensaba para proponerle eso.

-No creo que Frank quiera que yo... -Ella me miraba esperando mi respuesta. Yo solo sentía que mi cabreo aumentaba más y más.

Linda- Me da igual lo que Frank quiera o no quiera. Aquí mando yo y tú no vas a ir a ningún hotel pudiendo quedarte aquí.

F- ¡No! ¡Me niego a que ésta se quede con nosotros! No quiero compartir con ella más del tiempo puramente necesario... -Grité alterado.

¿Por qué cojones no entendía mi punto de vista?

-En serio, no quiero molestar.

Linda- ¡He dicho que se queda, y se queda!

Mi madre se levantó de su asiento y se fue echa una furia del salón.

-Frank, lo siento, yo no quería...

F- Cállate, no te atrevas a dirigirme la mirada siquiera. -Ella bajó la vista y la fijó en sus pies- ¿Por qué cojones has venido? Ya estuviste aquí la semana pasada. ¿Por qué has vuelto?

- Yo... La verdad es que no tengo que arreglar nada, sólo quería verte. -Hizo una pausa, de nuevo esperando que yo dijese algo, pero no abrí la boca. Levantó la vista y la fijó de nuevo en mí- Frank. Frankie, te echo mucho de menos. Siento todo lo que pasó y...

F- ¡CÁLLATE! No quiero escucharte. Ha pasado mucho tiempo, todo iba bien y vienes aquí a joderme de nuevo. -Me levanté soltando humo por las orejas. No podía creer lo que escuchaba.

-Pequeño, escúchame. De verdad, no sé por qué te dije aquellas cosas. Me da igual cómo seas. Yo te quiero de todas formas. A pesar de los años, te sigo queriendo. -Se levantó y se acercó a mí. Intentó poner su mano en mi mejilla pero me aparté.

F- ¡CIERRA LA PUTA BOCA! ¿No entiendes que no me interesa? Tú eres la persona que más daño me ha hecho en mi puta vida y no pienso perdonarte nunca. Yo te quise. Más que a nada. Pero ya no, y nunca podría volver a quererte. -Parecía que me habían dado cuerda, pero eran muchas cosas las que me guardé por años- Conseguiste que los chicos del colegio me pegasen, que mis amigos me dejasen de lado. Tuve que cambiarme de colegio y me pasé encerrado en mi cuarto casi dos meses. Tú me cambiaste completamente. Aunque en parte debería darte las gracias. Si no hubiese sido por ti, nunca habría conocido a los amigos que tengo ahora, que son amigos de verdad y no habría vivido tantas cosas como las que he vivido. -Sus ojos se aguaban con cada palabra que le dedicaba- Y nunca. Óyeme bien. NUNCA volvería contigo. Para mí estás muerta.

Y salí del salón dejándola sola, de rodillas en el suelo y llorando a mares. En ese momento llegaba mi madre de nuevo diciendo no se qué de que había preparado una habitación para ella. La vio y me dedicó unas cuantas palabras nada propias de ella junto con una mirada asesina.

Sin hacerla caso, me dirigí a la puerta y salí azotándola bien fuerte.

Eché a andar, andar y andar y cuando llegué a una calle que no conocía, me detuve por fin. De apoyé en una pared cualquiera y me dejé caer por ella hasta terminar sentado en el suelo.

Pasaron minutos, horas quizás y comenzó a llover. Y yo seguía ahí sentado, sin moverme un solo milímetro y los ojos fijos en un punto lejano, sin ver nada realmente.

-Frank, ¿eres tú?

No levanté la vista, seguí igual.

-Frank. Frank, reacciona joder. ¿Qué te pasa? -Me cogió del mentón y me hizo mirarle- ¿Qué ocurre, Frankie? Estás empapado.

F-Gee... ¿Puedo pasar el fin de semana en tu casa? No puedo volver a la mía...

G- Claro, enano, no hay problema. Venga, levántate y vamos al coche.

Me ayudó a levantarme, me pasó un brazo por la cintura y me guió hasta su coche, donde encendió la calefacción pues en algún momento que no recuerdo empecé a temblar.

Durante el camino nadie dijo nada. Llegamos a su casa y volvió a cogerme de la cintura para entrar y llevarme hasta su cuarto.

Una vez allí, me senté en la cama y Gerard me sacó algo de ropa. Me dijo que me cambiase y salió a buscar algo de ropa.

Pero no me moví. Mi cuerpo no reaccionaba por voluntad propia. Estaba como apagado y cuando volvió, yo seguía en la misma posición.

*Narrador normal*

Cuando Gerard regresó llevaba consigo una bandeja con algo de comida en ella. Al dejar la bandeja se giró hacia Frank y vio que seguía igual que cuando le dejó, así que se acercó a él, suspirando fuerte.

G- Frankie, te vas a enfermar si no te cambias de ropa.

Iero seguía ausente, con la mirada perdida en algún punto de la pared.

G- Venga, enano, te ayudo.

Gerard se arrodilló frente a él. Primero le sacó la cazadora de cuero negro y siguió con su camiseta del mismo color, cambiándosela por una sudadera seca con el logo de Batman. Después le quitó las Converse blancas y los calcetines, le desabrochó el jean y, levantándole de la cadera, se lo quitó, cambiándoselo por un pantalón de chándal que le quedaba grande, dejando al aire los huesos de su cadera.

Una vez que Frank estaba con la ropa seca, Way cogió las prendas mojadas y las tendió en la silla y donde pudo para que se secasen. Luego volvió donde Frank y le acarició la mejilla.

G- Frankie, ¿quieres hablar?

El aludido negó con la cabeza.

F- Sólo quiero dormir.

Era la primera vez desde que le encontró tirado en la calle que hablaba.

G- Está bien, échate aquí. -Le ayudó a deshacer la cama y meterse bajo la manta- Descansa, yo dormiré en el sofá. Llámame si necesitas algo.

Cuando iba a irse, Frank le agarró de la muñeca.

F- Gee, ¿puedes dormir conmigo?

