domingo, 19 de febrero de 2012

Cap. 52 "Obsesionados con el sexo"

CAPÍTULO 52:



F- ¿Quieres que vayamos mañana a cenar por ahí?

G- Lo siento, cielo, pero tengo que quedarme en la editorial. No sé a qué hora llegaré.

Y otra mañana volvían a tener la misma conversación.

Desde hacía algunos días, Gerard se iba a trabajar en la editorial por la mañana y no volvía hasta tarde por la noche. Estaban a punto de lanzar un nuevo cómic y trabajaban contra reloj, por lo que debían aprovechar todo el tiempo que pudiesen.

Y Frank ya no sabía qué hacer tanto tiempo solo en casa, sin su pareja.

F- No me jodas. ¿Mañana también?

G- No empecemos otra vez, Frank. Lo hemos hablado miles de veces ya. Hasta que no publiquemos el cómic no tendré un horario fijo y tendré que quedarme hasta tarde.

F- Si lo entiendo pero es que... -Frank se acercó a él hasta rodear su cuello con los brazos y mirarle fijamente a escasos centímetros de distancia- Pasamos poquísimo tiempo juntos y te echo de menos. - Rozó su nariz con la del pelirrojo- Además, me muero de aburrimiento solo en casa. -Añadió separándose de él y cruzando los brazos sobre el pecho.

G- Yo también te echo de menos, princesa. -Susurró volviendo a abrazarle- Pero sabes que esto es importante para mí. Búscate algo que hacer mientras yo no esté. Llama a Pete o a alguno.

F- Ellos también tienen sus trabajos. Soy el único que no hace nada.

G- Oh, es verdad. Eres un mantenido. -Bromeó.

F- Calla, estúpido.

G- Va, no te enfades. -Le dio un beso en los labios que en seguida consiguió hacerle sonreír- Tengo que irme, ¿vale?

F- ¿Seguro que quieres irte? -Preguntó en tono sugerente, rozando sus labios con los contrarios y acariciando sus contados con las manos.

G- Claro que no quiero. -Por un momento se dejó llevar por las sensaciones de Frank acariciando su cuerpo, pero volvió en sí al ver el reloj de la pared- Pero debo irme. -Se alejó con desgana de él y le besó de nuevo, más profundo esta vez, para después susurrarle- Hasta la noche. Te amo.

F- Yo también te amo.

Y le vio salir del apartamento.

Frank suspiró audiblemente y se preparó para otro día aburrido.

Estuvo un rato viendo la televisión, escuchó música, tocó la guitarra en la terraza y compuso un par de canciones.

Pero por la tarde estaba que se subía por las paredes, agobiado de estar todo el día encerrado en casa sin nada que hacer.

Así que decidió salir a dar un paseo.

Caminó por el parque y se sentó al lado de una fuente, fumando un cigarrillo y viendo a la gente pasar de un lado a otro. Y entre el gentío reconoció a una chica con una enorme barriga de embarazada.

Sonrió y corrió hasta ella.

F- ¡Jamia!

Jamia- Hola, Frankie. ¿Qué haces por aquí?

F- Pasar el rato. No tengo nada mejor que hacer. -Respondió encogiéndose de hombros y llevando una mano hasta el vientre de ella con ternura- ¿Cómo estás?

Jamia- Los dos estamos perfectos. -Refiriéndose al bebé- Muy cansada, eso sí. No sabes qué ganas tengo de dar a luz de una buena vez.

F- Es normal. Pero ya queda poco. -Una idea le golpeó de repente- Oye, sé que cuando nazca el bebé no tendrás ninguna responsabilidad con él y eso pero me preguntaba si querrías venir conmigo a comprar algunas cosas para él.

Jamia- ¿Y Gerard?

F- Está muy ocupado con un nuevo lanzamiento. Y el punto de vista de una mujer siempre viene bien.

Jamia- Entonces te acompañaré en cantada. -Aceptó con una sonrisa.

Ese día no fueron de compras, ya que la chica realmente necesitaba descansar. Pero quedaron para el día siguiente. Y el otro. Y el otro.

Juntos compraron una cuna para el nuevo miembro de la familia, un cambiador, una trona y algunos adornos para la que sería su habitación.

Las compras les llevaron varios días y tras ella empezaron a quedar para simplemente entretenerse y hacerse compañía.

Jamia sabía bien que Frank odiaba estar solo y más odiaba el aburrimiento, así que vio una buena forma de agradecerle sus cuidados pasando tiempo con él.

Pero Gerard veía eso con ojos muy diferentes.

