sábado, 28 de enero de 2012

Cap. 50 "Obsesionados con el sexo"

Advertencias: Lo de siempre y más.

CAPÍTULO 50:



-¡¡BIENVENIDO!!

Era de noche y acababa de poner un pie dentro de su nuevo departamento, después de pasar la tarde con sus padres, cuando un montón de gente apareció de detrás de las puertas y los pocos muebles que había, gritando.

Gerard se había quedado detrás riendo al ver que se había asustado. Llevaban varios días planeando darle una fiesta sorpresa para celebrar el éxito de su rehabilitación y allí estaban todos. No había faltado nadie.

Se acercó por detrás a su novio y le abrazó por la cintura, dándole un suave beso sobre el escorpión del cuello. Pero cuando sus amigos comenzaron a acercarse para saludar y abrazar a Frank, le soltó y se adentró en la casa a por algo de beber para los dos. Algo sin alcohol, por supuesto.

Mikey, Ray, Bill y Shannon fueron los primeros en apretujarle en abrazos.

Mikey- Cuñado, cuánto me alegro de verte por fin.

Ray- ¡Enano! ¿Qué pasa, tan famoso te has vuelto que te has olvidado de tus viejos amigos?

F- Por supuesto que no. Mira que lo he intentado, pero olvidarme de vosotros es imposible. -Bromeó en tono resignado.

Bill- ¿Qué sería de ti sin nosotros?

Pete- Sí, alguien tiene que bajarte de las nubes para que no te creas especial.

Hasta ese momento Pete no había dado señales de estar en el apartamento y Frank deseaba verlo. Era al que más echaba de menos después de tanto tiempo. Él fue quien más ayudó a Frank cuando Gerard se fue y el que le apoyó mientras la banda intentaba hacerse un hueco en el panorama musical. Le había ayudado en todo, siempre, sin excepción.

Por todo eso, en cuando le vio corrió a abrazarle con todas sus fuerzas. Pete hizo lo mismo, sonriendo y jugando con la corta melena de Frank.

F- Pete. No sabes cuánto te he extrañado. Te he necesitado mucho.

Pete- Aquí me tienes otra vez para lo que quieras. Yo también te he echado de menos.

Los dos chicos se alejaron con grandes sonrisas y la promesa muda de tener una larga charla otro día.

F- Oye, Shannon. ¿Y tu hermano?

Shannon- Bueno, él no ha querido venir... Con todo lo que pasó entre vosotros y eso. Se siente muy culpable todavía.

G- No es para menos. -Gruñó cuando volvió junto a su novio con la bebida. Le tendió su lata de refresco y bebió de la propia.

F- Gerard, no seas así. Él no tiene la culpa de nada. Yo soy quien tomó pésimas decisiones. Hablaré con él. -Le dijo a Shannon. Y Gerard gruñó de nuevo pero sonrió al ver a alguien.

G- Creo que te reclaman. -Le susurró a Frank, señalando con el dedo.

En un rincón más apartado estaban nada más y nada menos que James y Jamia sonriéndole.

Frank fue hacia allí, saludó a la chica con un beso en la mejilla y una caricia en el vientre y se volvió hacia el otro, sin saber qué hacer ni cómo saludarle. Hasta que James rompió la tensión y le abrazó.

James- Frank. ¿Cómo estás?

F- Muy bien ahora. -Respondió cuando se soltaron- Oye, James, siento todo lo que-

James- Chssst. Ya te disculpaste, ¿recuerdas? Todo está olvidado. -Le cortó con una sonrisa sincera- Además, ¡estamos aquí para celebrar y divertirnos! Ey, Gee. ¿Qué tal, hermoso? -El carraspeo de Frank le causó gracia- Perdón, es verdad. Ahora es todo tuyo.

F- Exacto. Es sólo mío, y que no se te olvide, Dewees.

G- No le hagas caso, Reggie. ¿Cómo te va todo?

Frank rodó los ojos y volvió con Jamia para preguntarle qué tal iba todo el asunto del embarazo.

Jamia- Bueno, yo me voy ya. No creo que este ambiente sea bueno para el bebé. Sólo he venido a verte.

