sábado, 3 de diciembre de 2011

Cap. 38 "Obsesionados con el sexo"

CAPÍTULO 38:


G- Tienes que ingresar en un centro de rehabilitación. -Dijo de forma bastante ruda.

Frank se mantuvo en silencio un momento, negándose internamente a procesar esas palabras.

F- No creo que sea necesario ser tan extremistas, Gee...

G- Está visto que tú solo no lo conseguirás y yo no soy de mucha ayuda porque no sé qué debería hacer para ayudarte. Creo que es la mejor solución... -Su tono de voz volvió a ser el de siempre.

F- Pero...

G- Mira, Frank. Yo no te voy a obligar, lo sabes. Pero creo que es lo mejor para ti. Es más, creo que es la única solución. Y te repito que por mucho que te ame, no estaré contigo viéndote sufrir con las drogas. Todo depende de ti.

F- Debo... Debo pensarlo, ¿si?

G- Está bien. Confío en tu decisión. -Sonrió con esperanza y se acercó para envolverlo en un fuerte abrazo.

Esa misma mañana comenzaron a empacar las pocas cosas que habían sacado de sus maletas en ese par de días y algunas otras que había en la casa. Cada uno sumido en sus pensamientos.

Frank le daba vueltas una y otra vez a la idea de ingresar en un centro de rehabilitación.
Lo veía como una idea innecesaria y no quería aceptarla. Él se sentía capaz de superar la adicción por sí solo. Con ayuda de Gerard y listo. Pero al parecer éste no lo creía igual.
Tenía claro que haber recaído la noche anterior había sido una estupidez, sobre todo por que la razón que lo empujó a ello habían sido las dolorosas palabras de Jamia, palabras que debería de haber ignorado, pero no. Le llegaron hasta el fondo de su alma e hicieron estragos allí.
Tal vez, sólo tal vez, Gerard tenía razón y dejar una adicción con la posibilidad de salir de casa y consumir sin problemas no era una opción. Pero, ¿una clínica de rehabilitación? ¡Él no era un jodido drogadicto!

Debía reflexionar sobre ello.

Por su parte, Gerard sufría un debate interior entre contarle a Frank sobre el supuesto embarazo de Jamia o no decirle nada.
Tenía claro que debía saberlo, pero aún no estaba seguro de si el embarazo era de verdad o una simple estratagema de la chica para no quedarse sin los privilegios que suponía tener a Frank Iero como pareja.
Y, en el caso de que fuera verdad, ¡podía ser de cualquiera! Esa tipa seguro que se había acostado con más hombres que el propio Gerard, que, a decir verdad, eran muchos.
¿Debía darle una noticia tan horrible a Frank aún sin saber si Jamia estaba embarazada de él de verdad? Podía empeorar su estado...
Pero, aunque no lo admitiese, en el fondo sabía que no se lo contaba por miedo (terror mejor dicho) a que Frank le dejase de lado para hacerse cargo del bebé y vivir como una "familia feliz" junto a ella.

Aún tenía que pensar en ello.

...


Al medio día ya tenían todo preparado y guardado en el maletero y la parte trasera del coche de Iero.
Habían decidido que viajarían en coche, conduciendo Gerard y parando a dormir, ya que el viaje duraría unas 14 horas. Así ambos tendrían más tiempo para pensar en sus dilemas.

Conversaron, escucharon música, hicieron algunas paradas para comprar comida e ir al servicio y bromearon. Pero los silencios entre ellos se extendían largos momentos sin que ninguno hiciese nada por solucionarlos.

Como salieron por la tarde, cuando ya llevaban unas 7 horas de viaje decidieron que era momento de hacer una parada de verdad y dormir unas horas, así que buscaron un motel de carretera que no pareciese demasiado cutre y entraron allí.

El sitio era realmente modesto pero se veía limpio y en orden, no como los moteles normales. Además, había bastantes coches aparcados fuera, lo que indicaba que no sería de muy mala calidad o la gente iría a cualquier otro de todos los que había en esa carretera.

Pidieron una habitación con cama de matrimonio, haciendo que el joven recepcionista les mirase con complicidad pensando que eran una pareja más que buscaba pasar la noche juntos y lejos de sus familias.

-Si desean algo, LO QUE SEA, llámenme. Estaré disponible. -Les dijo antes de darles la llave de la habitación con una sonrisilla traviesa.

Los dos chicos hicieron un movimiento de cabeza a modo de agradecimiento y caminaron por el largo pasillo lleno de puertas con números hasta llegar a la suya. Entraron y Frank se dejó caer boca abajo en la cama mientras Gerard cerraba la puerta.

G- Voy a cerrar con llave o ese chico es capaz de colarse por la noche y violarnos. -Bromeó- ¿Viste su cara cuando nos ofreció sus servicios?

