lunes, 22 de agosto de 2011

Cap. 4 "Obsesionados con el sexo"

¡Hola de nuevo!


Este capítulo está dedicado a @TeenSpirit_Mars, que me lee desde el principio (o no, pero desde hace mucho xD) y le prometí una dedicatoria en otra historia, pero como aún no la he escrito, le dedico este capítulo para que sepa cuánto la aprecio y cuanto me río con las cosas que me dice (piensa que soy una pervertida... Algo de razón tiene xD) y recordarle que debe escribir historias basadas en sus sueños porque tienen que ser alucinantes ;)


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En el capítulo anterior...


G- Creo que ya es hora de que me enseñes alguna de tus famosas películas porno caseras, ¿no crees?

Frank soltó una de sus típicas carcajadas, de esas que se asemejaban a las de un niño pequeño.

F- Ya creí que se te había olvidado, porque hace mucho que te lo dije. Pero vale, esta tarde vente a mi casa. Además -Puso una de sus gestos para ligar- estaré solo en casa...

G- Sí, sigue soñando Iero. -Puso los ojos en blanco- Luego nos vemos.

Le dio una palmadita en el trasero mientras le guiñaba un ojo y se dirigió al cuarto de baño.




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Capítulo 4:



Por la tarde, Gerard se encaminó a casa del enano como habían acordado, pero llegó un poco antes de la hora planeada. Llamó a la puerta y abrió Frank recién salido de la ducha, en boxer y una toalla sobre los hombros para recoger el agua que escurría de su pelo.

F- Vaya, vaya. Sí que tienes ganas de verme en acción que has llegado casi media hora antes.

G- No Frankie, lo que pasa es que sabía que te estarías duchando y por eso quería venir antes. -Bromeó- Bueno, ¿me invitas a pasar o no?

Frank se hizo a un lado indicándole a Gerard que pasase y se dirigieron al cuarto del menor.

Una vez allí, Gerard se tumbó boca arriba en la cama mientras Frank dejaba la toalla en el baño.

F- He pensado que no me voy a vestir porque así estoy más cómodo para ver esa película que tanto deseas ver.

Gerard se quedó pensativo- Creo que haré como tú.

Y dicho esto, se levantó y se deshizo de su camiseta, sus zapatillas y su pantalón, quedando los dos igual.

G- Ahora sí. Pon la película.

F- ¿Cual prefieres? ¿Yo con una chica o con un chico? -Preguntó mientras rebuscaba entre las películas.

G- Mmm. Con un chico. -Respondió relamiéndose los labios.

Frank soltó una risilla por lo bajo, puso la película en el reproductor y se acomodó en la cama.

Gerard se sentó apoyando la espalda en el respaldo y flexionó las piernas.

G- Vamos, ponla ya.

Frank rió por la impaciencia que mostraba el otro.

F- Antes de ponerla te explicaré mi condición.

Gerard le miró extrañado- ¿Condición?

F- Ajá. La condición para que ponga el vídeo es que no puedes tocarte hasta que acabe. Tendrás que tener las manos todo el tiempo detrás de la espalda y las piernas quietas. ¿Aceptas?

Gerard pensó unos segundos la propuesta y aceptó. Total, tampoco sería tan dirífil, o eso pensó él.

Frank se cercioró de que se colocaba como debía y puso el vídeo en marcha.

En la película aparecía Frank junto a un chico rubio mayor que él. Estaban vestidos y comenzaban a quitarse la ropa el uno al otro hasta quedar totalmente desnudos y entonces Iero empujaba al otro sobre la cama y se sentaba sobre su pelvis, apoderándose de sus labios mientras iniciaba un ligero vaivén rozando sus miembros, haciéndolos gemir y jadear.

Gerard miraba la pantalla sin perder detalle y Frank le miraba a él de la misma manera. No llevaba ni media hora el vídeo y ya notaba a Gerard con una gran erección en su boxer y desesperado por no poder tocarse.

La película continuaba con el chico rodando con Frank sobre la cama hasta quedar él sobre el menor. Le besaba el cuello y le mordía, bajaba lamiendo su pecho y llegaba hasta su cadera, mordiéndole duro donde el hueso y continuaba bajando la cabeza gasta quedar a la altura del pene del otro.
De un movimiento pasó su lengua por toda la extensión y se lo metía por completo a la boca, haciendo que el único sonido que recogía la cámara fuese el de los gemidos roncos de Frank.

Sin darse cuenta, Gerard movió sus piernas intentando aliviar su erección, pero Frank, que estaba atento a él, se le acercó, sentándose entre él y la pared para sujetar las manos del mayor tras su espalda e inmovilizar sus piernas poniendo las propias sobre ellas. "Recuerda el trato" le susurró al oído.

Con otro movimiento, Iero había girado al chico del vídeo, quedando éste de rodillas y con las manos apoyadas en el cabecero de la cama, y Frank detrás, rasguñando su espalda y dándole pequeñas mordidas que dejaban marcas rojas. Rozó un par de veces su entrepierna con el trasero del otro, haciéndole rogar por que le penetrara de una vez.
Tras desesperarle un poco, abrió sus nalgas con sus manos y se adentró en él de una sola embestida, moviéndose despacio y aumentando el ritmo cuando sus cuerpos lo pedían hasta que se derramó en su interior y el otro sobre el colchón.
Después de unos minutos de descanso, Frank se acercaba a la cámara, le guiñaba un ojo mientras sonreía de lado y la apagada, dando por finalizada la película.

Gerard tenía la respiración agitada y lo único que pudo decir fue un "guau".

Frank volvió a reír y volvió a su sitio del principio, dejando a Gerard libre de moverse otra vez.

F- ¿No vas a decir nada? -Preguntó con una enorme sonrisa en su boca.

G- ¿Qué quieres que te diga? ¿Qué me has vuelto a poner duro? -Le dijo con sarcasmo.

F- Eso me vale. -Respondió éste de forma provocativa, acercándose a gatas al mayor.

G- ¿Puedo tocarme ya? -Estaba desesperado.

F- Mm.. Se me ocurre algo mejor. -Dijo levantando una ceja.

Y dicho esto, terminó de acercarse, le cogió de las piernas y tiró de ellas hasta dejarle tumbado, pasando después a sentarse sobre su cadera y comenzar a rozarse como momentos antes había hecho en la película.

Gerard gemía y levantaba su cadera para aumentar el contacto a la vez que ponían sus manos en la cintura de Iero para apretarle más contra él.

La sonrisa de Frank no desaparecía de su cara mientras los dos se miraban a los ojos, que mostraban el placer y la lujuria propios del momento.

G- Muévete más rápido, enano.

Dicho y hecho. El movimiento cada vez era más veloz y más fuerte entre los dos, obligándoles a soltar altos gemidos y gritos de placer hasta que se corrieron dentro de sus boxers.

Frank se dejó caer a un lado de Gerard quedando también boca arriba, intentando reponer sus respiraciones.

Estuvieron en silencio hasta que Gerard habló.

G- Joder, eso ha sido bestial... -Comentó mirando el techo.

F- Claro. Es que la compañía es lo que tiene.

G- Ag Frank, siempre estropeando el momento. -Gerard se incorporó, se puso sobre Frank y le atacó a cosquillas, sabiendo que era un punto débil del pequeño.

F- No, pero tienes razón. -Continuó con la conversación cuando Gerard le dejó libre- Siendo los dos tan buenos con el sexo, no se porqué no se nos ocurrió "practicar" juntos. Total, somos amigos.

G- Cierto. Podemos jugar sin problemas.

F- Exacto. Así que... ¿Follamigos? -Preguntó sonriendo mientras le acercaba una mano para cerrar el trato.

G- Follamigos. -Tomó su mano y la apretó, sellando el pacto.





Continuará... 





viernes, 19 de agosto de 2011

Cap. 3 "Obsesionados con el sexo"


En el capítulo anterior...


Después de la fiesta, Frank llevó a Gerard a su casa y como era muy tarde éste le invitó a dormir.

[...]

F- Ni loco cargo solo ahora con esa cama. Y tampoco dormiré en el suelo. -Y dicho esto se lanzo a la cama de Gerard, junto a él, quedando los dos dormidos al instante.





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Capítulo 3:


Ese día, como casi todos, y con más razón después de la fiesta que habían tenido, ambos tuvieron sueños bastante subidos de tono. Y por ello, cuando despertaron tenían una más que notable erección entre sus piernas.

El primero en despertar fue Gerard.

Cuando abrió los ojos notó que no estaba solo en la cama, y vagamente recordó lo que había pasado esa noche al llegar a casa.

Frank, que seguía dormido, tenía un brazo alrededor de su cintura, dejando la mano muy cerca de su entrepierna, y su pecho estaba totalmente pegado a la espalda del mayor. No solo su pecho, sino que su cadera se apretaba contra el culo de Gerard, dejándole notar su dureza, lo que solo sirvió para que el mayor (como buen vicioso que era) al momento de sentirla, se excitase más aún.

G- Frank. Frank, despierta. -Habló girando la cabeza hacia atrás.

Pero no le hacía caso, así que decidió moverse, pero el brazo de Frank se lo impedía, así que sólo podía moverse de una forma.

Comenzó a restregar su culo contra la pelvis de Frank, haciendo que este soltase un leve gemido por la fricción.

Al poco rato, Frank abrió los ojos y se dio cuenta de dónde estaba y con quién.

F- Mierda Gerard, ¿qué haces?

G- Despertarte. Ya que no me hacías caso cuando te llamaba... Joder, te levantas duro, ¿eh? -Comentó riendo y moviendo una vez más su trasero.

F- Mira quién habla. -Le respondió Frank moviendo la mano que tenía cerca de la entrepierna de Gerard por encima de ésta, sólo rozándole un poco.

G- Mm Frank, no hagas eso. -Se mordía el labio, haciendo que Frank estallase en carcajadas.

Frank se alejó de Gerard y se tumbó boca arriba. Cogió una esquina de la sábana y se tapó con ella para después meter una mano bajo su boxer.