Y ante esa voz rota y su mirada de súplica, Gerard no pudo negarse, simplemente asintió con la cabeza.
Se descalzó, se quitó la ropa hasta quedar sólo con su boxer azul a rayas y se metió bajo las tapas, de frente al menor. Éste se acercó a él y apoyó su cabeza contra su cuello.

Se mantuvieron un rato en silencio mientras Way le regalaba caricias en el brazo que lograron relajarle hasta dejarle casi dormido. Habló contra su piel.

F- Muchas gracias por todo, Gee. Te quiero y prometo contarte mañana.

G- No hay de qué, pequeño. Yo también te quiero.

Y después de ese momento sentimental, el primero desde que se conocieron, el menor cayó dormido y el mayor le siguió poco después.










Continuará...





miércoles, 24 de agosto de 2011

Cap. 5 "Obsesionados con el sexo"

En el capítulo anterior...




F- Así que... ¿Follamigos? -Preguntó sonriendo mientras le acercaba una mano para cerrar el trato.

G- Follamigos. -Tomó su mano y la apretó, sellando el pacto.




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Capítulo 5:




De nuevo era lunes.

Después de lo ocurrido y acordado en casa de Frank, ni él ni Gerard se habían vuelto a ver, pues Gerard llamó al enano el sábado por la tarde y éste solo le dijo que estaba muy ocupado (con una voz que hizo pensar al mayor que estaba borracho) y le colgó.

Era la hora libre y los chicos salieron de sus respectivas clases para juntarse en la cafetería.

Ray y Gerard iban juntos porque compartían la clase de historia. Ville, Bill y Jared también estaban juntos en clase, así que llegaron los tres a la vez. Pete, Shannon y Mike ya estaban en la cafetería, se habían saltado la clase anterior.

El único que faltaba era Frank, y nadie le había visto en todo el día.

Shannon-¿Alguien sabe algo del enano?

Pete- Yo tenía clase con él a primera hora y no ha venido. Gerard, ¿tú no sabes dónde está?

Way negó con la cabeza.

G- No le he visto en todo el fin de semana...

Todos le miraron escépticos. Desde que se conocieron, se veían como mínimo un rato todos los días.

G-Lo digo en serio, no me miréis así. -Dijo sin levantar la mirada de su café.

Ray- Lo mismo se ha caído en el cesto de la ropa sucia y no puede salir porque no alcanza. -Bromeó el afro, haciendo reír a todos los demás.

-Al menos yo quepo en el cesto, pero a ti no te cabe esa cabezota que tienes.

Los chicos se giraron hacia esa voz y se quedaron boquiabiertos y con los ojos como platos.

Ahí parado estaba Frank, con una gran sonrisa en el rostro. Pero no tenía el aspecto de siempre...

Su ropa no era la de siempre. Ahora era tres veces más ajustada y le marcaba cada centímetro de su cuerpo.
Ya no llevaba el pelo igual. Ya no le rozaba los hombros ni le tapaba las orejas. Ahora lo tenía corto, dejando largo únicamente el flequillo, que le caía en pico sobre los ojos y se desviaba hacia el lado derecho de su rostro.
Sus ojos, antes limpios, estaban ahora perfilados de negro y con sombras rojas, destacando más su color avellana-verdoso.
Y su labio... Tenía ahora una perforación en el lado izquierdo, cerca de la comisura, haciéndolos más llamativos y apetecibles si eso era posible.

Frank se lanzó a reír al ver que ninguno de los otros era capaz de decir nada y solo le miraban de arriba a abajo, una y otra vez.

F- ¿Os ha comido la lengua el gato o algo así?

Por fin consiguió que los demás reaccionasen. Todos, excepto Gerard, al que se le hacía la boca agua viendo el nuevo look de su amigo.

Y casi se derrite cuando Iero giró su cuello para mirar a Jared, que le decía algo a lo que Gerard no prestó atención. Él estaba más concentrado en observar el tatuaje que adornaba esa parte de su piel, con forma de escorpión y que le daba un aspecto tan sexy que incluso el más hetero moriría por pasar su lengua por encima.

Mike- ¿Verdad, Gerard?

Algo le estaban diciendo, pero él seguía hipnotizado con el tatuaje.

Ray- ¡Gerard! -Le dio un golpe en el hombro y el aludido por fin volvió a la tierra.

G- ¿Qué pasa? -Preguntó, agitando la cabeza para eliminar algunos pensamientos que le harían tener un problema entre las piernas.

Jared- Decíamos que Frank parece otro.

G- Sí, es cierto. -Respondió mirando fijamente a los ojos de Iero.

Ray- Parece un chico malo.

G- Ajá. -Seguía mirándole.

Mike- Todos querrán llevárselo a la cama.

G- Seguro.

Ray- Y tú también, te lo tirarías ahora mismo... -Sus amigos se miraban cómplices, pues estaba tan atontado que podrían hacerle decir cualquier cosa.

G- Joder, sí... -Todos estallaron en carcajadas- Eh, quiero decir... Te queda bien el cambio, Frank. -Bajó la mirada por la vergüenza de haberse sentido descubierto.

F- Dejadle en paz, anda. -Le guiñó un ojo.

El resto de la hora libre la pasaron bromeando y hablando de tonterías.

A Gerard se le iban los ojos hacia Frank cada poco rato. Éste estaba más callado de lo normal, se le veía nervioso y pensativo.

Shannon- Bueno, es hora de irse a clase.

Mike- ¡Yuju! -Dijo sarcástico.

Todos se levantaron de sus asientos y salieron de la cafetería.

Frank iba un poco rezagado y cuando Gerard fue a entrar a su clase, le sujetó de la muñeca, tiró de él y le empotró contra las taquillas, quedando él en frente, acorralándole.

F- ¿No te apetece pasar de la clase? -Preguntó en tono sensual mirando los labios del otro.

G- Si propones algo mejor... -Respondió de igual manera- Estás con ganas, ¿eh?

F- Necesito desestresarme. -Coló una piernas entre las de Way y frotó su entrepierna contra su muslo.

G- No le diré que no a una petición así. -Sonrió de lado.

Frank le cogió de la mano y echó a correr hacia el baño, vigilando que no hubiese nadie por allí.