Le daba igual que Frank pasase todo su tiempo con sus amigos, su familia o con quien fuese. Pero Jamia... Vale que la chica había cambiado y todo ese rollo, pero no podía olvidar que ella y Frank habían estado mucho tiempo siendo pareja.

Y escuchar a Frank hablando de ella todas las noches, de lo que habían hecho, lo que le había contado o cualquier otra mierda, le hacía hervir de celos.

Y esa noche estalló.

F- Jamia dice que podíamos poner este color en la pared del dormitorio del bebé, que es tranquilizante. -Le contó mostrándole una paleta con muestras de pinturas.

G- Pues si ella lo dice, tendrá razón. Jamia es tan lista y divertida. -Dijo con desprecio y sarcasmo.

F- Gee, ¿qué te pasa?

G- ¡Pues que estoy harto! Te pasas todo el día con ella y cuando estamos juntos no paras de nombrarla.

F- Por si no te has dado cuenta, paso tanto tiempo con ella porque tú estás todo el maldito día trabajando.

G- ¡Pero has elegido todos los muebles del bebé con ella! ¡Y la decoración! Dejándome a mí de lado. No me tomas en cuenta.

F- No te dejo de lado, pero si tenemos que esperar a que estés libre para preparar el cuarto, nace el bebé y sigue vacío.

G- ¿¡Puedes hacerme el favor de dejar de echarme en cara a todas horas que paso poco tiempo en casa!?

F- No te lo echo en cara, sólo te digo la verdad.

G- Vale, perfecto. Me largo. Vete con ella si tan a gusto estás. -Se levantó de la mesa del comedor y salió del apartamento dando un portazo, dejando a Frank dentro, con la mirada perdida y destrozado sin saber qué había pasado.

Pasó toda la noche en vela esperando a que su novio regresase, pero cuando llegó el medio día seguía estando solo.

Estaba asustado. Tenía pánico de que Gerard le hubiese dejado solo de nuevo.

El pelirrojo no era así. No se iría por una pelea tan tonta, y menos sin hablarlo bien antes o sin avisar. Pero que no volviese a casa le tenía de los nervios.

Después de llamar a Mikey para comprobar que al menos estaba bien y no le había pasado nada, llamó a Jamia y fue a su casa.

Lo único que podía levantarle el ánimo no era estar con ella, sino sentir a su bebé junto a él, aunque fuese dentro del vientre de la chica.

Estuvo toda la tarde con ella, quien le tranquilizó cuando Frank le contó lo que había pasado, y esta vez fue él quien no volvió a casa.

Pero a la noche siguiente se dijo que no podía escapar de los problemas. Llevaba muchos años haciéndolo, resguardándose en el alcohol y las drogas y había acabado muy mal, así que debía cambiar eso. Volvería para hacer frente a lo que hiciese falta.

Cuando se encontró frente a la puerta del apartamento, cerró los ojos y respiró hondo antes de abrir.

Todo seguía tal y como lo había dejado el día anterior. Pero unos ruidos donde las habitaciones llamaron su atención.

Despacio y sin hacer ruido caminó por el pasillo, mirando dentro de los cuartos, sin ver a nadie dentro, hasta llegar al cuarto del bebé.

Lo que allí vio le hizo respirar tranquilo y sonreír.

Gerard estaba totalmente concentrado de cara a la pared del fondo, rodeado de botes de pintura, pinceles y brochas desparramados por el suelo.

Frank le observó desde la puerta sin hacer ruido para que no le descubriese. El pelirrojo estaba terminando un dibujo en la pared frente a él. Se mordía el labio como siempre que se concentrada profundamente en algo, sus manos estaban llenas de pintura y su ropa manchada de distintos colores. También sus mejillas y su frente tenían restos de color.

Esa imagen causó gran ternura en Frank, que entró por fin en la habitación.

F- Gerard. -Le llamó desde atrás con voz suave, sobresaltándole ligeramente cuando vio que había terminado.

El pelirrojo se llevó una mano al pecho.

G- ¡Frank! Me has asustado.

F- Perdona. -Se disculpó con una risilla- ¿Qué haces?

G- Frankie. -El pelirrojo se giró, dejando los utensilios que estaba usando en el suelo, y se acercó al otro- Lo siento. Lo siento tanto. No tenía que haberme ido así la otra noche. No tenía ningún derecho a enfadarme así. He sido yo el que ha estado ausente y preocupado únicamente por mi trabajo. Además fue mi idea la de que buscases algo que hacer. Y me parece perfecto que hayas estado con Jamia y os hayáis hecho compañía el uno al otro. Sólo es que estaba celoso, entiéndeme, yo...

No pudo seguir con su alocado discurso cuando los labios de Frank se presionaron con los suyos.