Gerard se giró quedando en la misma postura y miró a Frank.

F- No me mires, pervertido. -Bromeó mientras se tocaba, y algunas imágenes de la noche anterior llegaron a su mente.

G- Tú eres el pervertido. Y te encanta que te mire. -Gerard también metió una mano bajo su ropa y comenzó a masajearse, sin desviar la mirada de Iero, quien le devolvía la mirada y de vez en cuando sonreía con un brillo de lascivia en sus ojos.

G- Ha sido bueno... -Dijo Gerard cuando terminaron, casi al mismo tiempo.

F- Conmigo SIEMPRE es bueno, nene. Algún día lo sabrás.

G- Otra vez tu gran ego... -Rodó los ojos.

F- Já. Como si tú no pensases lo mismo. ¿Cómo era? Ah, sí. Te pongo "jodidamente-duro". Creo que fueron tus palabras exactas. -Se burló Iero antes de lamerle el lóbulo de la oreja que más cerca tenía.

Gerard carraspeó antes de hablar- Sí, eso fue lo que dije. Y si mal no recuerdo, después de eso me besaste, enano.

Frank hizo una mueca de niño pequeño por haber perdido esa batalla.

G- Anda, levántate ya. Vamos a lavarnos y bajamos a comer algo. -Dijo dando pequeños empujoncitos al más pequeño.

*

F- ¿Qué me miras?

Frank y Gerard habían decidido salir a comer a un restaurante que había cerca de la casa del mayor y Frank se estaba poniendo nervioso porque el otro no dejaba de mirarle con una estúpida sonrisa en el rostro.

G- Nada... Solo recuerdo cosas. -Respondió con voz juguetona mientras calaba su cigarro.

F- Ya imagino... Si tanto te gusta mirarme cuando hago esas cosas, deberías verme follar. -Susurró cerca del oído de Gerard- Te morirías del gusto.

G- Oh, ¿en serio? ¿Y cuándo podré ver eso? -Sonrió mirándole con deseo.

F- Espera sentado si crees que así tal fácil lo verás y vivirás en directo, Way.

Mientras decía esto acercó su mano por debajo de la mesa al muslo del otro y lo acarició lentamente, acercándose peligrosamente a su entrepierna

F- Me refería a verme follando, en vídeo.

Iero dejó su mano quieta, casi rozando la parte más sensible del cuerpo del mayor, quien lo miraba con cara de no entender a qué se refería.

G- Qué pasa, ¿has hecho porno?

F- Algo así... Porno casero, ya sabes. Siempre quise grabarme mientras follaba y ya lo hecho un par de veces -Comentó con tono inocente- Con una chica... -Silencio- Y con un chico...

Acercó su mano un poco más a la entrepierna de Gerard, que no tardó en responder al leve contacto y en unos segundos tenía una gran erección en el pantalón.

F- Anda, ve al baño y sácate eso de encima, nene. -Retiró su mano y sonrió con malicia.

G- Maldito enano del demonio... -Se levantó intentando disimular el bulto que le hacía andar raro y fue al baño mientras Frank no podía dejar de reír.

*

Ya habían pasado unas semanas desde la fiesta erótica en casa de Jared y Frank y Gerard estaban cada vez más unidos. Y sus amigos empezaban a pensar que en realidad eran mucho más que simples amigos debido a comentarios que se lanzaban entre ellos, pequeños roces delante de todo el mundo y cosas por el estilo.

Pero lo cierto es que solo eran bromas que ninguno de los dos se tomaba en serio.

Era lunes y los chicos estaban contándose lo que habían hecho durante el fin de semana.

Ray- Mi novia y yo hemos estado todo el fin de semana en una casita que alquilamos en la playa. Pensábamos hacer turismo por la zona, pero creo que solo salimos una vez de la casa, ya me entendéis...

Una risa colectiva invadió el ambiente.

Mike- Yo conocía a una linda chica el sábado en un café. Estuvimos hablando y vamos a quedar este fin de semana otra vez.

F- Queremos detalles jugosos, Mike. ¿Te la llevaste al baño? ¿Se lo comiste bien?

Mike- Joder Frank, aunque no lo creas no todos somos unos cerdos como tú. Algunos ni damos un beso en la primera cita. -Dijo haciendo comillas con los dedos en la última palabra.

Algunos de los chicos abuchearon la cursi aclaración de su amigo.

F- Buah, que aburrido eres Michael.

G- Lo que pasa es que seguro que era una estrecha, ¿a que sí capullo?

Mike se sonrojó ligeramente porque era cierto. Él como todos sus amigos siempre quería ir más allá de todo en la primera cita, pero esa chica le había frenado desde el principio. Si no llega a ser porque realmente se había colado por ella, no pensaría ni volver a verla.

Jared- Eso responde a tu pregunta, Gee.

Shannon- ¿Y tú qué has hecho este fin de semana Gerard? Mucho hablar del pobre Mike pero seguro que no te has comido una rosca... -Preguntó picándole con el dedo en el pecho.

G- Tienes razón Shannon, estos días no me he comido una rosca... -Puso cara de pena- ¡Me he comido dos!

B- Buah, no te flipes tío.

G- Preguntadle a mi hermano. -Se encogió de hombros- El sábado tuve que ir con él y mi madre a ver a una amiga de ella al hospital y allí vi a una enfermera con un uniforme minúsculo. Me acerqué, le dije dos o tres guarradas al oído y a los 5 minutos tenía mis dedos dentro de ella en la sala de quirófanos mientras me hacía una mamada.

Los demás chicos le miraban con los ojos como platos, excepto Frank que miraba para otro lado sonriendo, acostumbrado a que Gerard hiciese esas cosas y se lo contase con pelos y señales, igual que hacía él.

G- Y el domingo iba por la calle con Mikey y me metí en una biblioteca...

M- ¿Gerard Way en una biblioteca?

R- Eso es imposible...

Gerard ignoró los comentarios.

G- ... entré en una biblioteca porque tenía que ir al baño -Los demás soltaron un "ahhh"- Y allí había una chica de gafas rodeada de más de 15 libros. Me acerqué y le dije que necesitaba relajarse. Total, que a los 15 minutos me estaba pajeando en uno de los pasillos de la biblioteca a la vez que me comía la boca.

Jared- No me lo creo... No flipes Way, es demasiado.

F- Yo que vosotros me lo creería... Lo que no me creo es que disfrutases, Gee. ¿Cómo ibas a hacerlo si no me tenías gimiendo cerca de ti? -Realizó esta pregunta cerca del oído de Gerard, añadiendo un gemido al final.

Todos los que estaban allí se quedaron a cuadros cuando escucharon ese comentario. Sabían que en cuestiones de sexo eran iguales, pero no se imaginaban que algunas aventuras las compartían tan de cerca.

Por otra parte, el comentario y la forma de decirlo hizo que cierta parte de la anatomía de Gerard despertase, lo cual no pasó inadvertido para Frank.

F- ¿Ves? Nadie te pone más que yo. -Rió con superioridad.

G- Cállate, enano.

Ray- A ver chicos, ¿nos vais a explicar qué demonios está pasando entre vosotros? ¿Qué os traéis juntos?

G- No hay NADA entre nosotros. Sólo que ya sabéis que compartimos ciertas aficiones... -Al decir esto los chicos les miraron con cara de desconcierto por lo que tuvo que añadir- Pero cada uno por su lado.

F- Exacto. Como buenos amigos, nos ayudamos en todo lo que haga falta. -Le guiñó un ojo a Gerard y se pasó la lengua por los labios antes de lanzarse a reír como un desquiciado, siendo seguido por Gerard.

Shannon- Bueno, después de esta conversación tan... extraña, hay que volver a clase, que ya ha sonado el timbre.

G- Id vosotros, yo tengo que hacer algo antes.

Los demás se adelantaron cada unos a sus respectivas clases, excepto Frank.

F- ¿Ahora te toca un viaje al baño, eh? Deberías de aprender a controlarte, Way. Aunque resistirse a mi es imposible.

G- Jódete Frank, vaya ego que tienes cabrón. -Dijo riendo- Por cierto, hoy es viernes y no hay planes. Creo que ya es hora de que me enseñes alguna de tus famosas películas porno caseras, ¿no crees?

Frank soltó una de sus típicas carcajadas, de esas que se asemejaban a las de un niño pequeño.

F- Ya creí que se te había olvidado, porque hace mucho que te lo dije. Pero vale, esta tarde vente a mi casa. Además -Puso una de sus gestos para ligar- estaré solo en casa...

G- Sí, sigue soñando Iero. -Puso los ojos en blanco- Luego nos vemos. -Le dio una palmadita en el trasero mientras le guiñaba un ojo y se dirigió al cuarto de baño.




Continuará...



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Solo una cosa que añadir.

MUCHAS GRACIAS POR LEER Y COMENTARME.

De verdad no pensaba que tanta gente leyese mi fic, así que estoy más que contenta ^^





martes, 16 de agosto de 2011

Cap. 2 "Obsesionados con el sexo"

¡Hola! Aquí os dejo el segundo capítulo ya que por el momento el fic está teniendo buena acogida :D

Solo decir una cosa.

Le dedico este capítulo a SHEILA HERNÁNDEZ, grandísima chica que se lo merece por soportarme.
Que sepas que aún tengo que escribir algo que será únicamente dedicado para ti.
Y como ayer tuvimos el momento sentimentaloide, te repetiré hoy que te quiero y que espero que no olvides NUNCA nuestros planes :)

Y sin más dilación, os dejo con el nuevo capítulo.


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Capítulo 2:


Así fueron pasando los días y las semanas y Frank y Gerard se hicieron grandes amigos gracias a todo lo que compartían.

Repitieron lo del primer día otros muchos y otras veces simplemente quedaban para escuchar a sus grupos favoritos o iban por ahí a dar una vuelta.