Entraron y se encerraron en uno de los cubículos. Frank acercó su boca a la del otro pero se detuvo antes de unirlas por completo. Sólo dejó que se rozasen y habló desde ahí.

F- ¿Qué te parece mi cambio?

G- Dios, nene. Estás increíble. -Hizo una pausa y le volvió a mirar de arriba a abajo- Tu pantalón tan apretado que no deja nada a la imaginación. Tu piercing, que me muero por morder. Y tu tatuaje, al que le quiero pasar la lengua por encima ya mismo.

Frank sonrió grande mientras Gerard le miraba con deseo.

F- Lo del piercing tendrá que esperar porque me lo acabo de hacer y me duele.

Gerard hizo un puchero y el menor acercó sus labios en un ligero choque que le hizo ver las estrellas por el dolor.

G- Dejemos los besos para otro día, enano.

Puso los brazos alrededor de su cintura y lo acercó más a él, rozando levemente sus entrepiernas ya medio duras, haciéndolos gemir bajito a los dos.

Iero colocó sus manos sobre el culo de Gerard, moviéndole para seguir con el roce.

Way se mordía los labios para impedir lanzarse de lleno a esa boca tan apetitosa cuando vio de refilón el tatuaje.

También se notaba que era reciente, pero no pudo evitar acercar su boca a esa zona y lamerlo por completo, haciendo después círculos con su lengua sobre él.

Frank se debatía entre el dolor que sentía ante los toques en esa zona aún tan sensible y la excitación que le causaba tener la lengua de Gerard pegada a su cuello, produciendo una mezcla irresistible para él de dolor y placer.

F- Aww, Gee. Mmm... -Apretó los labios para no hacer demasiado ruido.

G- Cómo me pone tu tatuaje... -Hizo más presión con su lengua y el menor empezó a jadear.

F- Puedo notar cómo te pone -Susurró a su oído, apretando el paquete del otro.

G- Ah, mierda, Frank. -Gimió.

El nombrado se dejó de rodeos, desabrochó el pantalón de Way y metió su mano bajo su boxer, agarrando su polla y comenzando movimientos a lo largo de toda su extensión.

-Mmm, Way, la tienes MUY grande. -Gerard sonrió aún sobre su cuello- Dios, Gee, tócame.

No se hizo de rogar.

Sin que Frank dejase de mover su mano, Way siguió el mismo procedimiento que él y coló su mano bajo su estrecha ropa, acariciando su miembro.

Jadeos, suspiros y algún que otro gemido lograban escaparse de sus gargantas, hasta que ambos terminaron en la mano del contrario.

Se quedaron quietos unos minutos recuperándose, arreglaron sus ropas, salieron y se lavaron las manos.

Gerard se recostó sobre la pared y miró a Iero a través del espejo.

G- ¿Vas a decirme qué te pasa?

Iero se quedó quieto mirándole.

F- ¿Por qué lo dices? No me pasa nada. -Se hizo el desentendido y sonrió, pero esa sonrisa no llegó a sus ojos.

G- Vamos, sé cuándo te atormenta algo y ahora mismo no estás bien. -Le miraba seriamente, mostrándole su preocupación.

Frank soltó un largo suspiro y bajó la mirada a sus manos apoyadas en el lavabo.

F- Todo estaba bien. ¿Por qué cojones tuvo que venir a verme? -Preguntó en voz baja para sí mismo, como si estuviese solo, y le dio un puñetazo a la pared cercana al espejo.

Sus nudillos comenzaron a sangrar al abrirse una herida que parecía hecha de los días anteriores.

Gerard se acercó á él, cogió su mano y observó la herida. Abrió el grifo y metió la mano debajo para limpiar la sangre.

Iero solo se dejaba hacer con la mirada más triste que su amigo le había visto nunca.

G- Frankie, ¿sabes que puedes contar conmigo para lo que sea, verdad? Puedes contarme tus problemas si así quieres. -Levantó su mentón y le hizo mirarle a los ojos, intentando transmitirle toda su confianza.

F- Gracias, Gee. Pero no quiero hablar de ello. No puedo hablar de ello. -Se corrigió- Tal vez más adelante. Pero gracias, de verdad.

Dicho esto, le abrazó con fuerza y el otro le respondió igual.

Cuando se soltaron, el menor fue el primero en hablar.

F- ¿No crees que nos falta algo?

G- ¿El qué? -Preguntó sin saber a qué se refería.

F- El cigarrito de después. -Respondió riendo, esta vez de verdad.

G- ¡Cierto! Vamos afuera.

Salieron, se tumbaron en el césped y fumaron mientras hablaban de trivialidades, logrando que Frank volviese a ser el Frank risueño de siempre.

En un momento se quedaron en silencio. Entonces, Gerard miró a Frank y vio que éste estaba riendo en silencio.

G- ¿Qué piensas, enano?

F- Pienso... Que es más divertido cuando te pajea otra persona que cuando lo haces tú solo. -Respondió guiñándole un ojo.

Gerard estalló en carcajadas. Ese sí era su amigo Frankie y no el que había visto momentos antes al borde de las lágrimas.

G- Totalmente de acuerdo, enano. A partir de ahora cuando quiera cascármela, te llamo. -Bromeó y dio una calada más a su cigarro.

Entre risas pasaron el rato y no volvieron a entrar en clase el resto del día.











Continuará...

lunes, 22 de agosto de 2011

Cap. 4 "Obsesionados con el sexo"

¡Hola de nuevo!


Este capítulo está dedicado a @TeenSpirit_Mars, que me lee desde el principio (o no, pero desde hace mucho xD) y le prometí una dedicatoria en otra historia, pero como aún no la he escrito, le dedico este capítulo para que sepa cuánto la aprecio y cuanto me río con las cosas que me dice (piensa que soy una pervertida... Algo de razón tiene xD) y recordarle que debe escribir historias basadas en sus sueños porque tienen que ser alucinantes ;)


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En el capítulo anterior...


G- Creo que ya es hora de que me enseñes alguna de tus famosas películas porno caseras, ¿no crees?

Frank soltó una de sus típicas carcajadas, de esas que se asemejaban a las de un niño pequeño.

