jueves, 1 de septiembre de 2011

Cap. 8 "Obsesionados con el sexo"


Gracias a todas las que comentasteis el capítulo anterior, a las que me lo comentaron en Tuenti y en Twitter y en fin, gracias a todo el que lea xD
No me entretendo más :)

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En el capítulo anterior...

G- Me alegro de que lo hayas superado y estés bien. -Sonrió grande y Frank se echó encima de él abrazándolo fuerte, mostrando todo su agradecimiento.

F- Me gustaría recompensarte. -Le dijo alejándose un poco de él- Y ya que te jodí tu plan de ayer, se me ocurre una forma. -Comentó de forma sensual.

Frank se mordió el labio y pasó su mano por la pierna del otro, desde la rodilla hasta su cintura.

G- Frank, no hace falta... -Dijo con voz débil.

F- Ya, pero quiero hacerlo.

[...]

G- Joder, enano. -Aún no había recuperado la respiración completamente- Voy a ayudarte más a menudo. -Bromeó y se giró para mirarle.

F- En serio, Gee, gracias por todo. -Los dos sonrieron.

G- No, no, gracias a ti. -Y estallaron en risas.



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Capítulo 8:




El resto del fin de semana Frank lo pasó en casa de Gerard.

Ya se había repuesto y era como si nada hubiese pasado. Por fin había afrontado sus problemas y sus traumas y había conseguido pasar página.

Además, la amistad entre los dos chicos se había fortalecido al haber compartido por primera vez una situación como esa.

Pasó el tiempo y llegó el 31 de octubre, Halloween y cumpleaños número 19 de Frank.

Era miércoles a la salida de clase.

Después de felicitarle y comer todos juntos, cada chico se fue por su lado, excepto Gerard, que se quedó con Frank como todos los días.

Ese día, en vez de ir cada uno para su casa, Frank había invitado a Gerard a pasar la tarde en su casa para luego cenar allí, y Way aceptó encantado.

Cuando llegaron a su casa, saludaron con Linda, quien estaba feliz de ver a Gerard allí de nuevo, pues le había cogido mucho cariño con el tiempo. Felicitó efusivamente al cumpleañero y subieron a la habitación.

Decidieron jugar a la X-Box para pasar el rato, hasta que se aburrieron y se quedaron tirados sobre la cama hablando de todo y de nada, riendo sin parar.

F- Dime el sitio más raro donde lo has hecho.

G- Mmm... -Hizo memoria- En un supermercado. En la zona de comida dietética.

Frank le miró con las cejas levantadas.

F- Guau. ¿No os pillaron? -Dijo comenzando a reír.

G- Sí. -Rió también- Nos echaron de allí y no nos han vuelto a dejar entrar. Todos los trabajadores nos conocen. ¿Y tú?

F- Pues... En un cementerio. Sobre la tumba de su abuelo.

G- ¡Tío! ¡Eso es una falta de respeto! -Estaba alucinando.

F- Joder, es que estábamos calientes y no nos daba tiempo a ir a ningún sitio. Además, tenía mucho morbo. -Añadió mordiéndose el labio.

G- Puf, no tienes remedio... ¿Qué te gusta más, follar o que te follen? -Preguntó levantando una ceja y mirándole profundamente.

F- Me gusta que me follen mientras follo. -Le dijo, humedeciendo sus labios con su lengua.

G- Es decir, un trío. Eso sí que es bestial.

Frank asintió y se miraron cómplices.

G- ¿Y dónde no lo has hecho y te gustaría hacerlo?

F- En el balcón. -Respondió sin pensarlo apenas.

G- Donde todo el mundo pueda verte. -Apoyando la idea.

F- Aw, Gee, deberíamos hacerlo alguna vez en el balcón.

La verdad es que aún no habían llegado tan lejos como follar, pero realmente no sería un problema para ninguno de los dos.

-¡Hijo, tu padre y yo vamos a salir, no nos esperes! -Habló Linda desde abajo.

Tras escuchar la puerta de entrada y el sonido del coche al arrancar, Gerard miró a Frank con un brillo lujurioso en sus ojos y se puso de pie.

G- Se me ha ocurrido una idea genial.

Cogió a Iero de las muñecas, tiró de él y le levantó. Salieron de la habitación y Gerard dirigió al menor a la habitación de sus padres, desde donde salieron al único balcón de la casa.

F- ¿Qué piensas, Gee? -Preguntó cuando por fin le soltó y le dejó de perfil a la calle.

G- Es tu cumpleaños y aún no te he regalado nada. -Explicó con voz sensual- Y se me ocurre algo. -Susurró a su oído y después pasó su lengua por la extensión de su oreja.

Un escalofrío recorrió el cuerpo de Frank desde los pies hasta el último pelo de su cabeza y no pudo evitar jadear ante esa simple y húmeda caricia.

Gerard sonrió contento viendo cómo reaccionaba el menor. Dejó su oreja y bajó por el lateral de su cuello para volver a subir por su garganta, jugando con su nuez hasta llegar a la barbilla, donde dejó un mordisco y fue directo a sus labios.

Mientras se besaban, las manos de Way no se quedaron quietas.

Lo primero que hizo fue coger las muñecas del menor con una mano y llevarlas hasta la barandilla para luego susurrarle "Si las mueves de ahí, lo dejo".

Y después, uniendo de nuevo los labios de ambos que encajaban como si hubiesen sido creados para ello, inició un rápido recorrido por el cuerpo del otro con ambas manos, sujetándose a cualquier parte posible de su anatomía, apretando o sólo rozando, hasta llegar finalmente a su cintura.

El cierre del pantalón fue abierto y sin mover la prenda de su sitio, bajó un poco el boxer por delante, lo justo para dejar la polla de Frank al aire.