Se hicieron tan amigos que incluso sus colegas comenzaron a ir todos juntos, uniéndose en un solo grupo formado por ellos dos, Ray, Pete, Jared, Ville, Shannon, Bill y Mike.

Era viernes y estaban en el tiempo libre cuando llegó Jared donde estaban los demás con noticias para ese día.

Jared- Chicos, tengo buenas noticias. ¡Esta noche hay fiesta en mi casa! Espero veros a todos allí.

Todos- ¡Si!

Bill- ¿Y qué tipo de fiesta será?

Ray- ¿Habrá alcohol?

Shannon- ¿Buena música?

Pete- ¿Drogas?

F y G- ¿¿Sexo??

Todos se echaron a reír.

Ville- ¿Vosotros no pensáis en otra cosa no?

F- No seas mamonazo ¡que vosotros sois iguales a nosotros! -Frank se hacía el indignado.

G- Además, estamos orgullosos de ser así -Gerard pasó su brazo por los hombros de Frank.

Jared- Bueno, de todas formas hacéis bien en preguntar, porque la fiesta es una fiesta... Tambores, por favor: ERÓTICA.

Todos empezaron a jalear y gritar, entusiasmados con la idea.

Jared- Bueno, a partir de las 10 en mi casa. Y si no vais en ropa interior no podéis entrar. -Y se fue junto con su hermano Shannon, Ville y Mike para terminar de preparar la fiesta.

Cuando terminó el descanso cada uno se fue a su clase y cuando éstas terminaron, a sus casas a prepararse.

Frank pasó a buscar a Gerard antes de ir a la fiesta.

G- Pasa, aún estaba eligiendo qué ponerme -Cuando abrió la puerta solo llevaba una toalla atada a la cintura.

F- Hay que ir en ropa interior, ¿qué tienes que pensar? -Bromeó.

G- Nunca se sabe quien va a verte en boxer y hay que causar buena impresión. -Dijo guiñándole un ojo.

F-Cierto... Aunque también es cierto que no se sabe cuánto tiempo te va a durar puesto, así que no tiene mucho sentido comerse la cabeza. -Se mordió el labio.

G- ¿Y tú qué? ¿Te has puesto los primeros boxer que has pillado o qué? -Le dirigió una mirada inquisitiva.

F- Claro, el primero que he visto.

G- No te creo, siempre tardas un montón en elegir tu ropa. Enséñamelos para que te crea...

F- Pero qué dices tío...

G- Venga Frankie, no te hagas el estrecho porque te conozco bastante bien y no te pega. -Fijo mientras se acercaba a él sensualmente.

F- Gerard, si vas a verme después.

Pero el mayor no le hizo caso. Siguió acercándose despacio a Frank hasta quedar casi pegado a él y pasó sus manos por los brazos del más pequeño hasta llegar a su cintura, la cual acarició siguiendo la línea del pantalón.

Para este momento Frank se había rendido y simplemente se dejaba hacer, algo que no le pasó inadvertido a Gerard.

G- Así me gusta... -Susurró al oído del otro, haciéndole escapar una risilla.

Gerard llevó sus manos al cierre de Iero y lo desabrochó despacio, para dejarlo caer después. Se quedó observando el ajustado boxer de Frank y más en específico el bulto que había bajo ellos.

G- ¿Te pongo? -Dijo riendo.

F- Me pones duro nene. -Susurró en su oído- Y veo que tu estás igual. -Dirigió una mirada a la zona donde su toalla se elevaba- Vamos, date prisa o llegaremos tarde. -Apartó a Gerard de su lado de un empujón y se subió el pantalón como si no hubiese pasado nada.

G- Maldito enano...

Gerard soltó la toalla de su cintura, quedando totalmente desnudo ante Frank, el cual sintió un fuerte tirón dentro de su pantalón, cogió un boxer de licra con el logo de Superman y se lo puso para después terminar de vestirse.

F- ¿Lo has hecho a propósito verdad?

G- No sé de qué me hablas -Se hizo el desentendido y se dirigió a la puerta sonriendo- Vamos, son las 11:30 ya.

Juntos fueron en el coche de Frank hasta la casa de Jared.

Cuando llegaron vieron a un par de chicas entrar en la casa llevando solo un sujetador y un tanga. Los dos se miraron sonriendo y se quitaron la ropa dentro del coche, dejando solo la ropa interior. Después fueron hacia la fiesta.

Cuando llegaron a la puerta se quedaron con los ojos como platos. Más de 50 personas estaban allí dentro, unos en ropa interior, a algunas chicas les faltaba alguna prenda y otros directamente ya no llevaban nada.

La casa tenía una iluminación muy tenue, muy sensual, y estaba decorada con globos de colores de formas insinuantes. En el suelo había gran cantidad de cojines para que la gente se acomodase sobre ellos, cosa que muchos ya habían hecho. Y sobre las mesas, dentro de las típicas fuentes de comida, en vez de alimentos había sobrecitos de condones de colores y sabores.

Antes de poder poner un pie en la fiesta, cuando solo llevaban unos segundos en la puerta, Pete y Jared aparecieron delante de ellos, con bastantes síntomas de borrachera.

Jared- Joder, ¡por fin venís! Los más viciosos y ya creía que no vendríais.

Pete- ¿Como pudiste pensarlo siquiera? Estos dos no se pierden una fiesta así ni de coña. ¿Cierto, chicos? -Los dos asintieron con la cabeza sonriendo- Cabrones, venís empalmados de casa, ¿se puede saber qué habéis estado haciendo?

F- La culpa ha sido de Gerard, pregúntale a él que yo me voy a ver que se cuece por ahí. -Y se fue, dirigiendo una última mirada lasciva a Gerard.

G- No le hagas caso. Voy a pillar algo de bebida. Chao chicos.

La fiesta solo llevaba unas dos horas y ya era un desmadre total. En todas las partes de la casa había gente bebiendo, fumando, follando... Todo lo que se pudiese hacer.

Gerard se preparó una copa de whisky y se adentró en la fiesta. Si ya venía duro, eso no era nada comparado con cómo se encontraba ahora. Estuvo como una hora hablando con gente, bebiendo y jugando con alguna que otra persona a juegos no aptos para menores. Exactamente con dos chicas y un chico, porque como ya se ha explicado, no le hacía ascos a nada.

Cuando ya eran cerca de las 3 de la mañana no quedaba nadie sobrio en la fiesta y casi todos estaban por pareja o por grupos.

Después de dejar a la última chica en el baño, Gerard se encaminó hacia el salón principal de la casa y de camino se encontró a Ray toqueteando a su novia, a Mike tirándose a una tipa contra la pared y a Bill y Ville montándose una orgía privada con una chica y un chico.

Pero lo que le dejó paralizado lo encontró cuando llegó al salón.

Allí, en una esquina, se encontraba Frank, y no estaba solo.

Estaba echado sobre un montón de cojines. Bajo él estaba una chica a la que se follaba a una velocidad sobrehumana y de pie había un chico rubio que metía y sacaba su polla de la boca de Frank, quien la chupada y mordía como si le fuese la vida en ello.

"Es como una jodida película porno" pensó Gerard, que se había quedado pegado mirando tal escena.

Sentía que su pene explotaría si seguía mirando y no hacía nada, así que metió su mano bajo el boxer y comenzó a masturbarse rápido y duro sin despegar su mirada de Frank.

Éste, en uno de sus movimiento, descubrió lo que estaba haciendo Gerard y, al darse cuenta de que no dejaba de mirarle ni un segundo mientras se tocaba, no pudo evitar sonreír, aún con la polla del otro chico en su boca. Por alguna razón, saber que Gerard le estaba mirando le ponía más caliente aún.

Cuando Frank sintió que el otro chico estaba a punto de correrse en su boca, lo sacó de ahí y le acercó al pecho de la chica, donde se corrió. Y momentos más tarde, cuando era él el que iba a terminar, salió de la chica y se derramó en su estómago también, cayendo muerto de cansancio a un lado.

No dejó de mirar a Gerard, quien también estaba a punto de correrse, y antes de hacerlo, cogió a un chico que estaba a su lado, metió el pene en su boca y se vertió allí.

Después de esto y de todo lo anterior, tanto Gerard como Frank estaban agotados, así que, sin decirse una sola palabra, salieron a la calle a tomar aire fresco. Se tumbaron en el césped y Gerard sacó su paquete de tabaco.

G- ¿Quieres uno? -Le ofreció a Frank, sujetando un cigarro en sus labios.

Frank asintió y se encendió uno para él.
Fumaron en silencio hasta que a Gerard se le acabó su cigarro.

G- Dame una calada, tío.

F- ¡Pero si tienes un paquete casi entero! -Dijo echando el humo.

G- Sí, pero quiero del tuyo. -Frank se lo pensó un momento.

F- Te vi antes... Te gusta mirarme mientras follo. ¿Cómo te pongo Gee? Dímelo y te doy una calada. -Dijo con picardía y mordiéndose el labio.

Gerard resopló y rodó los ojos.

G- Vaya ego que tienes Frank...

F- ¿No que querías fumar?

G- Joder... -Hizo una pausa mientras pensaba qué decirle. Resopló otra vez- Jodidamente duro, Frank. -Se acercó a su oído para susurrar- Me-pones-jodidamente-duro-nene.

Frank sonrió por salirse con la suya, dio una calada y sin previo aviso se acercó a la boca de Gerard, besándole y pasándole todo el humo. Se separó y comenzó a reír mirando hacia el frente.

G- No me esperaba eso... La verdad es que así sabe mejor. -Dijo con las cejas arqueadas por la sorpresa- De todas formas, hemos hecho un trato, así que ¡dame el puto cigarro de una vez, Iero!

Frank comenzó a reír más fuerte y le pasó lo que quedaba de cigarro a Gerard.

Después de la fiesta, Frank llevó a Gerard a su casa y como era muy tarde éste le invitó a dormir.

Cuando entraron a la casa, Donna se encontraba en la cocina, preparada para irse a trabajar.