F- Ya creí que se te había olvidado, porque hace mucho que te lo dije. Pero vale, esta tarde vente a mi casa. Además -Puso una de sus gestos para ligar- estaré solo en casa...

G- Sí, sigue soñando Iero. -Puso los ojos en blanco- Luego nos vemos.

Le dio una palmadita en el trasero mientras le guiñaba un ojo y se dirigió al cuarto de baño.




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Capítulo 4:



Por la tarde, Gerard se encaminó a casa del enano como habían acordado, pero llegó un poco antes de la hora planeada. Llamó a la puerta y abrió Frank recién salido de la ducha, en boxer y una toalla sobre los hombros para recoger el agua que escurría de su pelo.

F- Vaya, vaya. Sí que tienes ganas de verme en acción que has llegado casi media hora antes.

G- No Frankie, lo que pasa es que sabía que te estarías duchando y por eso quería venir antes. -Bromeó- Bueno, ¿me invitas a pasar o no?

Frank se hizo a un lado indicándole a Gerard que pasase y se dirigieron al cuarto del menor.

Una vez allí, Gerard se tumbó boca arriba en la cama mientras Frank dejaba la toalla en el baño.

F- He pensado que no me voy a vestir porque así estoy más cómodo para ver esa película que tanto deseas ver.

Gerard se quedó pensativo- Creo que haré como tú.

Y dicho esto, se levantó y se deshizo de su camiseta, sus zapatillas y su pantalón, quedando los dos igual.

G- Ahora sí. Pon la película.

F- ¿Cual prefieres? ¿Yo con una chica o con un chico? -Preguntó mientras rebuscaba entre las películas.

G- Mmm. Con un chico. -Respondió relamiéndose los labios.

Frank soltó una risilla por lo bajo, puso la película en el reproductor y se acomodó en la cama.

Gerard se sentó apoyando la espalda en el respaldo y flexionó las piernas.

G- Vamos, ponla ya.

Frank rió por la impaciencia que mostraba el otro.

F- Antes de ponerla te explicaré mi condición.

Gerard le miró extrañado- ¿Condición?

F- Ajá. La condición para que ponga el vídeo es que no puedes tocarte hasta que acabe. Tendrás que tener las manos todo el tiempo detrás de la espalda y las piernas quietas. ¿Aceptas?

Gerard pensó unos segundos la propuesta y aceptó. Total, tampoco sería tan dirífil, o eso pensó él.

Frank se cercioró de que se colocaba como debía y puso el vídeo en marcha.

En la película aparecía Frank junto a un chico rubio mayor que él. Estaban vestidos y comenzaban a quitarse la ropa el uno al otro hasta quedar totalmente desnudos y entonces Iero empujaba al otro sobre la cama y se sentaba sobre su pelvis, apoderándose de sus labios mientras iniciaba un ligero vaivén rozando sus miembros, haciéndolos gemir y jadear.

Gerard miraba la pantalla sin perder detalle y Frank le miraba a él de la misma manera. No llevaba ni media hora el vídeo y ya notaba a Gerard con una gran erección en su boxer y desesperado por no poder tocarse.

La película continuaba con el chico rodando con Frank sobre la cama hasta quedar él sobre el menor. Le besaba el cuello y le mordía, bajaba lamiendo su pecho y llegaba hasta su cadera, mordiéndole duro donde el hueso y continuaba bajando la cabeza gasta quedar a la altura del pene del otro.
De un movimiento pasó su lengua por toda la extensión y se lo metía por completo a la boca, haciendo que el único sonido que recogía la cámara fuese el de los gemidos roncos de Frank.

Sin darse cuenta, Gerard movió sus piernas intentando aliviar su erección, pero Frank, que estaba atento a él, se le acercó, sentándose entre él y la pared para sujetar las manos del mayor tras su espalda e inmovilizar sus piernas poniendo las propias sobre ellas. "Recuerda el trato" le susurró al oído.

Con otro movimiento, Iero había girado al chico del vídeo, quedando éste de rodillas y con las manos apoyadas en el cabecero de la cama, y Frank detrás, rasguñando su espalda y dándole pequeñas mordidas que dejaban marcas rojas. Rozó un par de veces su entrepierna con el trasero del otro, haciéndole rogar por que le penetrara de una vez.
Tras desesperarle un poco, abrió sus nalgas con sus manos y se adentró en él de una sola embestida, moviéndose despacio y aumentando el ritmo cuando sus cuerpos lo pedían hasta que se derramó en su interior y el otro sobre el colchón.
Después de unos minutos de descanso, Frank se acercaba a la cámara, le guiñaba un ojo mientras sonreía de lado y la apagada, dando por finalizada la película.

Gerard tenía la respiración agitada y lo único que pudo decir fue un "guau".

Frank volvió a reír y volvió a su sitio del principio, dejando a Gerard libre de moverse otra vez.

F- ¿No vas a decir nada? -Preguntó con una enorme sonrisa en su boca.

G- ¿Qué quieres que te diga? ¿Qué me has vuelto a poner duro? -Le dijo con sarcasmo.

F- Eso me vale. -Respondió éste de forma provocativa, acercándose a gatas al mayor.

G- ¿Puedo tocarme ya? -Estaba desesperado.

F- Mm.. Se me ocurre algo mejor. -Dijo levantando una ceja.

Y dicho esto, terminó de acercarse, le cogió de las piernas y tiró de ellas hasta dejarle tumbado, pasando después a sentarse sobre su cadera y comenzar a rozarse como momentos antes había hecho en la película.

Gerard gemía y levantaba su cadera para aumentar el contacto a la vez que ponían sus manos en la cintura de Iero para apretarle más contra él.

La sonrisa de Frank no desaparecía de su cara mientras los dos se miraban a los ojos, que mostraban el placer y la lujuria propios del momento.

G- Muévete más rápido, enano.

Dicho y hecho. El movimiento cada vez era más veloz y más fuerte entre los dos, obligándoles a soltar altos gemidos y gritos de placer hasta que se corrieron dentro de sus boxers.

Frank se dejó caer a un lado de Gerard quedando también boca arriba, intentando reponer sus respiraciones.

Estuvieron en silencio hasta que Gerard habló.

