sábado, 3 de septiembre de 2011

Cap. 9 "Obsesionados con el sexo"

Este capítulo está dedicado a Andrea Robles, que me dijo si podía meterla en la historia, y aquí por fin sale :)


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En el capítulo anterior...


G- Ey, mira esa casa. -Comentó señalándola.

F- Da miedo, parece que lleve abandonada años y años.

G- No seas miedica. Vamos a entrar. -Y se encaminó hacia la puerta de entrada dejando a Frank atrás.

F- ¡Gee! ¡Gerard! Mierda, ¡espera! -Echó a correr detrás de él, pero Gerard ya había entrado.

Todo estaba oscuro y no se veía nada. Se adentró un poco en la casa, despacio y llamando a Gerard cuando de repente...





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Capítulo 9:





-¡SORPRESA!

Unas luces se encendieron de repente, dejando ver a un montón de gente que gritaban y se acercaban a felicitarle.

Allí estaban todos sus amigos, gente de sus clases con las que coincidían en otras fiestas y algún que otro desconocido, lo típico de las fiestas.

Gerard se acercó por detrás y le abrazó rodeando su cintura con sus brazos.

G- Felicidades. -Susurró a su oído.

Iero sonrió y se volteó.

F- Muchas gracias. -Le dio un pequeño beso en los labios, lo cual no le pareció raro a nadie pues ya todos estaban acostumbrados a esas cosas entre los dos.

Frank recibió algunas felicitaciones más, abrazos y algunos regalos y después se fueron perdiendo por la fiesta.

En algún momento de la noche, Frank vio de lejos que Gerard estaba hablando con una chica y Way le hizo un gesto con la mano para que se acercase.

Se disculpó con las personas con las que estaba hablando y se acercó a ellos dos.

G- Ey, enano. Mira, te presento a Andrea. Ella es la chica con la que quedé aquel día que te encontré en la calle.

Frank se acercó a la chica y le dio dos besos.

F- Perdona que te robase a Gerard ese día.

Andrea- No pasa nada, la espera ha hecho que tuviésemos más ganas de... Vernos. -Dijo con una sonrisilla juguetona.

Gerard soltó una risilla mientras bajaba la mirada y Frank sonrió.

Estuvieron un rato hablando los 3 y para sorpresa de Frank, Andrea no solo coqueteaba con Gerard, sino que en algún momento empezó a sonreírle, dedicarle miradas que decían claramente "estoy ligando contigo" y a acariciarle el brazo que más a mano tenía.

Gerard se dio cuenta y simplemente sonreía de forma extraña cada vez que pasaba algo así, por lo que Frank pudo ver que no estaba preocupado por quedarse sin chica para esa noche.

De repente, Gerard se lanzó a los labios de Andrea dejando a un Iero con los ojos como platos al lado.

F- Em... Bueno, chicos, yo me voy y os dejo intimidad. -Pero cuando se iba a ir Andrea habló.

Andrea- No, no. -Dijo en tono sensual- ¿Por qué no te quedas con nosotros? Podemos divertirnos.... -Comentó mordiéndose el labio.

Gerard no dijo nada, solo le miró fijamente con una ceja levantada, su nariz pegada detrás de la oreja de la chica y las manos a ambos lados de su cadera.

Como Frank no dijo nada ni se movió del sitio, Andrea le cogió de la muñeca, tiró hacia ella y le clavó en sus labios.

Al principio sólo ella los movía, pero cuando Frank sintió una mano de Gerard en su cintura, comenzó a corresponder el beso como la ocasión se merecía.

La chica mordió el labio de Iero mientras Gerard se dedicaba a dejar besos en el cuello de ella sin quitar su mano de Frank, dándole a entender que estaba de acuerdo con lo que parecía que iba a pasar.

Después de intercambiar besos uno y otro con Andrea, turnándose su boca, Gerard se separó lo mínimo y necesario para hablar y que ambos le escuchasen.

G- Vamos arriba. Hay una habitación de la que solo tengo yo las llaves, así que estaremos más cómodos y solos...

Los otros asintieron y fueron hacia allí sin separarse demasiado, besándose y acariciándose de vez en cuando y chocando en un par de ocasiones contra la pared y alguna persona.

Cuando por fin llegaron, Gerard cerró la puerta con llave de nuevo mientras Frank paseaba sus manos por todo el cuerpo de Andrea.

Gerard se acercó despacio a los otros, rozó la espalda de Frank con la mano izquierda y se colocó a un lado de Andrea, rodeando su cintura con los brazos y besando de nuevo su cuello, añadiendo mordiscos y lametones esta vez.

Los chicos se quitaron sus chaquetas y entre los dos le sacaron a Andrea su camiseta de tirantes, dejando su sujetador de encaje negro a la vista.