Donna- ¿Os parece bonito llegar a estas horas de la mañana? Oh Dios mío, ¿dónde está vuestra ropa?

Los chicos habían entrado sólo con la ropa interior puesta, el resto de la ropa aún seguía en el coche.

G- Está en el coche, mamá. Ahora déjanos que nos vamos a dormir. -Le contestó esquivándola y encaminándose a las escaleras.

F- Tú madre va a pensar cosas raras... No es la primera vez que andamos por ahí en ropa interior cuando estamos los dos solos. -Rió mientras le seguía.

Se suponía que sacarían la cama supletoria del cuarto de invitados para que Frank pudiese dormir en el cuarto de Gerard, pero éste cambió de idea.

G- Oye Frank, duerme en el suelo, porque paso de andar sacando la otra cama -Dijo mientras se tiraba en su cama nada más entrar a la habitación.

F- ¡Qué dices tío! Encina de que me invitas... No pienso dormir en el suelo, Way.

G- Pues saca tu la cama, pero conmigo no cuentes. -Se dio la vuelta, dándole la espalda al otro.

Frank lo pensó unos segundos antes de decidirse.

F- Ni loco cargo solo ahora con esa cama. Y tampoco dormiré en el suelo.

Y dicho esto se lanzo a la cama de Gerard, junto a él, quedando los dos dormidos al instante.




Continuará...



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Gracias por leer y comentarme en algún lugar qué os parece, por favor ^^

viernes, 12 de agosto de 2011

NUEVO - Obsesionados con el sexo - Cap. 1


¡Hola! Aquí estoy de nuevo, con una nueva historia.
Los personajes son los mismo (viva el Frerard xD) y es la última historia sobre ellos que escribiré en un tiempo. Tengo nuevas ideas pero ya no serán sobre ellos.
Espero que las que leísteis mis fics anteriores no me hayais abandonado y leais este también.
Y que me comenteis que os parece, como siempre xD


Le dedico este capítulo a la grandiosa y genial Sara Chemical Dream. Muchas gracias por tus comentarios y tu apoyo. Ya te dije que eres mi lectora favorita :)

Pero a las demás os quiero igual, que lo sepais ^^



Y sin más, aquí va el primer capítulo.


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Capítulo 1



"Oh, mierda, otra vez no..." pensaba Gerard mientras estaba en clase.
Había dejado volar su pervertida imaginación y ahora tenía un problema dentro de su pantalón. Y no era la primera vez que le ocurría.

Gerard Way es un chico de 19 años que solo tiene una cosa en la cabeza: SEXO. No es que sea un salido, simplemente AMA el sexo y no puede evitarlo.

Way pidió permiso para salir de clase y se dirigió al baño rápidamente para solucionar las cosas. Entró a toda velocidad sin fijarse ni si quiera si había alguien más allí dentro y abrió la puerta de uno de los cubículos. Pero no se imaginaba lo que encontraría dentro.

Allí había un chico un poco más bajo que él apoyado contra la pared, con los ojos cerrados y la mano dentro de su pantalón, gimiendo como un loco.

El chico era Frank Iero, de 18 años.

Gerard se quedó paralizado hasta que notó que su pantalón cada vez le apretaba más y más.

G- Mierda... -Murmuró antes de darse la vuelta para ir a otro cubículo.

El otro chico le escuchó y abrió los ojos justo a tiempo para verlo marcharse. Terminó con lo que estaba haciendo y salió de cubículo. Se acercó al lavabo a lavarse las manos, avergonzado porque le habían pillado, cuando comenzó a escuchar gemidos débiles de donde el otro chico se había metido. Los sonidos aumentaban y cada vez eran más desesperados, hasta que escuchó un último grito y todo quedó en silencio excepto por el sonido de la ropa al colocarse.

Frank se apoyó contra el lavamanos y esperó a que el otro chico saliese. Éste salió, se lavó las manos y se giró hacia Frank.

-Ey tío, perdona por interrumpirte antes. -Le dijo mientras reía.

Frank sonrió de medio lado- No te preocupes. Casi me has ayudado a llegar y todo.

G- ¿Eres un pervertido no? -Dijo Way levantando una ceja.

F- Mm.. Tal vez un poco. -Frank amplió su sonrisa- Frank Iero -Añadió tendiendo una mano al otro.

G- Gerard Way. Y también soy un poco pervertido.

Los dos se echaron a reír. Salieron del baño y decidieron que no les apetecía volver a clase así que se dirigieron al patio donde nadie los viese y se tumbaron en el césped mientras charlaban.

G- Así que en vez de estar en clase te vas al baño a pajearte ¿eh? -Bromeó Gerard.

F- Algo así... -Dijo mientras reía- Y por lo que he oído allí dentro, tu igual... -Le guiñó un ojo- Nah, en serio, es que hay veces que no puedo aguantarme, esté donde esté. Ya te he dicho que soy un poco pervertido.

G- Vaya, por fin encuentro a alguien como yo -Se carcajeaba Gerard.

Estuvieron hablando durante el resto de clases y descubrieron que realmente eran muy parecidos. Los dos estaban obsesionados con todo lo que estuviese relacionado con el sexo y no le hacían ascos a nada. Les daba igual donde, cuando y como.

Cuando terminaron las clases salieron del recinto para irse cada uno a su casa.

G- Oye, ¿quieres venir a mi casa a ver unas películas? -Le preguntó Gerard a Frank.

F- ¿Películas? ¿De qué tipo? Espero que sean las que me imagino... -Frank miró al otro de forma traviesa.

G- Justo esas, nene. -Le guiñó un ojo y se encaminaron a casa de Gerard.

Llegaron, Gerard saludó a su madre Donna y subieron a su cuarto, pero por el camino se encontraron con su hermano.

-Ey, Gerard, ¿quién es él?

G- Hola Mikey. Él es Frank.

Los dos se estrecharon la mano.

M- Y ¿qué vais a hacer?

G- Vamos a ver unas películas...

M- Ui Frank, ten cuidado porque mi hermano es un salido. A saber qué películas te pone.

F- No te preocupes Mikey. Seguro que no pone nada que no me guste... -Dijo Frank dirigiendo una mirada cómplice a Gerard.

G- Bueno Mikey, nos vamos a mi cuarto, no molestes anda.

Frank se despidió de Mikey y entró a la habitación de Gerard detrás de él. Se quedó quieto mirando la habitación, asombrado.

G- ¿Qué esperabas? ¿Una habitación llena de artilugios sexuales, fotos y revistas porno o cosas así? -Preguntó Gerard riendo por la cara que tenía Iero- Aunque bueno, esas cosas las tengo, pero escondidas. No quiero que mis padres piensen que soy un depravado.

Frank rió- No, no es eso. Es que tu habitación es casi idéntica a la mía... Tenemos un par de posters iguales, como ese de los Misfits. Y el de Iron Maiden. Parece que no solo somos igual de salidos, sino que nos gusta la misma música. -Comentó riendo.

G- Vaya, parecemos almas gemelas -Gerard levantó las cejas- Bueno, ¿vemos las películas?

Frank sonrió con lascivia y se tiró en la cama de Gerard, con la espalda apoyada en la pared y de frente a la televisión. Gerard rebuscó en un armario y sacó una caja perfectamente camuflada repleta de películas.

G- Elige: Hetero, gays, lesbianas, porno bisexual, hentai, sexo duro, orgías, bondage, dogging, sadomasoquista... (1)

F- Vale, vale, vale. Me ha quedado claro que tienes de todo -Le interrumpió Frank sin para de reír- Las orgías me gustan.

G- Debí imaginarlo -Gerard se dirigió a la televisión, puso la película y se giró hacia Frank- Lo siento pero yo para ver estas cosas estoy más cómodo sin pantalones. -Y dicho esto se los desabrochó y se los sacó de un tirón.

Frank se quedó atontado mirando a Gerard, quien ya tenía una ligera erección que se notaba en sus boxer. Cuando Gerard se dio cuenta de lo que miraba, dejó escapar una risilla y se acomodó al lado de Frank, en la misma postura que él.

G- No te molesta ¿no? -Preguntó.

F- No, claro, no hay problema. Yo en mi casa hago lo mismo...

G- Puedes quitarte los pantalones si quieres. Para estar más cómodo, digo. Solo estamos los dos.

F- No, da igual, estoy bien así. -Dijo mientras le sonreía.

G- Okay, pongamos la película y disfrutemos. -Los dos sonreían.

Comenzó la película y al poco rato estaban los dos más que empalmados. Gerard se acariciaba sobre el boxer, intentando disimular un poco. Y a Frank le molestaba el pantalón. MUCHO. Así que de repente se puso en pie y se lo quitó corriendo, volviendo a sentarse, mucho más cómodo.

G- Ya te lo dije. -Bromeó Gerard sin dejar de mirar la película.

Way seguía sobándose sobre la tela y se le escapó un gemido, lo que hizo que Frank se calentase más de lo que ya estaba y no pudo aguantar más, por lo que metió su mano bajo el boxer y comenzó a masturbarse rápido y fuerte, intentando no gemir muy alto, pues estaban Donna y Mikey.

F- Mmm, joder.. -Jadeaba Frank mordiéndose el labio.

Gerard dejó de lado la tela de su boxer y metió su mano bajo ésta, agarrándose duro, pero moviéndose más despacio, gimiendo tanto o más que Frank.

Continuaron así largo rato y cuando la película estaba por terminar se corrieron en sus manos, quedando exhaustos.

F- Oh, dios, eso ha sido bueno, nene... -Comentó Frank con la voz agitada.

G- MUY bueno. Y tener a alguien al lado haciendo lo mismo lo hace más excitante... -Rió.

Gerard cogió una caja de pañuelos que tenía preparada para casos como este en la mesita de noche y se la tendió a Frank para que se limpiase. Se limpiaron y se tumbaron en la cama un rato hasta que su respiración se normalizó.

F- Bueno, ha sido un placer pero creo que ya es tarde, es hora de irme a casa. -Frank se levantó y se puso el pantalón mientras que Gerard no podía evitar mirarle.