El pelirrojo estalló en carcajadas y Frank levantó la cabeza de la almohada donde estaba escondido sonriendo.

F- Es que somos irresistiblemente follables, nene.

G- Cierto. Me voy a dar una ducha. No salgas del cuarto.

F- Vale, mamá. -Gerard le miró con enojo fingido y se metió al baño.

Frank dedicó esos minutos de soledad y silencio para llegar por fin a una conclusión.

Cuando Gerard salió del baño la mente de Frank se vació y solo podía pensar en lo que tenía delante, un cuerpo medio desnudo, tapado solamente por una minúscula toalla azul, escurriendo agua y haciéndole mil veces más apetecible, si eso era posible.

Estaba empezando a babear.

G- Eh. ¡EH! ¿Me estás escuchando? -Llamó su atención al ver que estaba en otro mundo.

F- Em, sí, esto, perdona Gee. ¿Qué decías?

G- Que el agua de la ducha está perfecta. Necesitaba un baño para relajarme. Tantos horas conduciendo me tenían tenso. -Repitió haciendo estiramientos con el cuello y los brazos.

F- Ahám... -Fue su simple respuesta, sin poder sacar los ojos de su cuerpo. Sacudió su cabeza y volvió a la realidad por fin- Quería hablar contigo.

G- Dime. -Incitó, secándose el pelo con otra toalla.

F- He estado pensando lo de la clínica de la clínica de rehabilitación y... Bueno... He decidido que... -Cogió aire y habló de golpe o nunca lo diría- Que sí. Que ingresaré en ello. Quiero desintoxicarme bien y no volver a recaer nunca.

Gerard no pudo disimular su felicidad al escuchar eso y soltó la toalla con la que se secaba la cabeza para correr hasta el otro y tirarse encima de él sobre el colchón, llegando su rostro de besos y repitiendo lo contento que estaba y que todo saldría bien.

Hasta que el beso fue en la boca y se fue haciendo más profundo y más necesitado.

Frank giró con Gerard y quedaron al revés, con el pelirrojo debajo del menor. Siguieron besándose, intercalando besos boca a boca con otros en el cuello cuando necesitaban coger aire.

Y eso, junto a la abstinencia que había sufrido Gerard en los últimos días, estaban causando estragos en su cuerpo, los cuales no pasaban desapercibidos al estar tapado únicamente por la fina tela de la toalla.

G- Mmm Frank. Para. -Le empujó hacia arriba con las manos en su pecho- Recuerda el trato. -Dijo con voz ronca.

F- Recuerdo el trato. -Le informó- Pero he estado pensando una cosa... Sé que estás necesitado, aunque solo hayan pasado unos días. Y, puesto que yo fallé ayer en mi parte del trato, pienso que lo más justo es dejarte fallar a ti... O ayudarte a ello.- Rectificó con voz juguetona.

G- Explícate. -Imploró.

F- A ver... No podemos follar, porque eso es otro trato. Pero... Yo te prohibí masturbarte mientras yo no pudiese drogarme. Así que, lo más justo, es dejar que te descargues.

Gerard le miró con los ojos abiertos de par en par. La situación, las ideas que pasaban por su cabeza y las palabras de Iero le estaban poniendo peor de lo que ya estaba.
Mentiría si dijese que en esos días no había necesitado más contacto físico, aunque fuese de su propia mano. Pero había cumplido.

Y la idea que le proponía Frank ahora se le antojaba de lo más llamativa, sobre todo si contaba con su ayuda y más después de haber escuchado su decisión.

G- Oh, joder, está bien.

Frank sonrió con lascivia y volvió a besarle, superficialmente esta vez.

F- Siéntate.

Way hizo lo que le mandaba, muriendo de curiosidad. Frank se quitó el pantalón, quedando solo con un (muy) ceñido boxer rojo. Se sentó delante de él, entre sus piernas, pasando las propias alrededor de su cintura, dejando un hueco entre los dos cuerpos para poder maniobrar cómodamente.

Gerard no perdía detalle, pero se sintió desfallecer cuando las manos del otro recorrieron su pecho, desde el cuello hasta la cintura donde aún tenía atada la toalla. Hizo círculos alrededor de su ombligo y Gerard puso las manos tras su espalda, apoyadas en el colchón para sostenerse e inclinó la cabeza hacia un lado sonriendo cuando Iero por fin llevó sus manos hasta la toalla y la abrió, dejando al aire su tiesa polla.

Frank se relamió los labios mirando fijamente esa parte dura y después le miró a los ojos, justo cuando un dedo se paseaba sutilmente por la punta, recogiendo el líquido que ya empezaba a salir para luego repartirlo por toda la extensión.