F- Muy bien. Gracias por venir. -La acompañó a la puerta- Recuerda llamarme cuando tengas la próxima ecografía, que quiero ir contigo.

Jamia- Claro. Nos vemos.

F- Cuídate. -Otro beso en la mejilla y la chica se perdía por el pasillo camino al ascensor.

-Vaya barrigón que tiene ¿eh? -Una voz habló a su espalda mientras miraba a Jamia subir al ascensor. Al reconocerla se giró sobre sus talones con una ceja levantada.

F- ¿Qué haces tú aquí?

-Oh. -Hizo aspavientos con los brazos con tono dolido- Esta mañana todo eran palabras bonitas y ahora me tratas así.

F- Estúpido. Sabes que me alegro de que estés aquí.

-Lo sé. Nadie puede vivir sin mí.

F- Ag, Bert. Eres tan egocéntrico a veces. -Le dio un golpe en el estómago y el mayor se rió- ¿Vienes solo?

Bert- No, ahí está Quinn. -Señaló al rubio en la distancia, que estaba hablando con Mikey.

F- Dile que ni lo intente. Mikey es totalmente hetero. -Bromeó- Oye, ¿qué estás bebiendo? -Le cuestionó al ver que tenía un vaso de plástico en la mano.

Bert- Tranquilo, enano. Sólo es un Red Bull. ¿Crees que he pasado 6 meses en esa cárcel para echarlo a perder en unas horas? Además, tu novio lo tiene todo controlado. Ha prohibido la entrada de alcohol y otras sustancias ilegales. Menos mal que al menos nos deja fumar.

F- Es que mi novio es el mejor y cuida de mi.

G- Claro, debo cuidar a mi princesa. -Le sorprendió por detrás, abrazándole por la cintura de nuevo y mordiendo su oreja.

Bert- Creo que se está calentando el ambiente. -Comentó cuando los dos chicos se enredaron en un beso tan desesperado que parecía que querían comerse el uno al otro- Me voy a buscar a Quinn, a ver si me presenta alguna presa.

Cuando dijo eso, Gerard le miró y le guiñó un ojo. Bert entendió el mensaje enseguida.

Y la noche continuó.

La música ambientaba la casa. La gente bailaba y se divertía. Era más como una fiesta privada, sólo los amigos más cercanos y sólo un par de chicas, la novia de Ray y la de Shannon. Pero aún así se lo estaban pasando como unos niños en una piscina de bolas.

De repente Frank se encontró aprisionado entre una pared y el cuerpo de Gerard, quien le besaba y lamía el cuello con ganas.

F- Mm, Gee, ¿qué haces? -Suspiró.

G- No aguanto más. Llevas toda la noche volviéndome loco con tus artes de seducción. -Le susurró al oído.

F- Yo no estaba seduciendo a nadie. -Rectificó riendo.

G- Lo que pasa es que no te das cuenta, pero todo lo que haces es jodidamente sensual. Cómo caminas, tu forma de bailar, esa costumbre de pasarte una mano por el cuello y de morderte el labio cuando algo te avergüenza pero también te hace gracia... Dios, eres tan sexy. -Mientras decía todo eso había empezado a frotarse contra su cadera, dejando que el menor notase su polla más que dura.

F- Vamos a la habitación.

No le hizo falta repetirlo. Gerard sonrió de lado y, cogiéndole de la muñeca, le arrastró hasta el único cuarto amueblado: Su habitación.

Nada más entrar Frank cerró la puerta. Miró a Gerard como si fuese un león acechando a su presa y caminó hacia él, con un brillo salvaje en sus ojos. Le tiró sobre la cama y se sentó a horcajadas sobre él para besarle.

Las manos del pelirrojo se pasearon por ese cuerpo que era su perdición, terminando sobre su culo para manosearlo a su antojo.

Frank estaba fuera de sí. Necesitaba sentir a Gerard y toda esa ropa no hacía más que estorbar, así que le sacó la camiseta y el pantalón para después quitarse también los suyos.

El primer roce de las pieles de sus pechos les hizo jadear. Todo lo que no fuese esa habitación había dejado de existir. Incluso la música que antes parecía demasiado alta ahora no era más que un murmullo.