G- Joder, eso ha sido bestial... -Comentó mirando el techo.

F- Claro. Es que la compañía es lo que tiene.

G- Ag Frank, siempre estropeando el momento. -Gerard se incorporó, se puso sobre Frank y le atacó a cosquillas, sabiendo que era un punto débil del pequeño.

F- No, pero tienes razón. -Continuó con la conversación cuando Gerard le dejó libre- Siendo los dos tan buenos con el sexo, no se porqué no se nos ocurrió "practicar" juntos. Total, somos amigos.

G- Cierto. Podemos jugar sin problemas.

F- Exacto. Así que... ¿Follamigos? -Preguntó sonriendo mientras le acercaba una mano para cerrar el trato.

G- Follamigos. -Tomó su mano y la apretó, sellando el pacto.





Continuará... 





viernes, 19 de agosto de 2011

Cap. 3 "Obsesionados con el sexo"


En el capítulo anterior...


Después de la fiesta, Frank llevó a Gerard a su casa y como era muy tarde éste le invitó a dormir.

[...]

F- Ni loco cargo solo ahora con esa cama. Y tampoco dormiré en el suelo. -Y dicho esto se lanzo a la cama de Gerard, junto a él, quedando los dos dormidos al instante.





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Capítulo 3:


Ese día, como casi todos, y con más razón después de la fiesta que habían tenido, ambos tuvieron sueños bastante subidos de tono. Y por ello, cuando despertaron tenían una más que notable erección entre sus piernas.

El primero en despertar fue Gerard.

Cuando abrió los ojos notó que no estaba solo en la cama, y vagamente recordó lo que había pasado esa noche al llegar a casa.

Frank, que seguía dormido, tenía un brazo alrededor de su cintura, dejando la mano muy cerca de su entrepierna, y su pecho estaba totalmente pegado a la espalda del mayor. No solo su pecho, sino que su cadera se apretaba contra el culo de Gerard, dejándole notar su dureza, lo que solo sirvió para que el mayor (como buen vicioso que era) al momento de sentirla, se excitase más aún.

G- Frank. Frank, despierta. -Habló girando la cabeza hacia atrás.

Pero no le hacía caso, así que decidió moverse, pero el brazo de Frank se lo impedía, así que sólo podía moverse de una forma.

Comenzó a restregar su culo contra la pelvis de Frank, haciendo que este soltase un leve gemido por la fricción.

Al poco rato, Frank abrió los ojos y se dio cuenta de dónde estaba y con quién.

F- Mierda Gerard, ¿qué haces?

G- Despertarte. Ya que no me hacías caso cuando te llamaba... Joder, te levantas duro, ¿eh? -Comentó riendo y moviendo una vez más su trasero.

F- Mira quién habla. -Le respondió Frank moviendo la mano que tenía cerca de la entrepierna de Gerard por encima de ésta, sólo rozándole un poco.

G- Mm Frank, no hagas eso. -Se mordía el labio, haciendo que Frank estallase en carcajadas.

Frank se alejó de Gerard y se tumbó boca arriba. Cogió una esquina de la sábana y se tapó con ella para después meter una mano bajo su boxer.

Gerard se giró quedando en la misma postura y miró a Frank.

F- No me mires, pervertido. -Bromeó mientras se tocaba, y algunas imágenes de la noche anterior llegaron a su mente.

G- Tú eres el pervertido. Y te encanta que te mire. -Gerard también metió una mano bajo su ropa y comenzó a masajearse, sin desviar la mirada de Iero, quien le devolvía la mirada y de vez en cuando sonreía con un brillo de lascivia en sus ojos.

G- Ha sido bueno... -Dijo Gerard cuando terminaron, casi al mismo tiempo.

F- Conmigo SIEMPRE es bueno, nene. Algún día lo sabrás.

G- Otra vez tu gran ego... -Rodó los ojos.

F- Já. Como si tú no pensases lo mismo. ¿Cómo era? Ah, sí. Te pongo "jodidamente-duro". Creo que fueron tus palabras exactas. -Se burló Iero antes de lamerle el lóbulo de la oreja que más cerca tenía.

Gerard carraspeó antes de hablar- Sí, eso fue lo que dije. Y si mal no recuerdo, después de eso me besaste, enano.

Frank hizo una mueca de niño pequeño por haber perdido esa batalla.

G- Anda, levántate ya. Vamos a lavarnos y bajamos a comer algo. -Dijo dando pequeños empujoncitos al más pequeño.

*

F- ¿Qué me miras?

Frank y Gerard habían decidido salir a comer a un restaurante que había cerca de la casa del mayor y Frank se estaba poniendo nervioso porque el otro no dejaba de mirarle con una estúpida sonrisa en el rostro.

G- Nada... Solo recuerdo cosas. -Respondió con voz juguetona mientras calaba su cigarro.

F- Ya imagino... Si tanto te gusta mirarme cuando hago esas cosas, deberías verme follar. -Susurró cerca del oído de Gerard- Te morirías del gusto.

G- Oh, ¿en serio? ¿Y cuándo podré ver eso? -Sonrió mirándole con deseo.

F- Espera sentado si crees que así tal fácil lo verás y vivirás en directo, Way.

Mientras decía esto acercó su mano por debajo de la mesa al muslo del otro y lo acarició lentamente, acercándose peligrosamente a su entrepierna

F- Me refería a verme follando, en vídeo.

Iero dejó su mano quieta, casi rozando la parte más sensible del cuerpo del mayor, quien lo miraba con cara de no entender a qué se refería.

G- Qué pasa, ¿has hecho porno?

F- Algo así... Porno casero, ya sabes. Siempre quise grabarme mientras follaba y ya lo hecho un par de veces -Comentó con tono inocente- Con una chica... -Silencio- Y con un chico...

Acercó su mano un poco más a la entrepierna de Gerard, que no tardó en responder al leve contacto y en unos segundos tenía una gran erección en el pantalón.

F- Anda, ve al baño y sácate eso de encima, nene. -Retiró su mano y sonrió con malicia.

G- Maldito enano del demonio... -Se levantó intentando disimular el bulto que le hacía andar raro y fue al baño mientras Frank no podía dejar de reír.