Gerard jadeó, entrecerró los ojos y abrió la boca, lo cual fue lo que necesitaba Frank para agarrarle desde la base y mover la mano arriba y abajo, muy despacio. Demasiado despacio para la cordura del pelirrojo.

El pelirrojo gemía sin control y cerraba los ojos sin darse cuenta y Frank se sentía necesitado ante tal visión así que, sin dejar de lado el trabajo que le estaba haciendo al otro, coló una mano dentro de su propio boxer y empezó a tocarse a la misma velocidad que tocaba a Gerard.

De repente Gerard abrió los ojos y lo que vio le hizo endurecerse más, si eso era posible.

Intentó convencerse a sí mismo de que debía mantener su promesa autoimpuesta, pero no lo soportó.

G- Oh, mierda Iero. -Frank volvió a mirarle preocupado al notar cierto tono de enfado, bajando la velocidad de sus movimientos- Te odio. Me haces caer y que incumpla mis promesas.

Y sin decir nada más ni explicarse, estando Frank más confundido aún, acercó más sus cuerpos, bajó el boxer por delante, quedando debajo de los testículos y alejó la mano de Frank para cogerle él con fuerza, quizás más de la necesaria, pero que lejos de provocarle dolor a Iero, le mandó fuertes oleadas de placer directamente a su cerebro.

Éste echó la cabeza hacia atrás dejando acceso libre a su cuello, el cual no fue desperdiciado, y paró de moverse para dejarse enloquecer por la mano ágil de Gerard.

G- Dios, muévete. -Susurró contra su cuello, pasando la lengua por su nuez y mordiendo duro en el lado, cual vampiro.

Frank volvió en sí y continuó con el movimiento de su mano sobre la polla contraria, uniendo sus bocas en un beso hambriento. Y así siguieron, separándose solo para respirar y dejar escapar sugerentes sonidos, hasta que se corrieron en la majo ajena con un último grito que bien podía haber despertado a los de las habitaciones cercanas.

Se quedaron quietos, aún con las manos en el mismo sitio, y unieron sus frentes, intentando recuperar el control de la respiración.

G- No sabes cuanto echaba de menos estas cosas... -Murmuró, rompiendo el silencio.

Frank sonrió de medio lado- Tanto como yo, supongo. Deberíamos soltarnos... A no ser que quieras una segunda ronda. -Añadió con picardía.

G- Con una recaída vale. -Rió y, a regañadientes, le soltó, siendo imitado después por el menor.

Limpiaron sus manos en la sábana y se tumbaron uno junto al otro, nariz con nariz. El cansancio hizo acto de presencia e ignoraron la necesidad de lavarse. Ya lo harían por la mañana.

F- En realidad, te echaba de menos A TI. Estar así, los dos juntos...

G- Siempre me tuviste. Aunque ahora me vuelves a tener físicamente también. -Se regalaron unas sonrisas y un casto beso- Buenas noches.

F- Buenas noches. -Y añadió en un susurro casi inaudible- Te amo.

G- Te amo.






Continuará...


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Gracias por los comentarios.

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5 comentarios:

  1. SEH, SEH, SEH. Frerard rules e.e
    Me ha encantado. Jodidas y perfectas recaídas sexuales. Es que claro, ¿quién puede resistirse a un Gerard Way mojadito y recién salido de la ducha? ¿Y a un Frank Iero caliente? Es imposible, joder XDD
    Tooooodo perfect. Frank va a ingresas en un centro, Frank va a ingresar en un centro (8)
    Oye, qué espabilado el recepcionista del motel, no? XDDDDDDDDDDD Hombre, que yo también les habría propuesto algo así... Porque Frank tiene razón son irresistiblemente follables e.e
    Qué romántico el final :)
    Quiero el siguiente, y saber cómo pasa lo del centro y todo eso. No sé, tengo intriga por saber el final, que será feliz.
    Besos.

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  2. AAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH, ¡GERARD, POREL INFINITO CIELO Y PAZ A LA COCA-COLA! MAI GAAAAAAAAAAAD. Y U NO QUISISTE SEGUNDA RONDA? Mueeeeeero. Todas queríamos :_

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  3. jajajajaj ya teniais ganas de frerard pervertid@s xDDDDD
    al final clinica de rehabilitacion, siesk es lo mejor para el, pero aun asi el tema jamia aun esta en ela ire y sé k se va a liar gorda, no. gordisima :)

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  4. Jajajajjaaj me encantaa como siempre :P pero lo que mas esas 3 ó 4 frases del final <3

    Att:MarcianaKilljoy

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  5. ¡Hola! Me encanta el fic, que lo sepas! Y no dejes de escribir, por tu madre, que es una pasada!
    Besos desde Valencia! ♥
    ¡Frerard rules! :D

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