miércoles, 18 de enero de 2012

Cap. 47 "Obsesionados con el sexo"

CAPÍTULO 47:



Los días mejoraron para todos a partir del momento en el que Jamia les dio la gran noticia.

Ella empezó a cuidarse, recibiendo alguna que otra visita de Gerard a lo largo de las semanas, dejando ambos de lado todo el rencor y odio que habían sentido mutuamente por una relación cordial.

La verdad es que, aunque nunca lo admitiese en alto, estaba agradecida de ello y por fin entendía por qué Frank estaba tan loco por él. Era increíblemente atento, amable, divertido y malditamente atractivo. Era cautivante.

Gerard por su parte empezaba a ver un lado de Jamia que nunca creyó posible que tuviese. No era tan mala persona en el fondo... Y se alegraba de que le permitiese visitarla para comprobar su salud y la del bebé.

Y Frank... Frank estaba feliz. Se tomaba totalmente en serio su rehabilitación y no veía el momento de salir de ahí y de poder tener al bebé entre sus brazos. Jamia ya sabía el sexo de éste, pero Frank y Gerard habían decidido no saberlo hasta que naciese, así que ella no se lo había dicho.

Llevaba dos meses encerrado en la clínica y Jamia tenía tres de embarazo, mostrando ya una gran barriga.

F- No sabes cuantas ganas tengo de verte ya. Te comparé muchas cositas y te enseñaré a tocar la guitarra. -Hablaba con el bebé dentro de la chica un sábado que Gerard la había llevado para que la viese.

G- ¿Frank, qué haces? -Preguntó mirándole con las cejas alzadas y a punto de estallar en risas. Jamia solo sonreía divertida con la oreja de Frank casi pegada a su tripa.

F- Hablo con mi hijo o hija, ¿no lo ves?

G- ¡Pero si no te oye!

F- Claro que sí. Los bebés nos escuchan desde dentro y luego reconocen nuestras voces. -Respondió incorporándose y cruzando los brazos lo más digno posible- Ya verás como cuando me vea por primera vez me reconoce y a ti no. -Le sacó la lengua como un niño pequeño y puso su mano en el vientre de la chica justo cuando el bebé daba una patada- ¿Qué ha sido eso? -Preguntó asustado.

Jamia- Se ha movido. -Respondió enternecida por la emoción de Frank.

F- ¡Oh! ¡Otra vez! Creo que si es chico será futbolista y si es chica tendrá el carácter de su madre. -Comentó mirando a la chica. Su relación había mejorado, siendo casi amistosa incluso, y se permitían ciertas bromas- ¡Mira Gee!

Gerard miró a Jamia pidiendo permiso sin decir nada para tocarla también y ella solo asintió con la cabeza. El pelirrojo se sentó al lado que tenía libre y acarició su vientre un momento hasta que sintió un golpe. Levantó la mirada y se encontró con los brillantes ojos de Frank mirándole fijamente.

F- Le agradas.

...


Otros dos meses volaron sin problemas de por medio, algo increíble teniendo en cuenta la vida de los chicos.

Era miércoles y Frank estaba aún dormido en su cama, desparramado boca abajo, de cara al colchón y con las sábanas caídas por los lados. Dormía tranquilamente cuando sintió suaves masajes en sus hombros.

Pensando que era un sueño, no hizo ni el más mínimo movimiento, disfrutando de las atenciones.

Poco después sintió un peso sobre el colchón y cómo alguien se sentaba a horcajadas en la parte baja de su espalda, continuando con el masaje en los hombros y suaves caricias en los brazos.

Entonces sintió que un cálido aliento golpeaba un lado de su cuello y despertó sobresaltado.

-Tienes suerte de que sea yo. Espero que no le permitas este tipo de cosas a cualquiera. -Susurró una voz en su oído. Una voz que conocía a la perfección.

Sonrió al sentir un mordisquito en el lóbulo de su oreja y giró un poco el rostro para encararle.

F- ¿Qué haces aquí hoy? -Le preguntó al chico pelirrojo que seguía sobre él. Hablaban en susurros porque Bert estaba dormido en la cama de al lado. Roncando, para ser exactos.

G- ¿Has olvidado qué día es hoy acaso?

F- Mmm... ¿miércoles?

G- ¿Qué más?

F- 9 de abril.

G- ¿Y...?

F- Oh, ya... Hoy es el cumpleaños del chico más sexy que conozco.

G- ¡Bingo!

F- Pues déjame levantarme. Iré a buscarle... -Se retorció debajo del cuerpo que le aprisionaba contra el colchón y logró quedar boca arriba, cara a cara, mirándole con esa sonrisa torcida que tanto encendía a Gerard.

G- Eres un cabrón. -Y sin más preámbulos le besó como si le fuese la vida en ello, metiendo su lengua directamente en esa boca que era su perdición, mordiendo sus labios, acariciando a su gemela y gruñendo cuando las manos de Frank se aferraron de su trasero.

Se besaban con desesperación, intentando hacer el menor ruido posible, y sin darse cuenta estaban moviéndose uno contra el otro, aprovechando la erección matutina de Frank y la que se formaba en los pantalones de Gerard.

Tan sumidos estaban en sus cosas que no se dieron cuenta de que la persona junto a ellos había dejado de roncar y ya no dormía.

Siguieron con sus contoneos y ansiosos besos, subiendo el volumen de los gemidos y suspiros que escapaban de sus gargantas sin permiso, incentivados con la presencia de Bert, hasta que se dejaron llevar por la fuerza del orgasmo.

