sábado, 9 de julio de 2011

This is the best day ever - Cap. 4

En el capítulo anterior...

-Mi amor, ha sido fantástico. -Gerard besó suavemente la nariz de Frank.
-Si, perfecto. -Hizo una pausa- Gerard...
-Dime pequeño. -Le acariciaba la mejilla.
-Te amo. -Sonrieron.
-Yo también te amo, Frankie. -Y apoyó su barbilla sobre la cabeza del menor mientras se quedaban dormidos sin separarse del abrazo.


Capítulo 4:

Al cabo de un par de horas Gerard se removió en la cama y se despertó, despertando también a Frank.
-Nos dormimos. -Frank intentaba desperezarse.
-Sí. Es que el ejercicio cansa. -Se echaron a reír.
Frank se incorporó y se sentó en la cama, soltando un leve quejido y haciendo una mueca de dolor.
Gerard le miró preocupado.
-¿Qué te pasa? ¿Te duele mucho? -Frank sonrió, conmovido por la preocupación del mayor.
-No te preocupes. Ha valido la pena nene. -Acercó su mano a la mejilla y le acarició.. Gerard cambió su expresión, más tranquilo. Intentó sentarse pero también sentía dolor, el cual quedó reflejado en su cara. Pero en vez de quejarse, comenzó a reír.
-¿A ti también te duele, eh? -Bromeó Frank.
-Cariño, no pretenderás que después de tanto tiempo contigo dentro ahora no me duela. -Dijo mientras le guiñaba un ojo- Tienes mucho aguante... -Comentó más para sí mismo que para Frank.
-Obvio, nene. Es mi pasatiempo favorito, así que se me da bien. -Dijo mientras se encogía de hombros.
-Pero qué tonto eres -Gerard se abalanzó sobre Frank, pillándole desprevenido y atacándole con cosquillas.
Frank no podía parar de reír y retorcerse bajo Gerard, hasta que los dos se incorporaron recuperando el aliento.
-¿Vamos a comer algo?
-Oh sí... -Dijo Gerard con voz de orgasmo, haciendo reír al menor- ¡me muero de hambre!
Cenaron, porque ya era de noche, y volvieron al sofá para ver una película.
-Oye Frank, ¿veremos una peli de verdad ahora no? -Dijo riendo al recordar lo que había pasado esa tarde.
Frank le sacó la lengua como respuesta.
-Venga nene, dime que no te gustó mi plan. -Dijo mientras se mordía el labio.
-Ya sabes que no me gustó... Me encantó. -Se acercó al otro de forma provocativa y le cogió de las caderas, masajeándoselas.
-¡Deja de sobarme, pervertido! Y pongamos ya la película.
Cuando dejaron de reír pusieron una película, esta vez una de miedo. Pero más que asustarse no pararon de reír criticándola o descubriendo sus fallos.
-Gerard, ¿te quedarás a dormir conmigo? No quiero quedarme solo en casa todo el fin de semana... -Se acerca al mayor y hace un puchero con la boca.
-Oh, ¿mi bebé tiene miedo? -Le apretó las mejillas con una mano- Claro que me quedo. Me quedaré todo el tiempo que quieras, hasta que me eches a patadas de tu casa.
-Wiii! -Frank puso voz de niño al que le acaban de dar el regalo que había pedido y se lanzó sobre Gerard, besándole como si le fuese la vida en ello.
Así que esa noche durmieron juntos. Aunque dormir no fue lo que más hicieron.
*
Al día siguiente se despertaron casi a la hora de la comida, ya que por la noche se habían entretenido bastante antes de caer dormidos. Se ducharon juntos y decidieron salir a comer a un restaurante que quedaba cerca de la casa de Frank.
Después de comer salieron a dar una vuelta y Gerard recibió una llamada de su hermano.
-Dice Mikey que si queremos ir a una fiesta esta noche. Sexo, drogas, rock and roll, ya sabes.
-Mm mis tres cosas favoritas... -Dijo mientras se pasaba la lengua por los labios.
-Pensé que tenías otra cosa favorita... -Comentó Gerard con el ceño fruncido y señalándose la entrepierna.
Frank se relamió los labios.
-Esa cosa es sólo una pequeña, bueno, grandísima parte de mi cosa favorita; Mi persona favorita. -Y le dedicó una de sus típicas sonrisas encantadoras, esas que podían derretir al más hetero.
-¿Así que iremos no? -Sonrió Gerard a la vez que le agarraba de la cintura y dejaba un leve beso bajo la oreja del menor.
Frank asintió.
*
A las 11 de la coche iban de camino a la fiesta, donde habían quedado con Mikey y su novia.
Llegaron a la casa donde era la fiesta y estaba llena de gente ya, algunos en pésimas condiciones a pensar de aún era pronto. Entraron y vieron a Mikey y Alicia charlando con unos amigos en una esquina. Cogieron un par de copas de vodka y fueron hacia allá.
