domingo, 22 de marzo de 2015

Hit me baby (ONHO) - Capítulo 16

CAPITULO 16: 

El móvil de Jinki vibrando en su bolsillo fue lo que le sacó de sus pensamientos. Agitó la cabeza para espabilarse y volver a la realidad. Se levantó suspirando, sacudió la parte trasera de su pantalón y sacó el móvil con pereza del bolsillo. Había tardado en responder a propósito a ver si quien fuese colgaba, pero parecía que no se rendía. 

-Hola. 

-Hola, Jinki. -La voz de Lay llegó a su oído a través del altavoz. 

-Oh, Yixing. ¿Pasa algo? 

-Hm, no. Solo quería oírte... -Onew se mordió el labio inferior. Ese chico era tan tierno...- Bueno, y disculparme una vez más por lo de antes. No pensé que fuera tan importante pero la charla de Kibum me dice que sí lo era... Perdón de nuevo. 

-No, no te disculpes. De verdad, no hay problema, antes o después debían saberlo. -Sonrió sintiendo un calor agradable en el estómago al ver cómo se preocupaba el chico- No hagas caso a Key, es un exagerado. Ya hablaré con él para que te deje tranquilo. -La risa de Yixing le hizo ampliar su propia sonria. 

-Gracias. -Se hizo un momento de silencio, como si el mejor quisiera decir algo más pero no se atreviese. Finalmente lo soltó- Estoy en tu puerta. 

Onew levantó las cejas por la sorpresa y en unos pasos rápidos con tropiezo incluido llegó a la ventana, movió un poco la cortina y le vio allí parado, mordiéndose el dedo meňique. 

-¿Por qué no has llamado al timbre? -Regresó a la puerta y abrió. Los dos chicos se quedaron mirándose con los móviles en la oreja aún hasta que Lay se dio cuenta y con una risita nerviosa guardó el aparato, imitándole segundos después el mayor. 

-No sabía si querrías verme después de lo de antes... -Agachó la cabeza mirando sus zapatos y Onew se le quedó mirando un momento antes de ponerle un dedo bajo la barbilla, hacerle levantar la cabeza y sonreírle como sólo él sabía. De esa manera en la que sus ojos se cerraban casi por completo. Esa manera que hacía latir más rápido el corazón de Lay. 

-Vamos, pasa. -Acarició suavemente su hoyuelo y se apartó del medio para dejarle pasar- Estoy solo asi que ponte cómodo. 

Cerró la puerta tras el menor y recogió su mochila del suelo, la cual llevaba ahí desde la visita de Minho. La dejó sobre la mesa del comedor y se quitó las zapatillas mientrad Yixing se sentaba muy formalmente en un lado del sofá de dos plazas. 

-No te voy a regaňar si te quitas las zapatillas y te tumbas o algo. -Rió. El menor sonrió avergonzado, se quitó las deportivas se sentó con las piernas cruzadas, más cómodo- ¿Quieres tomar algo? 

-Un refresco estaría bien. -El hoyuelo de su mejilla volvió a hacer presencia al sonreír y Onew se embobó unos segundos mirándole, hasta que se dio cuenta y salió del salón para ir a por la bebida y algo de picar, ya que su estómago rugía como casi siempre.

Al llegar al salón se acomodó al lado de Yixing, le pasó su lata y dejo un par de bolsas de patatas a su alcance, llevandose una a la boca mientras. 

-No te molesta que haya venido, ¿no? -Preguntó el menor de repente. Onew tragó una nueva patata y le miró, negando con la cabeza. 

-Claro que no. Eres mi novio, ¿no? Puedes venir cuando quieras. -Aún resultaba raro llamar novio a alguien que no fuese Minho pero con este chico podría acostumbrarse. Yixing sonrió grande y de nuevo Onew se embobó. 

Encendieron la tele y navegaron entre los canales hasta llegar a una película cualquiera, la cual acompaňaron con las patatas y los refrescos, acurrucados uno junto a otro, solo sus brazos tocándose pero cada vez más cerca. De vez en cuando Lay hacía algún comentario divertido sobre la película y Onew se reía y se retorcía en el sofá, hasta que finalmente acabó con la cabeza sobre las piernas del menor. 