Pero sí se dieron cuenta del momento en el que la puerta se abría y la luz inundaba unos segundos el cuarto.

Frank giró la cabeza para ver quién osaba distraerles y se quedó a cuadros cuando le vio. Bert jodido McCracken estaba parado frente a la cama con una estúpida sonrisa.

F- Lárgate. Estamos ocupados.

G- Tranquilo, mi amor. Le he invitado yo.

F- ¿Qué?

Bert- ¿Aún no has conseguido convencerle? Pensé que tenías más poder de persuasión con él, pelirrojo.

F- Pero qué... Oh, no. ¿Aún seguís con lo del trío?

G- Cielo, tú mismo dijiste que sería excitante. -Le dijo mientras tocaba su polla sobre el boxer, haciéndole entrecerrar los ojos.

F- Joder, siempre me pedís cosas cuando no puedo pensar. -Se quejó, dejando que las caricias de Gerard le terminasen de convencer- Vale, pero con una condición. -Añadió mirando a Bert directamente- Nosotros mandamos. Harás todo lo que digamos.

Bert- Acepto. -Dijo rápidamente, arrancándose la ropa hasta quedar igual que ellos.

F- Ven aquí, anda. Hasta que no te has salido con la tuya no has parado.

Bert se encogió se hombros y fue con ellos, poniéndose a su lado de rodillas sobre la cama.

G- Vamos, Bert. Bésale. Sé que te mueres de ganas.

Y así lo hizo.

Poniendo una mano sobre su nuca tiró de Frank hacia él y juntó sus bocas, besándole primero despacio, rozando sus labios con la lengua, para profundizarlo después y gemir dentro del beso.

Aún no podía creerse del todo lo que estaba pasando pero tenía claro que lo iba a disfrutar.

Mientras besaba a Frank sintió como una mano se paseaba por su pecho, rodeando su obligo con un dedo de forma incitante para después moverse hasta sus pezones y pellizcarlos levemente, haciéndole morder el labio del menor.

Gerard, aún bajo Frank, siguió acariciando a Bert. Se incorporó un poco y llevó su mano hasta la cinturilla del boxer del de pelo largo. Rozó bajo ella con las yemas de sus dedos y fue bajándolos poco a poco, primero de un lado y luego del otro, hasta dejar libre su erección.

Mientras tanto, Bert se había puesto manos a la obra también y acariciaba el paquete de Frank por encima del boxer, abandonando su boca para lamer su cuello. Y allí volvió a morderle cuando Gerard apretó su polla con una mano.

La música de fuera quedó tapada por respiraciones agitadas y gemidos.

Frank se levantó de sobre Gerard y se sacó la última prenda que le quedaba bajo la atenta mirada de los otros dos. Con un gesto de cabeza le indicó a Bert que hiciese lo mismo para luego quitárselos él mismo a su novio.

Cuando por fin estaban los tres sin ropa estorbando por el medio, Frank se inclinó sobre el pelirrojo y le besó el cuello y después el pecho, lamiendo sus pezones. A la vez extendió una mano hacia Bert y, sin decir nada, le indicó que hiciese lo mismo.

Uno por cada lado besaban cada porción de piel que podían, bajando poco a poco, hasta llegar a su polla, a la que dedicaron todas sus atenciones, chupando, succionando y acariciando hasta dejar al pelirrojo al borde del orgasmo, momento en el que se detuvieron. Y entonces fue el turno de que Bert besase a Gerard tal como había hecho con Frank momentos antes y éste paseaba sus manos libremente por sus cuerpos.

Cuando cortaron el beso, el pelirrojo se arrodilló junto a su novio.

G- Túmbate, Bert. Boca arriba. - Le ordenó y, por supuesto, obedeció.

Una vez colocado, Gerard se sentó a horcajadas sobre su pierna derecha y Frank sobre la izquierda para frotarse contra él, gimiendo con voz ronca.

Bert sentía contra sus muslos dos erecciones tan duras como el hierro y no podía evitar jadear. Y los jadeos se convirtieron en un grito cuando notó dos dedos presionando sobre su entrada. Un dedo de Frank y otro de Gerard, que le penetraron a la vez y no le dieron tiempo ni de acostumbrarse cuando ya estaban moviéndose para dilatarlo.