-Bueno bueno, quien es este chico y donde ha encontrado a esta preciosa novia. -Dijo Gerard metiendo la cabeza en el círculo donde estaban los otros.
-Gerard, ¡por fin! Tío, ¿dónde has estado? No te veo desde el viernes en el desayuno.
-Es que he estado ocupado -Le guiñó un ojo a su hermano pequeño.
-Ag, déjalo, no quiero saberlo -Dijo poniendo una mueca de asco, que hizo que su hermano le diese un leve puñetazo en el hombro mientras le sacaba la lengua- Ey Frank, ¿cómo te va? A tí tampoco te veo desde hace mucho.
-Ya ves Mikey, que asco de trabajo y de estudios... ¿Y tú qué tal Alicia?
-Bien, igual que tú, un poco hasta las narices de todo -Ambos se echaron a reír.
Mikey y Alicia se quedaron con los ojos totalmente abiertos cuando Gerard se acercó a Frank por la espalda y le dejó un beso detrás de la oreja.
-Ejem... ¿qué está pasando aquí? -Preguntó Mikey, aunque ya se lo imaginaba.
-Oh, cierto, que no lo sabéis. -Sonrió Gerard abrazando más fuerte a Frank- Frank y yo llevamos juntos poco más de una semana.
-Joder, ¡por fin! Pensé que no os lo diríais nunca -Arrugó la frente y echó a reír al ver las caras que se les había quedado a los dos tortolitos.
-Que.. ¿cómo dices? -Frank fue el primero en hablar.
-Vamos, se veía de lejos. Un poco más y os encierro en una habitación solos a ver si así os lo contabais de una maldita vez.
Los 4 echaron a reír y Gerard se acercó a su hermano para darle un abrazo.
-En serio tíos, me alegro un montón.
Se soltaron y siguieron con la fiesta. Estuvieron bebiendo, bailando, bebiendo otro poco y comiéndose hasta el alma, cada uno con sus respectivas parejas.
Cuando ya estaban muy borrachos y la fiesta se acababa empezaron los desvaríos entre los 4.
-Chicos, estoy solo en casa, veniros a dormir allí. -Comentó Frank.
-Si, si, si, ¡y nos montamos una orgía entre los cuatro! -Gritó Mikey.
-Michael, ¡Gerard es tu hermano! -Le contestó Alicia doblada de la risa por tal ocurrencia, aunque en el fondo no le parecía mala idea, por lo que inconscientemente se pasó la lengua por los labios.
-Eh tío, eres un depravado y vicioso -Gerard dio un empujoncito a su hermano.
-La que más iba a disfrutar iba a ser Alice. Ella sola con tres hombretones potentes -Dijo Frank contoneándose de forma provocativa.
-Cierto, tres hombres bien dotados. -Gerard llevó una mano a la entrepierna de Frank y le apretó.
-¡Eh! ¡Tócate la tuya!
-No, tócamela tú -Le respondió el mayor lanzándole un beso.
Frank agarró fuerte a Gerard, a quien se le escapó un gemido, mitad placer, mitad dolor.
-Oye, no hagáis esas cosas aquí, cochinos, ¡esperad a llegar a casa! -Gritó Mikey. Pero Alicia se había acercado a él sin que éste se diese cuenta y le agarró del mismo sitio, pero de forma más suave, insonorizando el gemido del chico entre sus labios, que habían apresado los contrarios y se mordían y lamían furiosamente.
-Venga, vámonos a casa, que esto está subiendo de tono y no es un buen sitio. -Dijo Frank una vez que él y Gerard se soltaron- ¡Ehhhh!
Entre Gerard y Frank separaron a la otra pareja, ignorando sus quejas. Gerard cogió a Alicia de la cintura y tiró de ella y Frank hizo lo mismo con Mikey. Éste estaba tan borracho que le daba igual a quien besar, pero quería besar a alguien, así que se lanzó a los labios de Frank, mordiéndole el inferior para hacer que abriese la boca y así recorrer todo su interior con su lengua.
Gerard aún tenía las manos en la cintura de Alicia y los dos veían la escena sin creerla.
-¡Tú, que es mi novio! -Gerard vio cómo Frank correspondía al beso, poniendo una mano en la cintura del otro para acercarlo más a él. -Está bien...
Gerard giró a Alicia y se apresuró a besarla, y ella le dejó y le respondió con la misma efusividad para vengarse de su novio.
Frank y Mikey se separaron un momento para coger aire y vieron a los otros dos.
-¡Gerard, suéltala! -Gritó Mikey acercándose a ellos y tirando de Alicia. Haciendo que se separasen.
-No es justo, ¿vosotros podéis y nosotros no? -Preguntó Alicia con un pucherito en los labios.
Y ante la situación, los cuatro estallaron el risas para después irse a casa de Frank y allí seguir con sus desvaríos y su propia fiesta.




Continuará...

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