*

Ya habían pasado unas semanas desde la fiesta erótica en casa de Jared y Frank y Gerard estaban cada vez más unidos. Y sus amigos empezaban a pensar que en realidad eran mucho más que simples amigos debido a comentarios que se lanzaban entre ellos, pequeños roces delante de todo el mundo y cosas por el estilo.

Pero lo cierto es que solo eran bromas que ninguno de los dos se tomaba en serio.

Era lunes y los chicos estaban contándose lo que habían hecho durante el fin de semana.

Ray- Mi novia y yo hemos estado todo el fin de semana en una casita que alquilamos en la playa. Pensábamos hacer turismo por la zona, pero creo que solo salimos una vez de la casa, ya me entendéis...

Una risa colectiva invadió el ambiente.

Mike- Yo conocía a una linda chica el sábado en un café. Estuvimos hablando y vamos a quedar este fin de semana otra vez.

F- Queremos detalles jugosos, Mike. ¿Te la llevaste al baño? ¿Se lo comiste bien?

Mike- Joder Frank, aunque no lo creas no todos somos unos cerdos como tú. Algunos ni damos un beso en la primera cita. -Dijo haciendo comillas con los dedos en la última palabra.

Algunos de los chicos abuchearon la cursi aclaración de su amigo.

F- Buah, que aburrido eres Michael.

G- Lo que pasa es que seguro que era una estrecha, ¿a que sí capullo?

Mike se sonrojó ligeramente porque era cierto. Él como todos sus amigos siempre quería ir más allá de todo en la primera cita, pero esa chica le había frenado desde el principio. Si no llega a ser porque realmente se había colado por ella, no pensaría ni volver a verla.

Jared- Eso responde a tu pregunta, Gee.

Shannon- ¿Y tú qué has hecho este fin de semana Gerard? Mucho hablar del pobre Mike pero seguro que no te has comido una rosca... -Preguntó picándole con el dedo en el pecho.

G- Tienes razón Shannon, estos días no me he comido una rosca... -Puso cara de pena- ¡Me he comido dos!

B- Buah, no te flipes tío.

G- Preguntadle a mi hermano. -Se encogió de hombros- El sábado tuve que ir con él y mi madre a ver a una amiga de ella al hospital y allí vi a una enfermera con un uniforme minúsculo. Me acerqué, le dije dos o tres guarradas al oído y a los 5 minutos tenía mis dedos dentro de ella en la sala de quirófanos mientras me hacía una mamada.

Los demás chicos le miraban con los ojos como platos, excepto Frank que miraba para otro lado sonriendo, acostumbrado a que Gerard hiciese esas cosas y se lo contase con pelos y señales, igual que hacía él.

G- Y el domingo iba por la calle con Mikey y me metí en una biblioteca...

M- ¿Gerard Way en una biblioteca?

R- Eso es imposible...

Gerard ignoró los comentarios.

G- ... entré en una biblioteca porque tenía que ir al baño -Los demás soltaron un "ahhh"- Y allí había una chica de gafas rodeada de más de 15 libros. Me acerqué y le dije que necesitaba relajarse. Total, que a los 15 minutos me estaba pajeando en uno de los pasillos de la biblioteca a la vez que me comía la boca.

Jared- No me lo creo... No flipes Way, es demasiado.

F- Yo que vosotros me lo creería... Lo que no me creo es que disfrutases, Gee. ¿Cómo ibas a hacerlo si no me tenías gimiendo cerca de ti? -Realizó esta pregunta cerca del oído de Gerard, añadiendo un gemido al final.

Todos los que estaban allí se quedaron a cuadros cuando escucharon ese comentario. Sabían que en cuestiones de sexo eran iguales, pero no se imaginaban que algunas aventuras las compartían tan de cerca.

Por otra parte, el comentario y la forma de decirlo hizo que cierta parte de la anatomía de Gerard despertase, lo cual no pasó inadvertido para Frank.

F- ¿Ves? Nadie te pone más que yo. -Rió con superioridad.

G- Cállate, enano.

Ray- A ver chicos, ¿nos vais a explicar qué demonios está pasando entre vosotros? ¿Qué os traéis juntos?

G- No hay NADA entre nosotros. Sólo que ya sabéis que compartimos ciertas aficiones... -Al decir esto los chicos les miraron con cara de desconcierto por lo que tuvo que añadir- Pero cada uno por su lado.

F- Exacto. Como buenos amigos, nos ayudamos en todo lo que haga falta. -Le guiñó un ojo a Gerard y se pasó la lengua por los labios antes de lanzarse a reír como un desquiciado, siendo seguido por Gerard.

Shannon- Bueno, después de esta conversación tan... extraña, hay que volver a clase, que ya ha sonado el timbre.

G- Id vosotros, yo tengo que hacer algo antes.

Los demás se adelantaron cada unos a sus respectivas clases, excepto Frank.

F- ¿Ahora te toca un viaje al baño, eh? Deberías de aprender a controlarte, Way. Aunque resistirse a mi es imposible.

G- Jódete Frank, vaya ego que tienes cabrón. -Dijo riendo- Por cierto, hoy es viernes y no hay planes. Creo que ya es hora de que me enseñes alguna de tus famosas películas porno caseras, ¿no crees?

Frank soltó una de sus típicas carcajadas, de esas que se asemejaban a las de un niño pequeño.

F- Ya creí que se te había olvidado, porque hace mucho que te lo dije. Pero vale, esta tarde vente a mi casa. Además -Puso una de sus gestos para ligar- estaré solo en casa...

G- Sí, sigue soñando Iero. -Puso los ojos en blanco- Luego nos vemos. -Le dio una palmadita en el trasero mientras le guiñaba un ojo y se dirigió al cuarto de baño.




Continuará...



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Solo una cosa que añadir.

MUCHAS GRACIAS POR LEER Y COMENTARME.

De verdad no pensaba que tanta gente leyese mi fic, así que estoy más que contenta ^^





martes, 16 de agosto de 2011

Cap. 2 "Obsesionados con el sexo"

¡Hola! Aquí os dejo el segundo capítulo ya que por el momento el fic está teniendo buena acogida :D

Solo decir una cosa.