Ambos chicos miraban la tele y pasaban un buen rato solo en su compaňia. Parecía mentira pero no necesitaban más.

Los dedos de Lay jugaban suavemente con el pelo de Onew, delineaban sus ragos y de vez en cuando se encargaban de alimentar al mayor. En una de esas Jinki esquivó la patata que el otro le acercaba y mordió uno de sus dedos juguetonamente. 

-¡Aunch! 

-Perdón. Lo confundí con la patata. -Bromeó. Lay alzó una ceja y dejó que la yema de su dedo mordido recorriese el labio inferior de Onew. 

Onew no podía evitar quedarse mirando a su lindo novio, ladeando un poco la cabeza. Estaba tan a gusto que por primera vez desde su roptura, no se acordó de Minho ni una sola vez. Besó la sien del menor, que se removió tiernamente y le miró de vuelta.

-¿Puedo besarte? 

-Tonto, no hace falta que preguntes eso. -Lay se mordió el labio y se arrodilló en su sitio para acercarse al otro. Había preguntado por miedo a meter la pata de nuevo pero era una tontería porque allí no había nadie más que ellos. 

Jinki se giró un poco hacia él y se relamió ligeramente los labios viéndole acercarse. 

-Eres tan hermoso, Jinki... -Las manos de Lay se apoyaron a ambos lados de su cuello y su rostro se acercó poco a poco hasta que sus tibios alientos chocaron y sus labios se rozaron débilmente- Me gustas mucho y no quiero estropearlo haciendo algo mal. 

Sus bocas chocaron por fin y ambos cerraron sus ojos al instante, dejándose llevar por ese beso dulce y envolvente. Ya no había nadie más, incluso el calor del beso de Minho fue borrado de los labios de Onew. 

Jinki levantó su mano hasta dejarla sobre la nuca del menor y enredar sus dedos delicadamente en su pelo, manteniéndolo en su lugar y profundizando el beso al ladear más el rostro. 

La boca de Lay se abría para recibir gustoso los labios y lengua del mayor, que recorría su boca con insistencia, como si tratase de grabar cada detalle en su memoria. Sus cuerpos se pegaron uno al otro y el calor comenzó a llenar sus cuerpos según el beso se hacía más rápido y desesperado. 

El primer gemido salió de la boca de Yixing. Era un sonido tan inocente pero tan ronco y sexual que cualquiera hubiera sucumbido a él. Lentamente abandonó los labios, la ligramente hinchados, y besó su barbilla, bajando a su garganta. Lamió sobre su nuez y la succionó, disfrutando del gemido que la boca de Yixing no pudo retener. 

Sin darse cuenta el cuerpo de Yixing descansaba sobre los muslos de Onew, sentado a horcajadas aún agarrado a su cuello. Las manos del mayor ahora rodeaban su cintura para sujetarlo con firmeza. Sus pechos se restregaban con cada movimiento del beso y en una de esas fueron sus pelvis las que hicieron contacto, provocando que Lay jadeara en la boca de Onew y éste mordiera el labio de Lay. 

-Y-Yo... No venía... Buscando... Esto. -Lay hablaba entrecortadamente porque Onew seguía besándose, bajando ahora por su mejilla y cuello. 

-¿Quieres parar? -Susurró, deteniendo los besos para acariciar su cuello con la nariz. 

-S-Si. Digo, no. -Lay cerró los ojos y tragó salivia, movimiento que Onew sintió bajo su nariz- Solo que... No quiero que pienses que venía aquí solo buscando esto...

Los ojos del menor se mantenían cerrados y la cabeza echada hacia atrás mientras que Onew no quería perderse nada y observaba todo con ojos voraces. El sonrojo en las mejillas de Lay, el cabello escurriendo por su frente, el movimiento involuntario de caderas... Yixing estaba caliente, probablemente casi tanto como él, pero parecía demasiado cortado como para hacer algún movimiento. 

-Yixing, te deseo. -Murmuró Onew sobre su clavícula. Notó temblar la garganta de Lay tragando con dificultad.