F- Gerard, te estoy hablando. -Frank agitaba una mano frente a la cara del otro.

G- Perdona, estaba pensando en... Da igual. ¿Qué decías?

F- Que si nos vemos mañana en el instituto.

G- ¡Claro! Allí nos veremos. Venga, te acompaño a la puerta. -Se levantó de la cama y se puso una sudadera.

F- ¿Vas a salir así, en boxer? ¿Qué va a pensar tu familia que hicimos? -Dijo Frank riendo.

G- Que piensen lo que quieran. -Respondió encogiéndose de hombros y salió del cuarto, con Frank siguiéndole.

En el camino se cruzaron con Donna, que al ver a Gerard le regaló una mirada interrogante, pero su hijo pasó completamente y siguió caminando hasta la puerta, donde se despidió de Frank.

Un solo día de conocerse, y ya estaban seguros de que esa amistad no se rompería fácilmente.



Continuará...



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(1) Aquí os dejo la definición de unas palabras (tipos de porno exactamente xD), por si no sabeis lo que son:

Hentai: Manga porno
Bondage:
arte de atar a otra persona, dentro de un ámbito erótico, ya sea en su totalidad o parte del cuerpo.
Dogging: Sexo al aire libre

sábado, 6 de agosto de 2011

This is the best day ever - Cap. Especial (parte 2)

ADVERTENCIA: Alto contenido sexual, no apto paracardíacos. Se recomienda leer con un vaso de agua al lado.

¡Disfrutad!


Anteriormente...


-¿Y ahora dónde vamos? -Preguntó Gerard antes de arrancar.
-Mm, no sé.. ¿Dónde quieres ir? ¿Te apetece tomar algo?
-¿Y si vamos a tomar un café? -Preguntó Gerard con emoción, por lo que Frank rió por lo bajo.
-Qué predecible eres, nene. Vamos entonces, yo conduzco ahora ¿si?
-Está bien.
Lo que Gerard no se imaginaba es que aún le quedaban más sorpresas por descubrir...
 


Capítulo especial (segunda parte)
 


Frank arrancó el coche e inició el camino hacia el café donde los dos pasaban horas y horas charlando y en alguna que otra ocasión en situaciones comprometidas en el baño del local.
Cuando llegaron, Frank paró en la puerta.
-Adelántate, nene. Voy a aparcar y vengo. Pídeme lo de siempre. -Le guiñó el ojo y arrancó de nuevo mientras Gerard entraba al café.
-Hola Kate, ¿qué hay? -Saludó a la camarera.
-Hola Gerard, ¿qué vas a tomar?
-Lo de siempre. Café doble y café con una gota de leche para Frank, ya sabes como le gusta.
-Ok, ahora mismo te lo sirvo, siéntate. -Sonrió y comenzó a preparar el pedido.
-Gracias. -Fue hacia la mesa de siempre.
-¡Por cierto, espera! -Kate entró al almacén y regresó con un maletín- Toma, esto es para ti. Lo dejaron aquí ayer.
-¿Para mí?
La camarera asintió con la cabeza mientras y Gerard cogió el paquete antes de que volviese a su trabajo. Se sentó y dejó el maletín sobre la mesa para esperar a Frank.
Pasó un cuarto de hora y Frank aún no llegaba, así que Gerard decidió abrir el maletín antes de morir de curiosidad.
Se trataba de un maletín negro con los bordes dorados y dos broches del mismo color. Lo abrió y se encontró con todo lo que una persona que se dedica a la pintura necesita: carboncillos, pinceles, tubos de pintura, lápices, tinta, plumillas...
Y entre todo ello, un pequeño pedazo de papel con una perfecta letra totalmente reconocible por Gerard que decía:


"Con esto he cumplido uno de tus deseos. Ahora te toca a ti cumplir uno de los míos."

En ese momento, mientras Gerard leía la nota, Frank se sentaba a su lado.
-Pensé que no lo abrirías nunca. -Gerard pegó un brinco, pues estaba tan absorto con su regalo que no se había enterado de que estaba a su lado.
-Joder, me asustaste. -Le recriminó, llevándose una mano al pecho.
-¿Te hago este pedazo de regalo y tú me regañas por asustarte? -Preguntó cruzándose de brazos y recostándose en el respaldo de la silla.
-Perdona mi amor, pero estaba tan distraído mirando esto... Joder, cuánto te amo, Frankie.
-¿Te gustó entonces? -Volvió a incorporarse con una sonrisa en su rostro sabiendo que había acertado con su regalo.
-Dios, claro que me gusta. Pero Frank, no tenías que regalarme todo esto. Con el disco de Misfits me había valido para, mm... todo un mes. -Le dijo mientras reía, haciendo reír también a Frank.
-Es que este regalo es para los dos. Ya has leído la nota, ahora te toca a ti cumplir mi deseo y para eso necesitas el maletín.
-¿Y cuál es tu deseo?
-Quiero que me pintes -Hizo una pausa y se acercó al oído del otro para susurrar- Desnudo.
Cuando se separó para mirarle a los ojos se mordió el labio. Gerard sonreía y se pasaba la lengua por los labios, haciendo que Frank muriera por besarlo.
-Cumpliré tu deseo con mucho gusto. Pero tenemos que ir a mi casa, porque allí tengo...
-No te preocupes por eso. -Le cortó- Ya lo tengo todo preparado. -Le guiñó un ojo y dedicaron los siguientes minutos a besarse.