Le dedico este capítulo a SHEILA HERNÁNDEZ, grandísima chica que se lo merece por soportarme.
Que sepas que aún tengo que escribir algo que será únicamente dedicado para ti.
Y como ayer tuvimos el momento sentimentaloide, te repetiré hoy que te quiero y que espero que no olvides NUNCA nuestros planes :)

Y sin más dilación, os dejo con el nuevo capítulo.


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Capítulo 2:


Así fueron pasando los días y las semanas y Frank y Gerard se hicieron grandes amigos gracias a todo lo que compartían.

Repitieron lo del primer día otros muchos y otras veces simplemente quedaban para escuchar a sus grupos favoritos o iban por ahí a dar una vuelta.

Se hicieron tan amigos que incluso sus colegas comenzaron a ir todos juntos, uniéndose en un solo grupo formado por ellos dos, Ray, Pete, Jared, Ville, Shannon, Bill y Mike.

Era viernes y estaban en el tiempo libre cuando llegó Jared donde estaban los demás con noticias para ese día.

Jared- Chicos, tengo buenas noticias. ¡Esta noche hay fiesta en mi casa! Espero veros a todos allí.

Todos- ¡Si!

Bill- ¿Y qué tipo de fiesta será?

Ray- ¿Habrá alcohol?

Shannon- ¿Buena música?

Pete- ¿Drogas?

F y G- ¿¿Sexo??

Todos se echaron a reír.

Ville- ¿Vosotros no pensáis en otra cosa no?

F- No seas mamonazo ¡que vosotros sois iguales a nosotros! -Frank se hacía el indignado.

G- Además, estamos orgullosos de ser así -Gerard pasó su brazo por los hombros de Frank.

Jared- Bueno, de todas formas hacéis bien en preguntar, porque la fiesta es una fiesta... Tambores, por favor: ERÓTICA.

Todos empezaron a jalear y gritar, entusiasmados con la idea.

Jared- Bueno, a partir de las 10 en mi casa. Y si no vais en ropa interior no podéis entrar. -Y se fue junto con su hermano Shannon, Ville y Mike para terminar de preparar la fiesta.

Cuando terminó el descanso cada uno se fue a su clase y cuando éstas terminaron, a sus casas a prepararse.

Frank pasó a buscar a Gerard antes de ir a la fiesta.

G- Pasa, aún estaba eligiendo qué ponerme -Cuando abrió la puerta solo llevaba una toalla atada a la cintura.

F- Hay que ir en ropa interior, ¿qué tienes que pensar? -Bromeó.

G- Nunca se sabe quien va a verte en boxer y hay que causar buena impresión. -Dijo guiñándole un ojo.

F-Cierto... Aunque también es cierto que no se sabe cuánto tiempo te va a durar puesto, así que no tiene mucho sentido comerse la cabeza. -Se mordió el labio.

G- ¿Y tú qué? ¿Te has puesto los primeros boxer que has pillado o qué? -Le dirigió una mirada inquisitiva.

F- Claro, el primero que he visto.

G- No te creo, siempre tardas un montón en elegir tu ropa. Enséñamelos para que te crea...

F- Pero qué dices tío...

G- Venga Frankie, no te hagas el estrecho porque te conozco bastante bien y no te pega. -Fijo mientras se acercaba a él sensualmente.

F- Gerard, si vas a verme después.

Pero el mayor no le hizo caso. Siguió acercándose despacio a Frank hasta quedar casi pegado a él y pasó sus manos por los brazos del más pequeño hasta llegar a su cintura, la cual acarició siguiendo la línea del pantalón.

Para este momento Frank se había rendido y simplemente se dejaba hacer, algo que no le pasó inadvertido a Gerard.

G- Así me gusta... -Susurró al oído del otro, haciéndole escapar una risilla.

Gerard llevó sus manos al cierre de Iero y lo desabrochó despacio, para dejarlo caer después. Se quedó observando el ajustado boxer de Frank y más en específico el bulto que había bajo ellos.

G- ¿Te pongo? -Dijo riendo.

F- Me pones duro nene. -Susurró en su oído- Y veo que tu estás igual. -Dirigió una mirada a la zona donde su toalla se elevaba- Vamos, date prisa o llegaremos tarde. -Apartó a Gerard de su lado de un empujón y se subió el pantalón como si no hubiese pasado nada.

G- Maldito enano...

Gerard soltó la toalla de su cintura, quedando totalmente desnudo ante Frank, el cual sintió un fuerte tirón dentro de su pantalón, cogió un boxer de licra con el logo de Superman y se lo puso para después terminar de vestirse.

F- ¿Lo has hecho a propósito verdad?

G- No sé de qué me hablas -Se hizo el desentendido y se dirigió a la puerta sonriendo- Vamos, son las 11:30 ya.

Juntos fueron en el coche de Frank hasta la casa de Jared.

Cuando llegaron vieron a un par de chicas entrar en la casa llevando solo un sujetador y un tanga. Los dos se miraron sonriendo y se quitaron la ropa dentro del coche, dejando solo la ropa interior. Después fueron hacia la fiesta.

Cuando llegaron a la puerta se quedaron con los ojos como platos. Más de 50 personas estaban allí dentro, unos en ropa interior, a algunas chicas les faltaba alguna prenda y otros directamente ya no llevaban nada.

La casa tenía una iluminación muy tenue, muy sensual, y estaba decorada con globos de colores de formas insinuantes. En el suelo había gran cantidad de cojines para que la gente se acomodase sobre ellos, cosa que muchos ya habían hecho. Y sobre las mesas, dentro de las típicas fuentes de comida, en vez de alimentos había sobrecitos de condones de colores y sabores.

Antes de poder poner un pie en la fiesta, cuando solo llevaban unos segundos en la puerta, Pete y Jared aparecieron delante de ellos, con bastantes síntomas de borrachera.

Jared- Joder, ¡por fin venís! Los más viciosos y ya creía que no vendríais.

Pete- ¿Como pudiste pensarlo siquiera? Estos dos no se pierden una fiesta así ni de coña. ¿Cierto, chicos? -Los dos asintieron con la cabeza sonriendo- Cabrones, venís empalmados de casa, ¿se puede saber qué habéis estado haciendo?

