martes, 10 de enero de 2012

Cap. 45 "Obsesionados con el sexo"

CAPÍTULO 45:



El sábado por la mañana temprano, Gerard volvía a aparcar en la puerta de la casa de Jamia para después apretar la bocina y que la chica se enterase de que había llegado.

Unos minutos después, ella salía por la puerta, con un aspecto bastante mejor que la noche anterior. Su pelo estaba peinado de nuevo y las ojeras habían disminuido un poco, pero aún se la notaba cansada y decaída.

Cerró tras ella y caminó hasta el coche, abriendo la puerta del copiloto.

Jamia- Hola. -Saludó secamente, con la cabeza gacha y sin mirarle a los ojos directamente.

G- Buenos días. ¿Cómo estás? -Jamia bufó ante la pregunta. No entendía por qué Gerard se comportaba siempre de forma tan educada con ella cuando era obvio que no la soportaba y que, de poder evitarlo, no pasaría con ella ni un segundo.

Es tan perfecto que resulta jodidamente irritante” pensó.

Jamia- Nadie ha muerto desde que te fuiste, así que supongo que bien. -Respondió haciendo alusión al bebé. Gerard frunció el ceño al escucharla hablar tan a la ligera de algo tan importante.

G- Genial. -Murmuró. Y sin decir más, arrancó e inició el camino hasta el centro de rehabilitación.

Había más de media hora por delante y ambos tenían asumido que no sería un viaje demasiado cómodo.

Cuando llegaron aún no había comenzado el horario de visitas y la puerta de entrada a los terrenos del centro estaba cerrada, por lo que les tocaría esperar aún un rato más estando los dos solos. La tensión se podía palpar en el incómodo silencio que les rodeaba dentro del coche, donde Jamia miraba por la ventana intentando ignorar con quién estaba y Gerard golpeaba el volante al ritmo de una melodía inventada.

G- Y... ¿Has cambiado de idea? -Cuestionó, rompiendo el silencio al fin y Jamia sabía perfectamente a qué se refería.

Jamia- No. -Respondió ella cortante.

G- Bueno, mejor esperemos a que esté Frank para hablar de eso. Dime, ¿qué has hecho estas semanas?

Jamia gruñó, mirándole por primera vez en toda la mañana- Oye, no es necesario que hablemos. Tan solo esperemos.

G- Vale, solo intentaba ser simpático. -Se encogió de hombros y volvió a golpear el volante.

Jamia- ¿Por qué? -Gerard la miró, parando todo movimiento, extrañado por el tono tan serio que había utilizado y sin saber a qué se refería- ¿Por qué intentas ser simpático conmigo? ¿Por qué eres tan educado conmigo? Me odias y deberías de tratarme como basura por todo lo que le he hecho a Frank. Es tu novio, ¿no? ¡Defiéndele! -Gritó finalmente mirando al frente y apretando los puños con fuerza.

De verdad que no le entendía y le desesperaba su forma de ser.

G- Porque eres quien lleva en su interior al hijo de la persona que amo. Él quiere a ese bebé a pesar de todo lo que ha pasado. No le había visto tan ilusionado desde hace muchísimo tiempo...

Jamia- Estás completamente enamorado de él, ¿verdad? -Susurró, no muy segura de si quería escuchar la respuesta.

G- Siempre lo he estado. Ni con la distancia ni el tiempo pude dejar de estarlo. -Dijo en tono también bajo, y una sonrisilla apareció en su boca junto con un leve rubor en las mejillas.

Jamia agachó la mirada, entristecida de repente. Algo parecido al arrepentimiento arremolinándose en el fondo de su estómago. Boqueó un par de veces pero no logró decir nada.

G- Oh, ya abren.

Entraron a los terrenos y llegaron hasta el aparcamiento. Dejaron el coche y caminaron uno tras otro hasta el interior del edificio, donde explicaron a una trabajadora a quién iban a visitar. Ella fue a avisar a Frank y les indicó que fuesen al salón, el cual estaba vacío todavía.