Cuando tomaron sus cafés y le agradecieron a Kate todo lo que había hecho, fueron a por el coche.
-Imagino que conduces tú... -Tanteó Gerard.
-Sí, solo yo sé dónde vamos.
Ya en el coche, Frank iba conduciendo cuando sintió la mano de Gerard sobre su muslo derecho, moviéndose sugerentemente de arriba a abajo.
-Gee, si sigues así no llegaremos al vivos. Soltaré el volante y me lanzaré encima de ti. -Le advirtió, haciéndole reír.
-Es que... Tengo hambre. -Se quejó.
-¿Qué quieres cenar? -Preguntó mirando su reloj.
-A ti.
Frank apartó los ojos de la carretera y los centró en Gerard, que tenía la vista pegada en él y se mordía el labio.
-Ya me comiste antes, ahora me toca a mí comerte a ti. -Le lanzó un beso y volvió a mirar al frente.
-¡Pero yo quiero repetir! -Dijo haciendo un puchero.
-Bueno, ya veremos. De momento ponte el pañuelo en los ojos otra vez. ¡Y no hagas trampas, que te conozco Gerard Way!
El aludido estalló en risas y se ató el pañuelo.
-Ya está.
-¿Seguro que no ves nada? -Cuestionó, pasando una mano frente a su cara.
Gerard ladeó la cabeza en negativa y Frank tomó su mano.
-Bien. Ya casi llegamos. -Le informó mientras acariciaba el dorso de su mano.
A los pocos minutos llegaron a la puerta de un conocidísimo y elegante hotel de la zona. Frank bajó por su lado y se acercó al de Gerard para ayudarle a salir y guiarle al interior mientras el aparcacoches se llevaba el auto.
-Ya hemos llegado, Gee.
-¿Dónde estamos? -Preguntó antes de intentar destaparse los ojos.
-Eso aún no puedo decírtelo. -Le respondió impidiendo que se destapara- Yo te guío, espérame un momento.
Frank se acercó a recepción, habló con el hombre que estaba allí y volvió a por Gerard con la llave de una habitación.
Le guió hasta el ascensor y subieron, quedando de frente a la puerta, Frank abrazando a Gerard desde la espalda y dándole besitos en el cuello que le hacían suspirar.
Después de un rato que hizo pensar a Gerard que habían subido bastantes pisos, el ascensor se detuvo y Frank le empujó fuera.
Le dirigió hasta la puerta, abrió y le hizo pasar hasta llegar al centro de la habitación, donde le quitó la venda y se alejó, dejándole contemplar el lugar.
La poca luz que había provenía de una veintena de velas distribuidas por la habitación y todo lo que dejaba ver era de color blanco: las cortinas, la alfombra de piel, las sábanas de algodón que cubrían la enorme cama...
Junto a la cama había una cubitera con una botella de champán recubierta de hielos y un par de copas de cristal.
Gerard aspiró el dulce aroma de los aceites que invadía la habitación.
Justo en ese momento llegó Frank a su lado, cargando un caballete con un lienzo, el cual dejó al lado del mayor antes de acercarse a él despacio.
Pasó una mano por su pelo mientras Gerard cerraba los ojos ante el contacto, sin quitar la sonrisa de su rostro. La otra mano la pasó por su cintura y le atrajo hasta él para quedar pegados y acercarse a sus labios sin juntarlos por completo, provocando a ver quien caía antes en la tentación.
Y finalmente fue Gerard quien cayó, lanzándose de lleno al interior de la boca del otro, colando su lengua hasta lo más profundo y sujetándose con sus manos del culo de Frank, apretándole más a él y dejándole notar su creciente dureza.
Cuando Frank notó que si seguían no habría vuelta atrás, se separó un poco, escondiendo el rostro en la curva del cuello del mayor y susurró contra su piel:
-Recuerda que tenemos un trato. Primero mi deseo.
Y dicho esto acercó el maletín que había subido Gerard al lado del caballete y se colocó en frente.
-¿Dónde y cómo quiere el artista que me ponga? -Preguntó mientras desabrochaba su chaqueta y se la quitaba, dejándola caer en el suelo.
Gerard se lo pensó sin dejar de mirar cómo se desnudaba y cogió una butaca y la puso frente al lienzo.
Cuando la colocó, se acercó a Frank, que ya tenía el torso descubierto y se había descalzado.
-¿Necesita el modelo ayuda para desvestirse?
-Por favor. -Contestó con tono inocente pero un brillo de lascivia en la mirada.
Gerard acercó sus manos al cierre del pantalón de Frank y, mordiéndose los labios, lo abrió y deslizó la prenda hasta el suelo, donde el otro terminó de sacársela con los pies.
A continuación, Gerard acarició la cintura del menor con las yemas de sus dedos haciéndole estremecer. Pero cuando sujetó la goma de su boxer se detuvo.
-Me gusta más que te los quites tú para ver cómo lo haces y te quedas desnudo frente a mí. -Pasó su lengua por los labios del otro y se alejó lo justo para que pudiese desnudarse.
Y eso hizo, tal y como sabía que a Gerard le gustaba, despacio, sin dejar de mirarle.
Comenzó deslizando los lados del boxer y cuando llegó a la altura de su hombría se dio la vuelta, quedando de espaldas al mayor.
Terminó de bajarse la prenda y cuando se agachó para sacársela, Gerard le sujetó de la cintura desde atrás, rozando el bulto de su pantalón con el trasero desnudo de Frank.
-Te has dado la vuelta, eso no vale. -Susurró sobre su oído y le mordió la oreja.
Frank se incorporó riendo.
-Haberme desnudado tú. -Se giró para quedar frente a frente y le besó levemente.
Gerard le apretó las nalgas y le mordió el labio inferior antes de separarse.
-Siéntate aquí. Pon los brazos en los reposabrazos. Flexiona la pierna izquierda y súbela en la butaca. Y la otra sobre el suelo, estirada. -Frank fue haciendo todo lo que le decía.
Cuando estuvo preparado, Gerard se colocó detrás del caballete y comenzó con su dibujo a carboncillo.
De vez en cuando se miraban a los ojos y sonreían.
Way tuvo que desabrocharse el pantalón para que dejase de molestarle y eso calentó a Frank.
-Nene, si te empalmas tengo que cambiar el dibujo. -Comentó con una risilla.
-¿Y por qué no mejor me pintas empalmado? Para que vean lo que me provocas...
-Em... -Gerard lo pensó sin dejar de mirar cómo el otro pasaba su lengua por sus labios de forma sensual- Está bien, pero entonces empálmate del todo, no a medias. -Aceptó riendo de nuevo.
-Tú eres el que puede conseguirlo más rápido... -Dejó caer Frank y Gerard se acercó al él.
Acercó su nariz a su cabello y aspiró su aroma mientras pasaba la mano derecha por la pierna flexionada del otro y después por su abdomen y su pecho.
-Mmm, creo que hay una forma mejor y más efectiva. -Comentó para sí mismo.
Y dicho esto, se arrodilló frente a Frank, que seguía en la misma postura y le miraba atento a todo lo que hacía.
Gerard se coló entre sus piernas y se acercó a su entrepierna, aspirando su aroma igual que había hecho antes con el cabello. Sólo con eso, el miembro del otro aumentó de tamaño, haciendo sonreír a Gerard al verlo.
-Gerard, eres un madito pervertido por olerme ahí. -Le regañó mordiéndose la lengua, y la respuesta de Gerard fue una mirada traviesa y una lamida desde la base hasta el final de su hombría, irguiéndola por completo con esa única caricia.
-Sabía que sería más fácil así. -Rió por el color rojo que había subido a las mejillas de Frank y se levantó para volver a su lugar y terminar de pintar.
Tras un rato, el dibujo estaba acabado y Gerard y Frank muertos de ganas por estar entre los brazos y piernas del otro.
-Enséñamelo. -Pidió Iero levantándose y caminando hacia el caballete, pero Gerard le detuvo a medio camino poniendo las manos sobre sus hombros.
-No, cielo. Yo ya he cumplido y ahora estamos en paz, así que vamos a disfrutar de nosotros mismos un rato. -Le dijo mientras le empujaba hacia la cama.
Frank se mordió el labio y le miró con deseo en sus pupilas.
-No me puedo negar a eso... -Y se lanzó a la boca de Way, mordiéndole la lengua cuando éste intentó colarla en su boca, por lo que soltó un quejido que hizo reír al menor hasta ser él quien coló su propia lengua en la boca del otro, acariciando con ella cada milímetro que podía, desde su paladar hasta sus encías pasando por los dientes y la lengua de Gerard, con la que inició una pelea donde ambas chocaban y se enrollaban de una forma que a cualquiera desde fuera le habría parecido obscena.
Mientras se besaban, Frank consiguió quitar los pantalones de Gerard, pero al tirar de ellos hizo que los dos cayesen en la cama entre risas.
Un vez ahí, Gerard se acomodó boca arriba y el otro encima de él, atacando de nuevo su boca mientras se apoyaba con las manos a ambos lados de la cabeza de Way y éste le acariciaba los costados.
-¿Quieres que te desnude? -Preguntó Frank sobre los labios ajenos.
El cuestionado solo pudo asentir con la cabeza.
-¿Y cómo quieres que te desnude? ¿Con las manos? ¿O prefieres que te quite el boxer con mis bonitos dientes? -Utilizó el tono más sensual que poseía, quemando a Gerard por dentro.
-Con l-los dientes...
Iero le dio un beso sobre los labios y bajó a su barbilla, a su cuello, llegó a su clavícula y le dejó algunos mordiscos y besos que le dejarían marcas. Después bajó por el esternón, recorriéndolo con la lengua y desviándose un momento hasta el pezón izquierdo para morderlo y lamer, escuchando el primer gemido de Gerard de esa noche. Siguió su camino y llegó al ombligo, donde volvió a detenerse a jugar con él, rodeándolo y hundiendo su lengua en él, provocando que el estómago de Way se contrajese.
Gerard estaba desesperado por la lentitud de Iero, así que puso una mano sobre su cabeza y le empujó hacia abajo, por lo que Frank no pudo evitar reír.
Por fin llegó a su entrepierna, dura como una piedra y totalmente erecta, pero quería provocarle un poco más, por lo que acercó su cara hasta su hombría aún tapada y la rozó con la nariz un par de veces para luego pasar su lengua por el mismo sitio, humedeciendo la prenda, y echar su aliento sobre ella.
-¡Joder, Frank! -Jadeó.
-¿Qué pasa? -Pregunto haciéndose el desentendido- ¿No te gusta? -Puso cara de pena.
-Demonios, claro que me gusta. Joder, me encanta, nene. ¡Pero quítame el puto boxer de una puta vez!
Frank estalló en risas y decidió hacerle caso antes de que a Way le diese un ataque de ansiedad o algo parecido. Enganchó el borde derecho del boxer con los dientes y tiró de él todo lo que pudo y después hizo lo mismo con el lado izquierdo. Por último, mordió la parte delantera de la prenda y la bajó hasta casi las rodillas, rozando su hombría con su redondeada nariz, para terminar de quitarla con las manos.
Después se sentó sobre sus talones, dobló las rodillas de Gerard y las abrió, dejando a primera vista la hombría del mayor, todo sin dejar de mirarle a los ojos ni un segundo.
-Ahora por fin voy a comerte. Mírame todo el rato, aunque yo no te mire a ti, para que veas cuanto disfruto mamándotela. -Frank estaba consiguiendo calentar más y más a Way solo con sus palabras- Si en algún momento te miro y tienes los ojos cerrados o miras a otro sitio, pararé. -Le amenazó.
-Dios, tú sí que eres un pervertido.
Frank rió y bajó su cabeza entre las piernas de Gerard.
Primero besó el glande de su hombría un par de veces y fue bajando hasta los testículos, por donde pasó la lengua mirando fijamente al otro. Después, se los metió en la boca y jugueteó con ellos.
Ese era uno de los puntos débiles de Gerard, por lo que no pudo evitar cerrar los ojos un momento y retorcerse, así que Frank paró de golpe.
-Nene, te he avisado. Te daré otra oportunidad, pero sólo porque quiero seguir comiéndote. -Le advirtió con tono lascivo.
Volvió a bajar y esta vez, sin dar tiempo a Gerard de pensar lo que haría, engulló todo su miembro, rozándose la garganta con él.
Gerard no había visto una escena tan erótica y sensual en toda su vida y el placer le estaba quemando vivo.
En la habitación el único sonido que se escuchaba era el de la respiración agitada de Gerard y el de las succiones y lamidas de Frank.
Tras una última mordida en el glande y unas caricias con las manos en los testículos, Gerard se derramó en la boca de Iero mientras se miraban a los ojos.
Después, Frank se volvió a arrodillar, lamiendo los restos de semen que aún quedaban alrededor de su boca. Se acercó a Gerard, quien intentaba respirar con normalidad y le besó tiernamente sobre los labios.
Cuando se separaron, Way le sonrió y con sus dedos limpió una mancha de semen del pecho de Frank y los acercó a la boca de éste, que pasó su lengua desde la palma de la mano del mayor hasta la punta de esos dedos, limpiándolos al dejar a Gerard meterlos en su boca y moverse como lo había hecho sobre su hombría.
-Mm nene, como me pone que hagas eso... -Le dijo Gerard.
-¿El qué? ¿Que chupe tu mano? -Preguntó levantando una ceja.
-No. Que mames mis dedos. -Susurró sobre su garganta.
-Joder, Gee. Tú sí que me pones, y más cuando hablas así.
Y dicho esto, se lanzó de lleno a su boca, besándole con hambre a la vez que el otro pasaba sus manos por cada centímetro de su cuerpo y le mordía los labios, tirando de ellos como si intentase arrancárselos.
Tras unos minutos de besos apasionados y roces entre las dos hombrías, que hicieron que Gerard se empalmase de nuevo, Frank dirigió su atención a la oreja de Gerard.
-¿Quieres que probemos cosas nuevas hoy? -Susurró, mordiendo su oreja.
-Dios, claro que sí, nene. -Respondió sujetando al otro de la cintura para acercarle más aún a su cadera.
Frank llenó de besos el rostro del Gerard, le retiró el pelo de la cara y acercó dos dedos a su boca. Way entendió enseguida y abrió su boca para lubricarlos.
-Dobla las rodillas, cariño. Súbelas hasta tu pecho, ábrelas y sujétalas ahí, en el aire. -Le ordenó.
Gerard lo hizo y Frank se situó entre medias. Llevó los dos dedos hasta su entrada, rozándola y haciendo círculos alrededor.
-Me-te-los, joder. -Pidió Gerard.
Frank rodó los ojos y los introdujo de un solo movimiento, provocando una mezcla de dolor y placer en Way.
Inició un vaivén rápido a la vez que doblaba los dedos, llegando a tocar el punto que más placer le causaba al mayor, así que repitió los movimientos haciendo que éste no parase de gemir y jadear, produciendo el sonido más sensual que Iero había oído nunca.
Cuando estuvo preparado, sacó los dedos y metió su hombría tan rápido que Gerard sólo se dio cuenta porque la presión fue mayor, pues el miembro de Frank no era precisamente del grosor de sólo dos dedos.
Los movimientos de Iero eran ahora lentos, ya que la postura del mayor le contraía y le hacía estar más estrecho, dificultando la entrada pero dándole más placer a ambos.
-Ahh, Frank... Ahh. ¡Joderjoderjoder! ¿Por qué no hemos probado esta post-tura antes? -Gimoteó, observando la cara del aludido, con el rostro deformado por el placer, la boca entreabierta y los dientes apretados.
-Esto a-apenas empieza, nene. ¡Mmm...! -Mordió el cuello de Gerard con desesperación- Si te molesta lo que voy a hacer, me avisas.
Way asintió con la cabeza, intrigado por descubrir lo que haría el otro.
Frank se acomodó mejor entre las piernas del mayor, de rodillas y sin detener el movimiento, y llevó su mano izquierda hasta la hombría del mayor, masturbándole rápido.
Justo en el momento en el que cerró su mano alrededor del miembro de Way, su otra mano se encontraba más abajo.
Frank coló medio dedo dentro de Gerard sin sacar su pene y sin dejar de embestirle.
-Baja las piernas, amor. -Gerard volvió a colocar sus pies sobre el colchón, aún con las rodillas flexionadas.
Y así le fue más fácil a Iero introducir el dedo completo dentro de Gerard, logrando que éste frunciese el ceño al no esperárselo y sentir algo de dolor.
-¿Estás bien? -Frank se detuvo, sin salir de él.
-Sigue... -Jadeó en respuesta.
Tras unos movimientos de pelvis y muchos gemidos por parte de los dos, Frank consiguió entrar y salir sin problemas, por lo que vio el momento de colar otro dedo más.
Cuando lo hizo, enseguida los doblo, volviendo a tocar ese punto tan especial. Gerard no pudo evitar gritar, pero nada parecido al dolor, sino por el más puro placer que le invadió como una corriente de energía.
-Oh, joder... Sigue ahí, pequeño.
Gerard se sujetó del cuello del otro con una mano para ayudarse a incorporarse y estar más cerca del menor para poder besarle, pero el movimiento les hizo ver las estrellas a los dos, pues Frank aún seguía en su interior nada más y nada menos que son su hombría y dos dedos, todo a la vez.
Una vez sentado, Frank siguió con sus movimientos. Su miembro entraba y salía y sus dedos seguían dentro, girándolos y presionando.
-¡Aaahh! Mmm ¿Dónde cojones aprendiste a hacer eso y por qué no me lo has hecho antes? -Le recriminó mordiéndole el labio al otro.
-Eso es secreto... -Le respondió con simpleza antes de volver a besarle el cuello y aumentaba el ritmo al que le masturbaba.
Gerard hizo un par de movimientos circulares para ayudar a Frank a moverse.
-Mierda, Gerard. No hagas eso. -Le regañó moviéndose más fuerte contra él.
-¿Po-por qué? -Preguntó apretando los dientes y jadeando.
- Porque conseguirás que me corra -Cogió aire- antes de tiempo.
Gerard sonrió y repitió los movimientos de antes.
-Mmm joder Frankie. Te noto tan duro...
-Tú me pones duro, nene. -Se movió más rápido y volvió a tocar con sus dedos el punto dentro de Gerard, quien cerró los ojos con fuerza.
Gerard notaba que estaba a punto de llegar al orgasmo, así que puso su mano sobre la de Frank y le ayudó a masturbarle más rápido, gimiendo como si le fuese a vida en ello.
Y Frank también estaba a punto de derramarse, así que salió del interior del mayor y se colocó sobre él, juntando ambas hombrías. Las rodeó con su mano y las masturbó juntas, haciendo de la fricción la más placentera y única que se pudiese sentir.
Finalmente, ambos se corrieron casi a la vez, manchando sus vientres y parte de su pecho, entre la mano de Iero.
Tras terminar y descansar por unos minutos sin moverse de su posición, Frank se tumbó sobre Gerard para llegar a sus labios, restregando sus cuerpos y mezclando las sustancias que habían caído sobre ambos.
Cuando soltaron sus labios, Frank se dejó caer de lado, ladeando también a Way para quedar de frente.
-Te amo. -Susurró el menor.
-Yo también te amo. -Le respondió antes de besar suavemente sus labios- Cada día te amo más.
Así se quedaron durante unos minutos, mirándose a los ojos y acariciando sus manos unidas hasta que Frank cerró los ojos.
Gerard le movió para impedir que se durmiese.
-Frankie... -No se inmutó- Frank, despierta. -Volvió a moverle, ahora más fuerte.
-Mm, ¿qué pasa Gee? -Preguntó con los ojos aún cerrados y voz cansada.
-Frankie, tengo hambre... -Le contestó con un puchero en sus labios.
-Ah, cariño, estoy cansado, déjame descansar. -Se quejó.
-No, no, tengo hambre de verdad. Quiero comida. -Explicó.
-Am. Vale, llama al servicio de habitaciones, podemos encargar lo que queramos. Yo me quedo aquí. -Se dio la vuelta abrazando la almohada y se quedó dormido.
Gerard saltó de la cama y cogió el teléfono que había al otro lado de la sala, marcando el número de recepción.
-Recepción, ¿qué desea?
-Hola, buenas noches. Siento llamar tan tarde, pero quería pedir algo de comida para la habitación número 6277.
-No hay problema, díganos qué desea y se lo llevaremos enseguida.
Gerard pidió un par de platos de comida para él, dulces y bebida para acompañarlo y también pidió algo sin carne para Frank, por si le apetecía al despertar.
A los quince minutos la comida estaba en la habitación y Gerard comenzó a destapar los platos para comer como si fuese la última comida de su vida.