A la vez se inclinaron sobre él para llegar a su boca.

Tres bocas uniéndose, tres lenguas luchando y muchos dientes chochando. Todo era jodidamente caliente y el estado de todos ellos lo demostraba.

G- Bien, Berti. Yo voy a ser el primero. -Le dijo cuando el aire empezó a escasear para ellos.

Entonces Frank se quitó de en medio, situándose tras la cabeza de Bert, observando cómo el pelirrojo doblaba las piernas de éste y guiaba su polla con una mano hasta meter la punta, entrecerrando los ojos por la sensación.

G- Mierda, pareces virgen, tío. Estás tan estrecho... -Murmuró hundiéndose más y mordiéndose el labio para no correrse antes de tiempo.

El aludido sonrió y suspiró cuando Gerard llegó hasta el fondo. Y cuando éste empezó a moverse, pareció que se habían olvidado de que había alguien más con ellos, así que Frank se encargó de recordárselo.

Desde su sitió, llevó una mano hasta su polla y se acercó a la cara de Bert, golpeándole la mejilla con ella varias veces y pasándola por sus labios.

F- Vamos, nene. Abre esa boquita que tienes y cómemela.

Fue abrir la boca y sentir la polla de Frank entrar casi hasta su garganta y volver a salir.

F- Mmm joder, sí. -Gimió, repitiendo el movimiento.

Y fue en ese momento, mientras Bert era follado por el culo y por la boca, cuando la puerta se volvió a abrir, solo que esta vez ninguno se dio cuenta hasta que oyeron a alguien hablar.

-Pero que cabrón.

Quinn estaba en la puerta, alucinando con la escena que veía sobre la cama, cuyos protagonistas no había dejado de moverse en ningún momento.

Quinn- Que puta suerte tienes, mamonazo.

F- Qué, ¿tú -ahhh- también quieres? -Quinn no respondió, pero su mirada y su respiración contestaron por él- Pasa y cierra el pestillo. Estoy hasta la polla de interrupciones. -Cuando pronunció esa parte de su anatomía, Bert le dio un leve mordisco y soltó una risita ante su queja.

El rubio, como había hecho Bert, ni se negó, ni perdió el tiempo. Cerró y se acercó casi corriendo hasta la cama.

G- Tu amigo Bert te va a decir nuestra única regla. -Jadeó sin dejar lo que estaba haciendo.

Frank sacó su polla de la boca que ocupaba para dejarle hablar.

Bert- Ellos son los que mandan. Deberás hacer todo lo que dicen. -Y la polla volvió a su boca antes de que volviese a cerrarla.

Quinn- De acuerdo.

G- Pues desnúdate rápido y ven a chupársela a tu amigo. -Otro que obedecía sin rechistar- Bien. Pero colócate encima de él con las piernas a sus lados.

El rubio se puso como le decían, en la típica posición de 69, y empezó con su trabajo.

Frank no podía dejar de mirar ese culo duro que había quedado frente a su cara. Podía ver su entrada totalmente expuesta, la cual parecía que le llamaba.

Tuvo que dejar la mente en blanco para no terminar aún. Sin embargo no pudo evitar llevar sus manos hasta él y amasarlo y manosearlo todo lo que quiso.

Dejó una mano sobre sus nalgas, golpeándolas de vez en cuando, y la otra la llevó hasta su polla para terminar de endurecerla. Cuando la sintió dura e hinchada, sacó su propia polla de la servicial boca de Bert y en su lugar metió la de Quinn, que se estremeció y murmuró algo inteligible.

Gerard, adivinando lo que pretendía su novio, disminuyó la velocidad de sus estocadas hasta quedarse casi parado, observando cómo Frank se lamía un par de dedos, le guiñaba un ojo y los introducía en Quinn, quien se quejó un poco por la inesperada invasión.

Al sentirle listo para recibirle, se lubricó un poco con saliva y me metió en él con un golpe seco. Se quedó quieto un momento, acoplándose, y empezó a moverse.