Quince minutos después, más o menos, Frank entraba también al salón, encontrándose a Gerard de pie, apoyado contra un sillón y a Jamia sentada en éste, de espaldas al pelirrojo, con estado ausente.

Iero fue directo a Gerard, que le vio nada más poner un pie en la sala y sonrió todo lo que pudo. Se abrazaron y se besaron levemente, no queriendo que la chica saliese de allí cabreada de nuevo ante sus muestras de cariño.

F- Hola, Jamia. -La saludó, soltando a Gerard y poniéndose frente al sillón- ¿Cómo estás?

Jamia- Embarazada. Espera, creo que eso ya te lo conté... Ah, sí. Me llamaste hija de puta y me dijiste que me buscase la vida, que no querías tener nada que ver con el bebé. -Le echó en cara, mirándole con rencor.

F- Jamia, yo... Lo siento. Era mi primera semana aquí y estaba mal y la noticia me pilló desprevenido... Lo pagué contigo y de verdad que lo siento muchísimo.

Jamia- Es una justificación muy pobre. Es muy fácil echarle la culpa de todo a la rehabilitación.

F- No es una justificación. Y, aunque lo fuera, lo siento. -Insistió, poniendo sus manos en las rodillas de la chica e hincándose frente a ella.

Jamia- No.Me.Toques. -Y, ante eso, Iero levantó las manos en gesto de calma- ¿Para qué querías que viniese?

Mientras hablaban, Gerard escuchaban atento desde su posición al otro lado del sillón. Frank se levantó y se sentó en el sillón frente a la chica.

F- Quiero que encontremos una solución con respecto al bebé.

Jamia- Oh, no tienes que preocuparte por eso. Pronto no habrá bebé y se acabará el problema. -Dijo como si hablase del tiempo.

F- ¿Qué...? Espera, ¿hablas de abortar?

Jamia- ¡Premio para el enano! -Chilló desdeñosa.

F- ¡No puedes hablar en serio! ¡Es nuestro hijo!

Jamia- Tú mismo me dijiste que no querías tener nada que ver con él. -Repitió.

F- ¡Pero estaba mal! No pensé en serio lo que dije. Yo quiero a ese bebé. Estoy feliz por tener un hijo...

Jamia- ¡Pues búscate a otra porque yo NO voy a tenerlo! Yo no quiero un hijo.

F- Podemos arreglarlo. Algo podremos hacer. Acordaremos una custodia compartida, así no tendrás que hacerte cargo tú sola, y lo cuidaremos y criaremos entre los dos.

Jamia- ¡Pero es que yo no quiero tener un hijo tuyo! Ya se lo fije a Gerard ayer. No podría estar con él sin pensar que su padre me dejó por otro hombre. Soy incapaz de querer a esta cosa. ¡¡Lo odio!!

Y, como se estaba haciendo común en ella, estalló en llanto, enterrando el rostro en las manos.

F- Jam, lo siento por todo. No hemos tenido una relación perfecta exactamente, aunque eso ha sido culpa de ambos. Ni tú me has amado ni yo a ti. Pero esa no es razón para que me dejes sin mi hijo.

Jamia- Yo... Yo... No lo quiero, no, no, ¡NO!

F- Podemos arreglarlo. -Dijo de nuevo- Tú no quieres tener nada que ver con el bebé, ¿cierto? -Jamia negó entre lágrimas y sin levantar el rostro- Bueno, dame su custodia. En cuando el bebé nazca arreglamos los papeles y tú te libras de él. Sólo tienes que tenerlo dentro de ti y luego se acabó. Recuperarás tu vida como estaba.

Jamia- ¡¿Y qué mierda gano yo con eso?! Nueve meses soportando un embarazo para tener al bebé y dártelo. No...

F- Te pasaré una pensión durante el embarazo, no tendrás que pagar nada, me haré cargo de todos los gatos. Y cuando por fin tengas al bebé te daré más dinero para que hagas con él lo que quieras. Y yo me quedo con la custodia. No tendrás ninguna responsabilidad.

Jamia- N-No, no me convence. -Titubeó- No quiero tener que pasar por el embarazo.