F- Está bien, lo entiendo. -Le dijo cuando rompieron el beso, pero sin alejarse demasiado, aún con las frentes unidas. Pero después frunció el ceño, se cruzó de brazos y se alejó- ¡Pero no vuelvas a hacerme eso! No sabes lo mal que lo he pasado, pensé que me habías dejado de nuevo.

Gerard le miró con culpa en los ojos y no pudo resistirse a abrazarle al ver el tierno puchero de sus labios.

G- Lo siento, cariño. No volveré a hacerlo. Antes me corto la lengua.

F- No. Si vuelves a hacerlo, seré yo quien te corte otra cosa. -Y para hacerse entender, apretó con fuerza su paquete, haciéndole encogerse de dolor.

G- Vale, vale. Me lo tendría merecido. -Frank dejó de apretar, sonriendo, pero no quitó la mano, sino que le masajeó suavemente la zona para contrarrestar el dolor- Mmm, sí eso está mejor. -Suspiró, centrándose en esa deliciosa fricción. Pero todo terminó tan rápido como empezó y esa mano se alejó de él- Eres cruel.

F- Te está quedando increíble. -Comentó ignorándole y dando vueltas sobre sí mismo para ver la habitación entera, con la boca abierta.

Las cuatro paredes de la habitación estaban pintadas de azul cielo. En la esquina más cercana a la puerta había un árbol de color marrón suyas ramas iban hacia las dos paredes que se unían en ese punto, y esas ramas tenían algunas hojas verdosas y un par de pajarillos, todo pintado a mano.
En frente, en el centro de la pared contraria y entre dos ventanas, otro árbol del mismo estilo, cuyas ramas pasaban por encima de los cristales.
Por último, alrededor de toda la habitación y a la altura del suelo, había pintado hierba.

Estar en ese cuarto hacía creer que estabas en mitad del campo. Sólo faltaba el sonido de los pájaros.

G- ¿Te gusta? -Le susurró al oído tras abrazarle por la espalda.

F- Es impresionante. Eres un artista. -Gerard sonrió mostrando todos sus dientes.

G- Cuando me fui me encerré en la editorial y pasé allí la noche pensando. Ayer por la tarde volví para hacer las paces contigo pero no estabas, así que decidí hacer algo para compensar mi estúpido comportamiento. Llevo un día y medio aquí metido trabajando. No he dormido más que un par de horas cuando salí a comer algo.

F- Eh, no puedes hacer eso. Tienes que comer y dormir. Te hará mal el olor y los vapores de la pintura.

G- Estoy bien, mamá. -Bromeó.

F- Hablo en serio. Es por tu salud.

G- Ya he terminado. Comemos y me acuesto, ¿te parece? -Le dijo, rozando su nariz contra el escorpión de su cuello. Frank asintió.

Mientras Frank preparaba la cena y la mesa, Gerard se duchó, se relajó y se quitó toda la pintura de encima.

Después de cenar se metieron en la cama. Gerard no había dormido, pero Frank no había descansado nada la noche anterior por culpa de la preocupación. Así que se quedaron dormidos al momento, uno en brazos del otro, felices. Olvidando que había un mundo más allá de esa habitación.

Pero una llamada de teléfono por la mañana les trajo de vuelta a la realidad. Frank respondió adormilado.

F- ¿Quién?

-¿Eres Frank?

F- Sí. ¿Quién es?

-Soy Stella, la amiga de Jamia. Ella está en el hospital.

F- ¿Qué? -Gritó, sentándose de golpe y asustando a Gerard- ¿Qué ha pasado?

-Parece que el bebé se ha adelantado.

F- Voy para allá enseguida. Hasta ahora. -La chica se despidió y cortaron.

G- ¿Qué ha pasado, Frank?

F- Jamia está en el hospital. El bebé viene de camino.




Continuará...

1 comentario:

  1. OIOIOIOIOIOIOIOIOIO *3* Qué bonito, por dios.
    Es una mierda lo de que Gerard tenga que trabajar tanto y por un lado comprendo que Frank pase más tiempo con Jamia, y me parece genial, pero por otro lado también comprendo que Gee se ponga celoso, con Jamia nunca se sabe. Pero al parecer ha cambiado completamente y todo está bien.
    Cómo Gerard ha pedido perdón ha sido rflhñshfads Por un momento pensé que se lo iban a montar en la habitación de niño XDD Que por cieeerto, ya vieeeeeeeeeeeeeeene *-* Ayayayaya Sólo espero que con todo esto de que se adelanta no haya problemas ni nada.
    Espero el próximo.
    PD: La gente es estúpida porque no te comentan y los odio u.u

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