Cuando terminó con toda su comida Frank aún estaba dormido, pero pudo escuchar que su estómago rugía por el hambre, así que cogió el plato de pasta con vegetales y se acercó a él.
-Amor. -Le llamó pasando el plato cerca de su nariz.
Frank se retorció y entreabrió los ojos.
-¿No quieres comer nada? Pedí esto para ti...
Frank se desperezó y se sentó, dejando libre un hueco a su lado para Gerard.
-¿Me darás de comer? -Preguntó Frank tiernamente.
-Claro, bebé. -Se acomodó a su lado y llevó el tenedor con comida hasta la boca del otro, que lo comió sin dudar.
Así lo hicieron hasta que la comida del plato se terminó.
-Hmm estaba riquísimo. -Comentó Iero pasando una mano sobre su estómago.
-Sí. Pero ahora deberíamos bajar la comida, ¿no crees? -Preguntó con inocencia.
-Mmm... ¿Y qué se te ocurre que podríamos hacer? -Le siguió el juego, pasando los brazos alrededor de su cintura y subiéndole sobre él- ¡Eh! Te has vestido -Le regañó poniendo cara de enojo.
-¿No pretenderías que abriese al camarero estando desnudo?
-No, eso nunca. Sólo yo puedo verte desnudo. -Respondió con los labios apoyados en el pecho del otro- Pero aún así, estoy enfadado. -Le mordió fuerte el pezón derecho.
-Ouch. ¿Qué puedo hacer para que me perdones? -Puso cara de pena.
-Baila para mí. -Susurró.
-¿Qué? No jodas, Frank.
-Eso después, si te portas bien. Ahora, baila para mí. -Rodeó el otro pezón con su lengua, poniéndolo duro.
-Si haces eso no podré negarme... -Frank repitió su acción- Nene, sabes que odio bailar.
-¿No lo harás por mí? -Iero puso cara de pena.
Gerard gruñó y se levantó de la cama.
-No hay música.
Frank se estiró y alcanzó un mando que estaba sobre la mesilla de noche. Pulsó un botón y una música tenue y lenta comenzó a sonar, nada parecido a lo que escuchaban normalmente pero muy acorde con el momento.
-Solucionado.
Gerard rodó los ojos y comenzó a moverse.
Se contoneaba despacio, hacia los lados, subiendo y bajando las manos de su cintura hasta su cabeza lentamente, haciendo ondas con ellas. Otras veces movía la cintura en círculos.
Mientras, Frank no perdía detalle.
-Ve quitándote la ropa, cielo. -Se puso de rodillas sobre el colchón.
Sin dejar su sensual baile (aunque él pensaba que únicamente estaba haciendo el ridículo) comenzó a sacarse la camiseta y se la lanzó a Frank. Éste la cogió y la giró en el aire pidiendo por más, haciendo que Gerard estallase a reír. Después, llevó sus manos a su boxer, estiró el elástico y tiró de ellos hasta abajo. Volvió a tirárselos a Iero y éste los cogió con la boca y los echó hacia un lado.
-Anda, ven aquí, sexy boy.
Way se acercó en la cama y gateó por ella hasta llegar a Frank, abalanzándose a sus labios.
Tras unos minutos de fogoso beso, Frank se separó del otro.
-Tengo una cosa que podríamos probar, si quieres.
-Sorpréndeme.
Frank se levantó, caminó hasta un cajón de la entrada y volvió a la cama con algo entre las manos.
Cuando llegó junto a Way se lo mostró cogiéndolo con una mano. Se trataba de un consolador de color negro. Cuando captó la atención de Gerard, apretó un botón en la base y el aparato empezó a vibrar.
-Oh Dios... Realmente eres un vicioso ¿eh? -Dijo Gerard cogiendo el aparato para verlo mejor.
-Qué le voy a hacer... -Comentó Frank encogiéndose de hombros.
-Me gusta que seas así. ¿Tienes más cosas de estas? -Gerard levantó la vista para ver al otro a los ojos.
-Mmm tal vez... Ya lo sabrás. -Le respondió con una sonrisa traviesa.
-¿Y qué tienes pensado hacer con esto?
-Pues, con esto, podemos... -Hizo una pausa y se acercó a su oído para susurrar- Follarnos a la vez.
Gerard se perdió en sus ojos y sus palabras. No había nada en el mundo que le subiese tanto la temperatura de su cuerpo como Frank hablando así de directo.
-Joder... ¿a qué mierda estamos esperando?
Frank sonrió de medio lado. En estos momentos es cuando quedaba claro que realmente estaban hechos el uno para el otro, pues a muchos otros les propones algo así y te ponen de loco para arriba.
Iero le arrebató el aparato de las manos y lo encendió, haciéndosele a ambos la boca agua.
-¿Cómo decidimos quien...?
Gerard le cortó antes de terminar su pregunta.
-Antes me has dado tú, así que ahora me toca a mí, follarte a ti.
Frank simuló meditarlo unos segundos.
-Entonces, el vibrador... -Lo balanceó delante de la cara de Way- Seré yo quien lo meta en tu lindo trasero, ¿no? -Concluyó.
A Gerard se le escapó una sonrisa traviesa y asintió con la cabeza, acercándose a los labios del otro para darle un hambriento beso. Pronto, sus manos iniciaron la tarea de reconocimiento del cuerpo del contrario.
-Ponte de pie.
Se levantaron de la cama y Gerard guió al otro hasta una mesa. Le cogió de la cintura y le sentó sobre el mueble, quedando él entre sus piernas.
En cuestión de segundos, Way ya se encontraba preparando a Frank para entrar en él, sin soltar sus labios ni un solo momento. Cuando ya tenía dos dedos dentro, los gemidos de Frank se volvieron incontrolables.
-Mmm Gee, tus maldit-os dedos. Joder, cómo me-me gustan. -Jadeaba como un loco.
Gerard siguió penetrándole con sus dedos, introduciendo uno más, de forma lenta, haciendo sufrir a Frank por ir tan despacio.
Siempre hacia lo mismo, pero es que los oídos del mayor no habían escuchado aún nada más placentero que a Frank lloriqueando y suplicando por más, ya fuesen más dedos o porque quería su polla dentro de él.
-Un día lograrás... mm... que te m-mate, nene. ¡Fo-lla-me! -Casi se lo deletreó para que le quedase más claro.
Gerard reía y no mostraba la intención de complacerle por el momento, así que Frank le pellizcó fuerte un pezón y le mordió el cuello, dejándole una gran marca.
-Enano del diablo. -Murmuró.
Way se adueñó de sus labios y sin darle tiempo ni a coger aire, sacó sus dedos y entró en él, con cuidado pero a la vez cierta brusquedad, una mezcla irresistible, si le preguntan a Frank.
Frank enroscó sus piernas alrededor del mayor y le acercó, aumentando en contacto entre sus cuerpos casi al cien por cien, mientras Gerard comenzaba un vaivén lento pero profundo, para intentar alargar el momento lo máximo posible.
-Me toca. Abre tus piernas, cielito. -Ordenó en tono juguetón.
Gerard se acercó a Frank todo lo que pudo, sin salir de él y entreabrió sus piernas, dándole acceso.
Éste se metió en consolador en la boca, lo lamió y relamió mirando al mayor a los ojos, transmitiéndole toda su lujuria. Gerard se acercó y ayudó a Frank a lubricar el aparato, mojándolo con su saliva a la vez que de vez en cuando su lengua y la de Iero chocaban alrededor del consolador.
Cuando ya estuvo preparado, Frank lo llevó hasta las piernas abiertas de Gerard y lo rozó un par de veces entre sus nalgas.
-No me hagas eso o me correré sin m-moverme. -Jadeó casi sin voz.
Frank dejó escapar esa típica risa que hacía vibrar a Gerard, y más al estar aún dentro de él. Estiró su brazo y comenzó a introducir despacio el artilugio en el interior de su pareja, haciéndole suspirar y gemir en repetidas ocasiones.
Una vez estuvo dentro de él inició los movimientos a la vez que empujaba con sus piernas al otro para que se moviese también contra él.
Consiguieron coordinarse y dejaron de pensar en nada más que no fuesen ellos dos gozando en esa habitación. El mundo, las preocupaciones, los problemas y las demás personas dejaron de existir durando ese tiempo.
En un momento en el que Gerard alcanzó el punto de Frank que le hacía sentirse en el cielo, éste apretó sin darse cuenta el botón del consolador, y el aparato empezó a vibrar frenéticamente.
Gerard, que no se lo esperaba, al sentirlo mordió el hombro de Iero y gimió duro, aumentando la velocidad de sus embestidas a un ritmo alocado. Estaba a punto de llegar y sus penetraciones se volvían erráticas, pues el placer le nublaba los sentidos.
Iero estaba casi en las mismas condiciones. Sentía la necesidad de tocarse o terminaría explotando, por lo que llevó su mano libre hasta su hombría y la movió rápido y fuerte.
Tras un movimiento extraño con el consolador, pues ya no sabía ni cómo conseguía moverse, hizo que Gerard se derramase en su interior.
El mayor alcanzó su máximo grado de placer, puso los ojos en blanco y gritó como si se le fuese la vida en ello. Tras unos segundos en los que intentó recomponerse y aclarar su mente del orgasmo, llevó su mano hasta la entrepierna del otro y siguió masturbándole él.
Frank estaba obnubilado. Dejó caer los brazos a ambos lados de su cuerpo y después de unas cuantas caricias del mayor, se corrió entre sus dedos, manchando ligeramente su pecho y el de su acompañante.
Suspiró abatido, aún con los ojos cerrados e intentó respirar con normalidad.
Cuando abrió los ojos, Gerard lo miraba, casi con la misma pinta que él, con la frente perlada de sudor, el pelo tapándole parte del rostro y los labios rojos e hinchados.
-Tío, esto... Joder. -Hizo una pausa intentando enlazar más de dos palabras con sentido- Esto ha sido, jodidamente... GUAU.
Gerard rió ante la imposibilidad del otro de explicarse.
-Lo sé, vida. Ahora, ¿podrías sacarme el consolador del culo, por favor? -Preguntó levantando ambas cejas, sin soltar la cintura de Iero.
-Ups. Lo olvidé. Estaba demasiado ocupado teniendo un orgasmo brutal. -Soltó una carcajada y Gerard tiró de su labio inferior, enganchándolo entre sus dientes.
Iero hizo lo que le había pedido, dejó el aparato apagado y se puso de pie. Pero tuvo que sostenerse de los hombros del mayor, ya que las piernas le temblaban una barbaridad.
-Estoy agotado.
-Demasiado placer para un cuerpo tan pequeño. -Le picó Gerard.
-Un cuerpo pequeño, pero bien que disfrutas con él. -Replicó dándole un codazo en el estómago.
Gerard le dedicó una sonrisa.
-Anda, voy a preparar un baño para que nos relajemos, pequeño.