-Y y-yo a ti... -Se mordió el labio ahogando un gemido cuando los dedos del otro rozaron su ingle. La mano que ahora tenía sobre el pecho de Onew se apretó en tensión y comenzó a moverse como si buscase sujección.

-Quiero hacértelo. -Un susurro y un mordisco en el hombro y Yixing estaba asintiendo como un loco con la cabeza. Soltó si cuerpo y se enganchó de la cintura del pantalón de Jinki, tirando de él de vez en cuando como si quisiese arrancárselo.

Onew rió sobre su piel, le sujetó con ambas manos de la cadera. Se miraron y vieron fuego y deseo en los ojos contrarios, lanzándose a comer sus bocas como si el mundo dependiese de ello. Las manos del menor se entrelazaron tran el cuello del otro y las de Jinki encontraron sitio en los bolsillos traseros de Lay, amasando su trasero y pegándole a su pelvis. 

Lay se animó poco a poco y le levantó la camiseta hasta engancharla tras su cabeza y delineó con la lengua todos los músculos a los que llegaba, dedicándole especial atención a los pezones, ganándose sonidos de lo más sensuales por parte del mayor, quien, para no quedarse quieto, consiguió desabrochar los vaqueros de su novio y colar los dedos bajo su ropa, alcanzando la cabeza de su erección. 

El grito de Lay no se hizo esperar por no esperánselo y sus dientes dejaron una marca más que visible alrededor del pezón izquiero de Onew.

-Ah~ joder. -Jinki apretó los dientes y escabulló más profundo los dedos bajo su ropa. Se podía ver el glande rosadito del chico dejando escapar líquido preseminal y haciéndole la boca agua a Onew- Dios, Yixing. Tienes una polla preciosa. -El aludidó se sonrojó hasta el último cabello porque no esperaba oír ese tipo de cosas de boca de alguien como Onew. 

-Cállate, ash... -El mayor rió y buscó la boca del Lay mientras le hacía incorporarse en rodillas para poder bajar su ropa y relamerse ante la vista de esa erección. La rodeó con una mano y apretó suavemente, ganándose los lloriqueos de Lay, que se convirtieron en gemidos en cuanto bombeó la erección entre sus dedos. 

La propia erección de Onew dolía bajo sus pantalones pero de momento quería disfrutar de la imagen de Lay a medio desvestir, sonrojándose y aguantando el aire o echando la cabeza hacia atrás y moviendo las caderas como si follase su mano. 

De repente un dedo húmedo alcanzó el culo de Yixing, quien se detuvo unos segundos pero rápidamente se inclinó hacia adelante, dejando su trasero a disposición de su pareja. Jinki no desaprovechó el ofrecimiento y separó sus nalgas, recorriendo la endidura entre ellas con el dedo mojado y rodeando su entrada, tanteando a veces sobre ella. Finalmente fue introduciendo el dedo poco a poco, resoplando por el calor y la estrechez. No podía imaginar cómo se sentiría al tener otra parte de su cuerpo metia ahí. 

Yixing sudaba y el pelo se le pegaba a la frente. Apoyó la cabeza en el hombro de Jinki y trató de relajarse cuando el segundo dedo empezó a penetrar. 

-E-Espera... -Tragó duro una vez que los dos dedos estaban en su interior y Jinki volvió a masturbarle para distraerle. Poco después Lay movia su trasero, autopenetrándose con los dedos del mayor. Y finalmente un tercer dedo se aňadió a esos, Lay araňo el pecho de Jinki y rogó que le follase de una vez. Esa fue la primera vez que escuchó a Yixing hablar mal. 

Jinki soltó su erección, se desabrochó el pantalón y, bajando levemente la ropa, sacó su miembro y lo guió hasta el culo del otro. Con un moviminto fluido sacó sus dedos y atravesó a Yixing con su polla. 

-Santo cielo, qué estrecho estás. -Jadeó agobiado por el calor que recorrió su cuerpo y se mantuvo quieto un momento hasta que Lay se recuperó del cambio, colocó una mano en cada hombro de Jinki, y fue él quien se movió y comenzó a cabalgar al mayor, primero despacio y profundo y después más rápido y desesperado. Onew levantaba la cadera buscando las penetraciones, impulsándose con los pies en el suelo.