F- La culpa ha sido de Gerard, pregúntale a él que yo me voy a ver que se cuece por ahí. -Y se fue, dirigiendo una última mirada lasciva a Gerard.

G- No le hagas caso. Voy a pillar algo de bebida. Chao chicos.

La fiesta solo llevaba unas dos horas y ya era un desmadre total. En todas las partes de la casa había gente bebiendo, fumando, follando... Todo lo que se pudiese hacer.

Gerard se preparó una copa de whisky y se adentró en la fiesta. Si ya venía duro, eso no era nada comparado con cómo se encontraba ahora. Estuvo como una hora hablando con gente, bebiendo y jugando con alguna que otra persona a juegos no aptos para menores. Exactamente con dos chicas y un chico, porque como ya se ha explicado, no le hacía ascos a nada.

Cuando ya eran cerca de las 3 de la mañana no quedaba nadie sobrio en la fiesta y casi todos estaban por pareja o por grupos.

Después de dejar a la última chica en el baño, Gerard se encaminó hacia el salón principal de la casa y de camino se encontró a Ray toqueteando a su novia, a Mike tirándose a una tipa contra la pared y a Bill y Ville montándose una orgía privada con una chica y un chico.

Pero lo que le dejó paralizado lo encontró cuando llegó al salón.

Allí, en una esquina, se encontraba Frank, y no estaba solo.

Estaba echado sobre un montón de cojines. Bajo él estaba una chica a la que se follaba a una velocidad sobrehumana y de pie había un chico rubio que metía y sacaba su polla de la boca de Frank, quien la chupada y mordía como si le fuese la vida en ello.

"Es como una jodida película porno" pensó Gerard, que se había quedado pegado mirando tal escena.

Sentía que su pene explotaría si seguía mirando y no hacía nada, así que metió su mano bajo el boxer y comenzó a masturbarse rápido y duro sin despegar su mirada de Frank.

Éste, en uno de sus movimiento, descubrió lo que estaba haciendo Gerard y, al darse cuenta de que no dejaba de mirarle ni un segundo mientras se tocaba, no pudo evitar sonreír, aún con la polla del otro chico en su boca. Por alguna razón, saber que Gerard le estaba mirando le ponía más caliente aún.

Cuando Frank sintió que el otro chico estaba a punto de correrse en su boca, lo sacó de ahí y le acercó al pecho de la chica, donde se corrió. Y momentos más tarde, cuando era él el que iba a terminar, salió de la chica y se derramó en su estómago también, cayendo muerto de cansancio a un lado.

No dejó de mirar a Gerard, quien también estaba a punto de correrse, y antes de hacerlo, cogió a un chico que estaba a su lado, metió el pene en su boca y se vertió allí.

Después de esto y de todo lo anterior, tanto Gerard como Frank estaban agotados, así que, sin decirse una sola palabra, salieron a la calle a tomar aire fresco. Se tumbaron en el césped y Gerard sacó su paquete de tabaco.

G- ¿Quieres uno? -Le ofreció a Frank, sujetando un cigarro en sus labios.

Frank asintió y se encendió uno para él.
Fumaron en silencio hasta que a Gerard se le acabó su cigarro.

G- Dame una calada, tío.

F- ¡Pero si tienes un paquete casi entero! -Dijo echando el humo.

G- Sí, pero quiero del tuyo. -Frank se lo pensó un momento.

F- Te vi antes... Te gusta mirarme mientras follo. ¿Cómo te pongo Gee? Dímelo y te doy una calada. -Dijo con picardía y mordiéndose el labio.

Gerard resopló y rodó los ojos.

G- Vaya ego que tienes Frank...

F- ¿No que querías fumar?

G- Joder... -Hizo una pausa mientras pensaba qué decirle. Resopló otra vez- Jodidamente duro, Frank. -Se acercó a su oído para susurrar- Me-pones-jodidamente-duro-nene.

Frank sonrió por salirse con la suya, dio una calada y sin previo aviso se acercó a la boca de Gerard, besándole y pasándole todo el humo. Se separó y comenzó a reír mirando hacia el frente.

G- No me esperaba eso... La verdad es que así sabe mejor. -Dijo con las cejas arqueadas por la sorpresa- De todas formas, hemos hecho un trato, así que ¡dame el puto cigarro de una vez, Iero!

Frank comenzó a reír más fuerte y le pasó lo que quedaba de cigarro a Gerard.

Después de la fiesta, Frank llevó a Gerard a su casa y como era muy tarde éste le invitó a dormir.

Cuando entraron a la casa, Donna se encontraba en la cocina, preparada para irse a trabajar.

Donna- ¿Os parece bonito llegar a estas horas de la mañana? Oh Dios mío, ¿dónde está vuestra ropa?

Los chicos habían entrado sólo con la ropa interior puesta, el resto de la ropa aún seguía en el coche.

G- Está en el coche, mamá. Ahora déjanos que nos vamos a dormir. -Le contestó esquivándola y encaminándose a las escaleras.

F- Tú madre va a pensar cosas raras... No es la primera vez que andamos por ahí en ropa interior cuando estamos los dos solos. -Rió mientras le seguía.

Se suponía que sacarían la cama supletoria del cuarto de invitados para que Frank pudiese dormir en el cuarto de Gerard, pero éste cambió de idea.

G- Oye Frank, duerme en el suelo, porque paso de andar sacando la otra cama -Dijo mientras se tiraba en su cama nada más entrar a la habitación.

F- ¡Qué dices tío! Encina de que me invitas... No pienso dormir en el suelo, Way.

G- Pues saca tu la cama, pero conmigo no cuentes. -Se dio la vuelta, dándole la espalda al otro.

Frank lo pensó unos segundos antes de decidirse.

F- Ni loco cargo solo ahora con esa cama. Y tampoco dormiré en el suelo.

Y dicho esto se lanzo a la cama de Gerard, junto a él, quedando los dos dormidos al instante.




Continuará...



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Gracias por leer y comentarme en algún lugar qué os parece, por favor ^^