Sin darle tiempo a quejarse por el apodo, le volvió a sentar sobre la mesa y se metió al baño. Abrió el grifo y llenó de agua la lujosa bañera con chorros, más parecida a un jacuzzi que a una bañera. Cuando estuvo llena, echó unas esencias y jabones que había por allí.
Volvió a por Frank y le cargó entre sus brazos como si de un niño pequeño se tratase.
-Gerard, no soy un bebé. -Se quejó con el rostro enfurruñado.
-Eres mi bebé. -Le dejó un beso tierno sobre los labios y con todo el cuidado del mundo, le tendió dentro de la bañera.
Después entró él, se recostó apoyando su espalda contra el borde y atrajo a Iero hasta él, dejando la espalda del menor apoyada en su pecho y los brazos alrededor de su cintura.
Estuvieron en silencia por lo que pudo llegar a ser una hora, con los ojos cerrados, disfrutando del momento, regalándose caricias en las manos que mantenías unidas.
-Me voy a dormir, Gee. Será mejor que salgamos ya.
-Es cierto, amor. Vamos.
Se levantaron y salieron de la bañera.
-Estás todo arrugado, parece un abuelito. -Bromeó Frank mirando la piel arrugada del mayor por haber estado tanto tiempo sumergida.
-Pero soy un abuelo sexy. -Respondió, contoneando sus caderas.
Los dos estallaron en risas, cogieron una toalla cada uno para quitarse la humedad y se dirigieron a la cama. Se metieron bajo la sábana y unieron sus cuerpos en un apretado abrazo.
Gerard apoyó su oído contra el corazón de Frank, que latía despacio pues estaba a punto de caer dormido, y dijo:
-Mi amor, ha sido el mejor día de mi vida. Gracias por estar aquí hoy. Hoy y siempre. Te amo, Frankie.
-Gracias a ti por existir y por dejarme estar junto a ti.

Frank besó dulcemente la cabeza de Gerard y se durmieron juntos y unidos, como hicieron la primera noche que pasaron juntos como pareja y como seguirían haciendo hasta que el mundo terminase.
 
 
 
 

FIN...



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Bueno, aquí teneis la última parte de "This is the best day ever". Al fin, el fic ha llegado a su fin.
Espero que os haya gustado y más en especial este ultimo capítulo que dividí en dos partes, pues al que más empeño le he puesto.
Pronto subiré otro fic que tengo a medias y que de momento se llama "Obsesionados con el sexo" (xD), mi último Frerard por el momento.
Espero que lo leais como habeis hecho con este. 
Y también espero que me regaleis algún comentario después de leer, que me he sentido abandonada estos días, ya sea aquí, en tuenti o en twitter :)

Saludos ^^