Gerard y Frank se movían al compás, sin dejar de mirarse fijamente, con una sonrisa lasciva en la cara, mientras Bert y Quinn se comían uno al otro, perdiendo la concentración cuando llegaban a sus próstatas y temblando de arriba a abajo.

Bert- Oh, sí. Vamos, pelirrojo, ahí. Más fuerta. Ahhh.

F- Puto Bert. No he vista a n-nadie más vicioso que tú.

G- Rubito, baja un poco tu boca y lame sus huevos. Sí, así. Y ahora baja un poco más y lame donde mi polla desaparece en su culo. Joderjoderjoder.

Y eso fue suficiente para Bert. Sentir a Gerard llenándole por un lado y a Quinn por otro y encima que éste último le chupase ahí, le hizo correrse más fuerte que nunca, manchando su vientre y el pecho del rubio.

Al terminar, un gemido gutural escapó de su garganta, enviando vibraciones a la polla de Quinn, que no pudo evitar correrse también, mandando varios chorros de su leche hasta el fondo de la garganta del moreno.

F- Dios, no puedo m-más.

G- Solo un momento. -Jadeó.

Los cuerpos bajo ellos se habían convertido en una masa de carne y huesos que apenas podían moverse de lo cansados que estaban.

De repente, Frank salió de esa estrecha calidez que le estaba volviendo loco y Gerard le imitó.

F- Los dos. Boca arriba. YA.

Sintiendo sus cuerpos como si fuesen plomo, consiguieron ponerse como les decía y entonces los otros dos se situaron sobre el contrario al que se habían follado, masturbándose frente a ellos, que esperaban su premio con la boca abierta.

Por fin se corrieron también, Gerard sobre Quinn y Frank sobre Bert, echando más semen en sus caras que en sus bocas. Se inclinaron un poco para limpiarles con la lengua y besarles, pasándoles los restos.

Agotados, se dejaron caer sobre la cama también, quedando entre los dos invitados.

F- Espero que estés contento. -Murmuró, dirigiéndose a Bert.

Bert- No sabes cuanto. Sois alucinantes... Deberíamos repetir.

Quinn- Sí, por favor.

G- No os paséis. Esto ha sido una excepción. No pienso compartir a Frank nunca más.

Bert- Oh, que aguafiestas eres. -Su voz se iba apagando según el sueño se hacía más fuerte.

Frank se acurrucó en los brazos de Gerard y le dio un suave beso antes de que los dos quedasen dormidos. Quinn se acomodó a la espalda del pelirrojo, pasando un brazo por su cintura, y Bert detrás de Frank, enredando sus piernas.

Y así permanecieron hasta la mañana siguiente, aprovechando al máximo el momento.




Continuará...

2 comentarios:

  1. eres una pornosa xDDD
    pero te perdono tu venada HOT jajajajaaja porque sé que lo mereces, tanto escribir por nosotros, tan pokitos k kedamos por aki siguiendote:)
    un beso y no pares de escribir hasta que quede todo bien hilado!!! loveeeeess

    ResponderEliminar
  2. Siento haberme quedado atrasada en la lectura de capítulos u.u De todas maneras he aprovechado esta mañana que no he ido a clase para leerme los tres capítulos que me faltaban.
    El día que Frank tuvo libre para salir del centro fue fantástico. Gerard es muy romántico planeando citas y todo eso *-* Por otro lado, es genial que Frankie haya salido del centro, que Jamia esté tan agradable y que Gerard haya comprado una casa *--------------* Sé que el día a día en ese hogar con un bebé correteando por ahí va a ser precioso.
    Bien, la parte pornosa. Me esperaba totalmente el trío, que Quinn participaría y acabaría siento un cuarteto también era probable... Pero que apareciera en mitad del acto, eso sí que no me lo esperaba! XD Bueno, el caso es que no se podían haber organizado mejor, joder. Y he de decir que el momento en el que Gerard y Frank están penetrando a los otro dos y se miran, me ha parecido extrañamente muy romántico.
    Me los imagino a los cuatro tirados en la cama, exhaustos y dormiditos desnudos... Aish, qué monos.
    Y bueno, no sé qué decir. Que me encanta *--------*

    ResponderEliminar