El salón ardía y la humedad calaba hasta los muebles. El único sonido eran sus respiraciones agitadas y el ruido de los cojines del sofá rechinando con cada movimiento. 

Lay se fue cansando y bajando el ritmo hasta que Onew volvio a agarrarle y le tiró sobre el sofá, quedando encima y terminando con fuerza el trabajo. Golpeó sin remordimientos el punto de placer de Lay y éste acabó por correrse sin necesidad de tocarse más. Jinki le siguió una embestidas después, llenando el interior del menor de espeso y caliente líquido.

Jinki se desplomó entre Lay y el respaldo para dejarle respirar y así se quedaron unos minutos, recomponiéndose y casi dormitando.

-Jinki... -Un "uhm" fue la respuesta- Eso ha sido genial. -Jinki alzó la cabeza y volvió a verle sonrojado, lo que le hizo sonreír. Delicadamente capturó sus labios y peinó su cabello, encontrándose con ese adorable oyuelo en la mejilla cuando el chico sonrió. 




A la maňana siguiente, Onew se dirigió al instituto con cierto temor, sin saber cómo le iban a tratar después de la salida del armario del día anterior. Sin embargo no fue tan malo como esperaba. La mayor parte de la gente le ignoró como hacían a menudo, algunos le miraban y cuchicheaban y otros (los que menos) le insultaban al pasar por su lado o le empujaban con el hombro. Sobre todo lo hicieron los compaňeros de fútbol de Minho. Y hablando de Minho, no se me había encontrado en todo el día, aunque sabía que estaba allí porque había oído algún comentario de las chicas sobre la ropa que llevaba esa maňana. 

Así que el día no estaba yendo tan mal como esperaba. Quitando que le tocó lidiar con un Key más distraído de lo normal, pegado cada minuto al móvil y, al parecer, repentinamente sordo, porque no hacía caso a nada de lo que Onew decía. 

-Bueno, ya basta. -En un rápido movimiento le arrebató el móvil a Key, que gritó y se removió en el sitio pero no consiguió recuperarlo- Veamos por qué razón llevas todo el día ignorándome. 

-Dámelo, Jinki. No seas tonto. -Trató de alcanzarlo y volvió a fallar. En la pantalla había una conversación de chat abierta pero el último mensaje era del día anterior. Onew frunció el ceňo. 

-¿Quién es "Puppy"? -Key se puso rojo como un tomate y retomó los intentos por coger el móvil- Quién es, Key. Dímelo y te lo devuelvo. -Le miró con picardía, sabiendo que escondía algo importante, pero el aludido no abrió la boca. En un descuido se hizo con el móvil y lo guardó en su chaqueta. 

-Eres un idiota y te odio. -Se cruzó de brazos enfurruňado y miró hacia otro lado. Onew rió de esa forma suya tan característica y después respondió.

-Está bien. Entonces no te contaré lo que le hice a Yixing ayer en el sofá de mi casa. -La atención de Key regresó a él con asombrosa rapidez, pero no solo la de él sino que Minho había decidido ese preciso momento para pasar por su lado con una lata de bebida en la mano. Estrujó la lata hasta casi doblarla por la mitad y derramar algo del contenido, y siguió su camino. Onew le vio alejarse con un nudo en la garganta pero se le pasó tras las doscientas preguntas que Key le estaba haciendo sin pausa. 

Le contó lo de la visita de Minho, la disculpa de Lay, la película y el final de la tarde en el sofá, sin entrar en detalles porque seguía dándole vergüenza hablar de esas cosas. 

-Entonces... ¿De verdad rechazaste a Minho y te tiraste a Lay, sin que fuese por despecho? -Onew asintió- ¿Y no pensaste en él ni una vez? -Onew negó y Key sonrió y aplaudió un par de veces, llamando la atención de algunos compaňeros. Onew miró alrededor avergonzado y más cuando Key gritó- ¡Enhorabuena! ¡Has conseguido dejar atras al estirado cara de rana!

Jinki trató de hacerle callar en vano pues Kibum siguió gritando cosas. Pero tal vez era cierto. Tal vez había dejado atrás a Minho y ahora podría ser feliz en su relación con Yixing. 

Tal vez. 

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