Gerard se desplomó a un lado de su novio, cansado. Todo se quedó un rato en silencio mientras se reponían hasta que Frank habló.

F- Oh, oh... -Dijo en tono de alarma.

G- ¿Qué ocurre? -Preguntó adormilado y con la voz un poco ronca.

F-. Bert no está roncando.

G- ¿Y?

F- Nunca deja de roncar cuando está dormido. -Gerard seguía mirándole sin entender y Frank rodó los ojos- ¿Bert? -Le llamó.

Bert- Vaya, creí que os habíais olvidado de que estaba aquí.

G- ¡Joder! ¿Cuánto tiempo llevas despierto? -Preguntó, por mera curiosidad más que por vergüenza.

Bert- Mmm bastante rato. Dios, sois tan calientes.

Gerard se rió entre dientes y Frank se sonrojó un poco.

Claro, Gerard se reía porque no había tenido nunca a Bert siguiéndole por todas partes diciéndole cuánto le gustaría montarse un trío con ellos dos, intentando convencerle.

Bert- No te rías. Mirad como estoy por vuestra puta culpa. -Habló de nuevo, señalando la sábana que le cubría de cintura para abajo, formando una montañita en cierta zona- Y como Frank no acepta mi idea... Tendré que quitarme el problema yo solo. -Se sentó y se cruzó de brazos, como si estuviese enfurruñado.

G- ¿Idea? ¿Qué idea? -Preguntó mirándoles por turnos.

Cuando Bert vio que Frank no tenía intenciones de responder, habló él.

Bert- Le he propuesto que hagamos un trío, pero se niega.

G- ¿Cómo que un trío? -Cuestionó con el ceño fruncido, pensando en Bert, Quinn y SU Frank.

Bert- Frank, tú y yo, claro. No sabes la de veces que sueño con follar con vosotros dos a la vez.

Gerard abrió los ojos sorprendido pero un momento después volvía a reírse.

G- ¿Y Frank te ha dicho que no? ¿Frank soy-un-jodido-adicto-al-sexo Iero ha rechazado un trío?

F- ¡Oye!

Bert- Sí. Qué pasa, ¿tú aceptas? -dijo levantando las cejas sugerentemente.

G- Emm, Por qué no... -Frank le miró levantando las cejas y Gerard le mordió el labio.

Bert- ¡Wow! Genial. Pero sin Frank no podemos.

G- Yo me encargo de convencerle, tranquilo. -Dijo apretando el abrazo sobre Frank.

F- ¡¿Podéis dejar de hablar como si no estuviese aquí?!

Los dos mayores no pudieron evitar reír hasta que sus estómagos dolieron y Frank terminó uniéndose. Estaba siendo una mañana totalmente fuera de lo común.

Bert- Bueno, chicos. Tengo algo entre las piernas que me está molestando, así que voy a hacerme un trabajo manual en la ducha. -Se levantó y fue caminando hacia el baño vestido solo con unos boxer ajustados que no dejaban nada a la imaginación y no podían esconder tremendo bulto- No... Mejor voy a hacer una visita a Marcus. -Habló consigo mismo, sonriendo de forma bastante perversa. -Nos vemos luego.

Y salió de la habitación, sin siquiera ponerse más ropa encima.

G- Este tío es increíble. No puede ser más descarado. -Rió.

Ya solos, Frank se giró hacia él para corresponder el abrazo y mirarle.

F- No veas que pesado está con eso del trío, no deja de repetírmelo. Y tú no deberías seguirle el juego. Ahora se lo ha creído y será más pesado aún.

G- ¿Quién dice que solo le seguía el juego? -Preguntó rozando su nariz sobre el escorpión de su cuello.

F- ¿Qué? ¿Acaso lo dices en serio? -Se incorporó un poco, apoyándose en el codo para verle mejor.

G- Claro. Pronto tendremos una responsabilidad muy grande y no podremos hacer esas cosas. Además, ¿no te parece excitante?

F- Todo contigo es excitante, nene. -Respondió juguetón- Bueno, tal vez pueda cambiar de opinión. Y ahora, olvidando eso... Creo que todavía no te he felicitado. -Gerard ronroneó junto a su oreja- Feliz cumpleaños, cariño.

Buscó su boca y se besaron despacio y con ternura. Tenían todo el tiempo del mundo.

F- En serio, ¿por qué estás aquí hoy? -Preguntó de nuevo cuando se separaron, pero dándole pequeños beses entre las palabras.

G- Pedí permiso para venir hoy. Y, además de eso, Phoebe me ha dicho que vas tan bien que puedes salir hoy de aquí, siempre que te cuide y te traiga de vuelta. -Frank dio un saltito en la cama, emocionado por salir del centro aunque fuesen unas horas, y quedó sentado sobre Gerard, apoyado en sus brazos y pegando su cuerpo a él. Gerard sonrió grande- Veo que te hace ilusión. Nos duchamos y nos vamos.

F- ¿Dónde iremos?

G- Eso es sorpresa.




Continuará...

1 comentario:

  1. Wowowowowowo. Qué guay lo de que Frank pueda salir un día.
    Y me parece realmente genial que Gerard acepte el trío e.e
    Es muy mono todo el asunto del embarazo, en serio. Me imagino a Jamia con su barriga y a estos dos ahí todos felices, como niños pequeños, tocándola y hablándole *-* Oh, so cute.
    De verdad que me encanta Bert, joder.
    Y no sé... Poco más. Que me encanta la novela y su escritora.

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