F- Jam, por favor. -Cogió sus manos y las acarició con los pulgares- Nunca te he pedido que hagas nada por mi. Mira mi vida. Es un asco ahora mismo. Estoy aquí encerrado, probablemente me echen de la banda... Lo único bueno que tengo es a Gerard pero me siento incompleto. Deseo con toda mi alma poder tener a ese bebé, cuidarle, enseñarle cosas, jugar con él... Por favor.

Jamia le miró a los ojos, unos ojos humedecidos y totalmente sinceros y que le gritaban en silencio un súplica desde lo más hondo de su ser. Y de nuevo el arrepentimiento bullendo dentro de la chica le hizo alejar la mirada.

Jamia- Tengo que pensarlo... Pero no te prometo nada. No quiero pasar por esto. -Murmuró antes de levantarse con intención de irse.

Se giró hacia Gerard, que se había mantenido callado toda la charla.

G- Te llevo de vuelta. -Dijo al entender su mirada. Se acercó a Frank mientras ella salía camino al coche- ¿Estás bien? -Le preguntó al ver sus ojos a punto de llorar y le pasó los brazos por su cintura.

F- No puedo creer que piense en abortar. Tú y ese bebé es lo único que me animan a seguir con la rehabilitación para salir de aquí. Ella no puede... -Se quedó callado sin poder terminar la frase y Gerard le abrazó con todas sus fuerzas.

G- Chss, tranquilo, mi amor. Vamos a darle tiempo. Seguro que decide lo correcto. -Trató de animarle, besando su cabeza después de hablar- Tengo que llevarla a casa. ¿Estarás bien? -Susurró sujetándole el rostro con las manos.

F- Sí, no te preocupes. -Respondió ya más repuesto- Bert está en el cuarto y siempre es una buena distracción.

G- ¡Eh! ¿Y de qué forma te distrae, si puede saberse?

F- Mmm con sexo rudo y salvaje. -Bromeó- Gerard le miró con el ceño fruncido.

G- Por tu propio bien, espero que sea broma.

F- Tonto. -Elevó su rostro para llegar al del pelirrojo y le besó, un beso de verdad, no como el anterior- Te veo el sábado que viene. Anda, vete ya antes de que te secuestre y te encierre en mi armario.

El pelirrojo rió y le mordió el labio antes de despedirse y salir tras Jamia, que ya le esperaba junto al coche.

El camino de vuelta fue todavía más tenso, en completo silencio, hasta que llegaron a casa de la chica.

Ésta fue a salir del coche sin decir nada, pero Gerard la sujetó del brazo.

G- Por favor, recapacita. Hazlo por él.

Y tras eso sí, salió y se metió en casa sin mirarle si quiera. Gerard solo suspiró fuerte y se fue de allí.

...


Y sin más, pasó otra semana sin pena ni gloria, la quinta semana de Frank en el centro, y volvía a ser sábado.

Frank estaba sentado fuera del edificio como acostumbraba, fumando, cuando le escuchó gritar.

G- ¡Ha dicho que sí! -Gerard llegó corriendo hasta él y le apretujó entre sus brazos, haciéndole tirar el cigarrillo- Jamia ha aceptado. ¡Te va a dar al bebé! Vas a tener un hijo, mi amor.








Continuará..

2 comentarios:

  1. waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa biennnnnnnnn|| Me alegro un monton ;D

    MARCIANAKILLJOY

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  2. ME ENCANTA cómo está redactado este capítulo. Tiene unas expresiones y comparaciones realmente bonitas.
    Los hecho son geniales también. Al principio, cuando Jamia se negaba a aceptar tener el hijo pensé: Será zorra... Fue un poco cruel echándole en cara las cosas de esa manera a Frank. Pero bueno, ha entrado en razón y, si no se complica la cosa, va a darle el deseado hijo al enano. Claro que conociéndola la veo capaz de suicidarse a mitad del embarazo o de hacer alguna gilipollez que lo estropee todo. Sólo esperemos que eso no ocurra.
    Gerard y Frank son la cosa más mona del mundo, en serio.
    Me ha encantado, ya lo sabes.

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