sábado, 14 de enero de 2012

Cap. 46 "Obsesionados con el sexo"

G- ¡Ha dicho que sí! -Gerard llegó corriendo hasta él y le apretujó entre sus brazos, haciéndole tirar el cigarrillo- Jamia ha aceptado. ¡Te va a dar al bebé! Vas a tener un hijo, mi amor.

Le informó todo de golpe, con una enorme sonrisa que en seguida se le contagió al menor.

F- ¿Ha dicho que sí? -Asintió- ¡¿Ha.dicho.que.sí?! -Asintió más fuerte aún- Joder, ¡ha dicho que sí! -Y saltó sobre él, obligándole a cogerle en el aire. Ató las piernas a su cintura y le besó con toda la emoción que sentía. Gerard le correspondió al instante, sujetándole por el trasero, hasta que alguien les llamó la atención.

Bert- ¡Eh! ¡Iros a la habitación, cochinos!

Frank se separó de Gerard sonriendo aún y bajó de sus brazos para ir corriendo hasta Bert y saltar encima de él como había hecho con su novio.

F- Voy a ser papá, Bert. ¡Voy a ser papá! -Le informó casi gritando.

Bert, que estaba enterado de toda la historia, se alegró enormemente por él y le apretujó entre sus brazos, sujetándole como podía.

Bert- Aw, Frankie, ¡no sabes cuánto me alegro! -Y para demostrárselo dio una vuelta con él encima, haciéndole reír como un niño pequeño- Me alegro mucho por ti, petizo. Te lo mereces. -Dijo dándole un pequeño beso sobre los labios, rápido y casto, una simple muestra de cariño.

Gerard pasó eso por alto, “cosa del momento” se dijo. Pero cuando Bert cambió su sonrisa por una más pícara y sujetó a Frank por el culo, se acercó a ellos.

G- Sí, sí, sí. Estamos muy felices todos. Ahora... ¡deja de tocarle el culo a mi chico!

Bert dejó escapar una carcajada y soltó a Frank, levantando las manos en son de paz sin dejar de reír.

Bert- Con lo bien que lo estábamos pasando tiene que venir tu noviecito con sus celos. -Bromeó con Frank haciendo un puchero. Éste se rió al ver el entrecejo fruncido del pelirrojo y se acercó a él, abrazándole por la cintura.

F- Gee, no te enfades. Te pones sexy cuando estás celoso. -Ronroneó en su oído.

G- Frank, eres solo mío, lo tienes claro, ¿verdad?

F- Por supuesto, capitán. -Aceptó simulando ser un soldado.

Bert miraba la escena divertido. Movió la cabeza riendo de esos dos y se fue sin decir nada. Ya le contaría luego su compañero.

Frank llevó a Gerard hasta un banco en uno de los laterales del edificio, más resguardado de la vista que los demás.

F- Entonces, ¿cuándo has hablado con ella?

G- Me llamó hace un rato. Me dijo que aceptaba y que vendría hoy con su abogado a hablar contigo para que dejéis todo claro desde ya. Así será mejor y ella no podrá cambiar de opinión.

F- No me lo puedo creer... Voy a ser padre, Gee. -Abrumado de repente, resbaló por el banco hasta quedar recostado, mirando al frente- ¿Y si soy mal padre?

G- Frankie, mírame. Vas a ser un papá genial. Vas a rehabilitarte, saldrás de aquí y tendrás un bebé precioso al que malcriar y enseñar a tocar la guitarra.

F- Y no te olvides de lo más importante. -Gerard arqueó una ceja- Tú estarás conmigo.

...


Unas dos horas después llegó Jamia con su abogado para acordar los términos del trato.

Las cosas quedaron así: Frank le pagaría cierta cantidad de dinero al mes durante el embarazo y, cuando tuviese el bebé, éste se iría con Frank y Jamia perdería todos sus derechos, no pudiendo reclamar nada después. Todo a cambio de otra cuantiosa suma de dinero para ella sola.

Frank y Jamia firmaron, igual que Gerard y el abogado, en calidad de testigos.

F- ¿Qué te ha hecho cambiar de opinión? -Le preguntó a la chica cuando su abogado se despidió y se fue.

Estaban los tres sentados en una salita que el centro les había dejado para la pequeña reunión, Frank junto a Gerard, cogiendo su mano, y Jamia en frente.

Jamia- Pensé que te debía algo... No te he tratado muy bien estos años. Y aún me atormenta la culpa de lo que te hice en el instituto. “Pues has sabido disimularlo muy bien” pensó Frank. Y, como si ella le hubiese escuchado, continuó- Me convencí a mí misma de que yo fui quien debía sentirse humillada porque a mi novio le gustasen los tíos y por eso me prometí que me vengaría algún día. Y vi el momento perfecto cuando nos reencontramos en Chicago. Mi única intención al comenzar una relación contigo era sacarte todo lo que pudiese, dinero, joyas, ropa... Me daba igual, quería hacerte pagar que todos en el instituto se riesen de mi por salir con un maricón. -Frank se tensó perceptiblemente y Gerard apretó su mano- Pero los últimos meses, cuando estabas tan mal con las drogas, olvidé todo eso. Vale, tal vez no lo olvidé. -Rectificó ante la mirada y la ceja alzada de Gerard- Pero lo dejé de lado. Me preocupé de verdad por ti Frank, no quería que terminases mal con esa adicción... Y entonces pasó lo del embarazo. Me enfadé de nuevo y volví a echarte la culpa de mis problemas. No quería tener un hijo tuyo. Bueno, de nadie en realidad. Pero al ser tuyo, siempre que lo viese me acordaría de ese hombre que prefirió estar con un pelirrojo antes que conmigo, por eso decidí abortar.

Los dos chicos la escuchaban atentos, deseosos de saber qué había pasado por la cabeza de esa mujer todo ese tiempo para que se comportase como una verdadera hija de puta con el pobre Frank.

Después de una pausa, continuó hablando.

Jamia- Y entonces te presentaste en mi casa y lo escuchaste todo y me hiciste darme cuanta de que todo lo que he hecho ha sido pensando en mí, que nunca pensé en Frank. Me sentí como una mierda cuando me di cuenta, y más cuando vine a verte al día siguiente y me di cuenta de lo emocionado que estabas por tener un hijo. Así que quise hacer algo por ti. Más vale tarde que nunca, ¿no? -Comentó con una sonrisa de tristeza, mirando sus manos unidas y sintiendo cierta envidia de que ellos nunca estuvieron así de bien.

Al terminar de escucharla, Frank se puso en pie de repente y rodeó la mesa sin detenerse hasta llegar al lado de la chica. Y sin dudar la abrazó, apoyando su cabeza sobre la de ella y pasando los brazos alrededor de sus hombros, quedando un poco encorvado.

F- Muchas gracias, Jam. -Dijo simplemente, con lágrimas amenazando en el borde de sus ojos- Muchas gracias.






Continuará...

1 comentario:

  1. Sinceramente, me da miedo que Jamia no quiera separarse del niño cuando dé a luz y quiera romper el contrato, que sería muy normal, la verdad. Sin embargo, a pesar de eso, estoy contenta porque se ha dado cuenta de lo capulla que ha sido y quiere compensarlo. Eso ya no tiene marcha atrás, se ha dado cuenta y sabe lo que ha hecho.
    Frank y Gerard son las cosas más monas de este mundo, joder. Aw, me los como.

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