Tras esto, Way dejó la boca del otro, lo que hizo que Frank se quejase con un gruñido, y lentamente se arrodilló. Se lamió la mano derecha de forma sensual y agarró el pene de Iero, moviéndola de arriba a abajo un par de veces.

Cuando Gerard giró su cabeza para apartarse el pelo de los ojos, su vista se topó con una pareja de ancianos en la calle mirando hacia donde ellos estaban con cara
Así que les dedicó una sonrisa y un gesto obsceno con la mano libre y la boca, explicando lo que iba a hacer.

G- Tenemos espectadores.

Iero simplemente gimió y sonrió traviesamente.

Gerard decidió no hacer esperar más a su público, por lo que en cuanto volvió a girarse hacia su amigo engulló su polla y la chupó al mismo ritmo al que movía su mano.

Frank intentaba no hacer mucho ruido por estar en la calle, pero cuando Way dejó su miembro para lamerle y succionar sus testículos, se olvidó de todo y gritó y gimió como si estuviese en la intimidad de su habitación.

Cuando le oyeron, sus vecinos lanzaron algunos insultos y plegarias y se fueron casi corriendo del lugar.

G- ¿Quieres que me lo trague, cariño? -Preguntó antes de lamer toda su extensión y notar que ya no le quedaba mucho para acabar.

Frank sólo fue capaz de jadear algo así como "joder, síii" y apretó los ojos hasta que no pudo más y se derramó en la húmeda boca de Way, con un largo y sonoro gemido con su nombre.

Cuando terminó, Gerard se puso de nuevo a la altura del otro y dejó un último beso sobre sus labios mientras colocaba su ropa.

Iero no despegó sus ojos de él ni un momento mientras se tranquilizaba.

G- Creo que hemos traumatizado a tus vecinos. -Dijo riendo y apoyando sus codos en la barandilla mientras se encendía un cigarro y le tendía otro a Frank.

F- Que les jodan.

G- Tómatelo como un regalo por tus 19 años. -Los dos sonrieron. El cumpleañero se apoyó en el metal de espaldas a la calle fumando.

Después de fumarse el cigarro volvieron dentro y pasaron el resto de la tarde en el salón comiendo y viendo películas hasta que dieron las 10 de la noche.

G- Oye, enano. Vamos a cambiarnos y a dar una vuelta por ahí.

F- Gee, es miércoles, ¿dónde vamos a ir?

G- Algo se nos ocurrirá. Vamos, no seas vago.

Refunfuñando consiguió arrastrarle hasta la habitación.

Frank rebuscó algo de ropa en su armario mientras Gerard sacaba ropa de su mochila.

Way se puso unos pitillos negros ajustadísimos, una camiseta negra también ceñida y una chaqueta de cuero con blanco en los hombros, dejándose las Converse negras medio rotas.

Y Frank optó por un vaquero claro caído que dejaba a la vista parte de su ropa interior y con varios rotos en las rodillas, una camiseta blanca de manga corta y otra negra encima que dejaba ver la de debajo. Y encima una cazadora negra con capucha.

Ambos delinearon sus ojos de negro y arreglaron su pelo (bueno, en realidad Way solo se lo alborotó un poco).

G- Mm, que sexy. -Miraba a Frank peinarse, desviando su mirada hacia su trasero.

Iero, al darse cuenta, meneó el culo y respondió un "lo sé" que hizo que Gerard rodase los ojos riendo.

F- Bueno, estoy listo. Vámonos.

Salieron de casa de Frank y caminaron un poco por el barrio hasta que llegaron a una casa abandonada y de aspecto lúgubre.

G- Ey, mira esa casa. -Comentó señalándola.

F- Da miedo, parece que lleve años abandonada.

G- No seas miedica. Vamos a entrar. -Y se encaminó hacia la puerta de entrada dejando a Frank atrás.

F- ¡Gee! ¡Gerard! Mierda, ¡espera! -Echó a correr detrás de él, pero Gerard ya había entrado.

Todo estaba oscuro y no se veía nada.

Se adentró un poco en la casa, despacio y llamando a Gerard cuando de repente...






Continuará...





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¿Qué pasará con el pobre Frank?
¿Pasará algo dentro de esa casa abandonada?
¿Dónde se habrá metido Gerard?


¡Eso y más en el siguiente capítulo!






 


5 comentarios:

  1. "cuando de repente..."

    PERO COMO LO DEJAS AHI!!!
    XDDDDDDDDDDDDDD

    *_______*

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  2. AAAAAAAHHHHHHHH!! TE ODIO D: (Sabes que no e.e XDDD)
    Cómo me haces esto? D: Realmente deseas mi muerte... No puedes dejarme así T.T
    Bueno u.u Vivire con ello, o lo intentaré... XDD
    La parte del balcón ha sido la hostia *-*
    Joder, ojalá yo tuviera los cojones de hacer eso e.e
    Y el "lo sé" de Frank refiriendo a lo sexy que son él y su culo me ha encantado :) Me gusta que se lo tenga creído e.e

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  3. tuuu pero mujeeeer espero tener el cpaitulo nueve antes de k me muera por la dejada k nos has hecho!!! jajaaj ya te avle.... con la tension estoy!!

    Me encanta jajajaa

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  4. MUJEEEEEEEEEEEEEEEEEER, ¿Cómo se te ocurre dejar eso así? sjashjsahsajsasa, Me va a dar un puto infarto acá... God, Me voy a morir de la intriga y todo será tu culpa (?) sakjsa e.e

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  5. AAAAAAAAAHDHG PERO COMO SE TE OCURRE DEJARLO EN ESE PUNTO!!!!
    Ssaagslashalshalh una casa de miedo, ahora mismo me voy para el siguiente cap *----*

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