Luego, mientras Gerard se dedicaba a comerle los labios y apretar sus pechos entre sus manos, Frank se encargó de deslizar su ajustada falda hasta que terminó en el suelo y ella se quitó los tacones.

Poco a poco, la ropa de ellos también fue desapareciendo hasta que los tres quedaron solo en ropa interior.
Entonces anduvieron como pudieron hasta la cama y se dejaron caer en ella.

Andrea fue la encargada de deshacerse de la ropa que les quedaba a los chicos, y ellos le quitaron la suya, cada uno una prenda, pero los dos de la misma forma: con los dientes.

Una vez en igual de condiciones comenzó el verdadero juego para ellos.

Frank introdujo dos dedos en ella a la vez que lamía sus pezones y mientras ella le hacía una mamada a Gerard, que solo podía gemir y jadear.

Cuando se cansaron intercambiaron posiciones. Gerard pasó a hacerle un oral a Andera, mientras éste besaba a Frank y le masturbaba y él jugaba con el clítoris de ella.

Y finalmente, terminaron los 3 tendidos. Frank se encontraba debajo, tumbado boca arriba. Encima de él estaba Andrea, también mirando al techo, apoyada con las manos y los pies en el colchón para ayudarse a sentarse sobre la polla del cumpleañero. Y arriba del todo era el sitio de Gerard, de frente a ellos dos, apoyado con sus manos a la altura de los hombros de Frank y de rodillas para impulsarse contra Andrea y penetrarla también.

En la habitación todo eran gemidos, sudor, placer y respiraciones agitadas.

Andrea se encontraba muy distraída disfrutando de los dos cuerpos que la rodeaban y tenía los ojos apretados.

Por el contrario, Gerard y Frank no cerraron los ojos en ningún momento y se miraban más entre ellos que a la chica, hasta que en un momento cercano al éxtasis no pudieron evitarlo y se lanzaron el uno a los labios del otro en un beso fogoso y pasional, pero muy distinto a los besos que se habían dado tantas veces atrás, aunque en ese momento no comprendieron cuál era la diferencia.

Finalmente, los tres llegaron a un exquisito orgasmo que los dejó vencidos sobre el colchón, del cual no se movieron durante casi una hora, hasta que lograron reponerse.

Andrea- Pf, chicos, no tengo palabras. -Comentó mientras se vestían para volver a bajar a la fiesta.

G- Dios, ha sido brutal.

F- Estoy de acuerdo. -Los tres levantaron sus miradas de sus ropas a medio poner y estallaron en carcajadas- Anda, vamos para abajo.

Entre risas bajaron los tres de nuevo a la planta baja donde seguía la fiesta como si nunca se hubiesen ido. Aunque ahora la gente estaba más borracha aún que antes y ya estaban las típicas parejas montándoselo donde podían, signo de que las habitaciones debían de estar todas ocupadas.

Esquivando gente consiguieron llegar donde las bebidas y se sirvieron unas copas cuando de repente Andrea se quedó como ida mirando alguna parte. Los chicos la llamaban pero ella parecía no escucharles.

Sus ojos brillaban y sus mejillas se tiñeron ligeramente de carmín cuando sonrió levemente y bajó la mirada hasta clavar los ojos en sus zapatos.

Gerard siguió la dirección que antes llevaba la mirada de Andrea y se encontró con su un chico alto, vestido de oscuro y con el pelo rubio por arriba y más oscuro por debajo. Su hermano Mikey, sonriendo y mirando donde ellos estaban, por lo que supuso que eso era lo que tan distraída miraba la chica.

G- ¿Mirabas a Mikey?

Andrea levantó rápido la mirada hacia Gerard.

Andrea- ¿Le conoces?

G- Un poco... Es mi hermano. ¿Quieres que te le presente? -Gerard levantó su brazo para llamar a su hermano pero Andrea le detuvo.

Andrea- ¡No! Es que... Sería raro. Acabo de follar contigo y con Frank y ahora me presentas a tu hermano... -Dijo con vergüenza.

G- ¡No te preocupes por eso! No tiene por qué enterarse. -Esta vez sí que llamó a su hermano, el cual se acercó a ellos casi corriendo, llevándose por delante a un Jared bastante perjudicado por la bebida.

F- Hola Mikey.

Mikey- Hola Frank. Feliz cumpleaños.

G- Michael, mira, te presento a Andrea.

Mikey se volvió hacia ella con una enorme y dulce sonrisa en su rostro que derretiría a cualquiera.

Mikey- Encantado, Andrea. Yo soy Mikey. -Le dio dos besos sujetándola con una mano de la cintura mientras ella respondía un casi inaudible "igualmente".

Gerard y Frank miraban la escena divertidos sin perder detalle. Parecía mentira que esa chica fuese la misma con la que momentos antes habían hecho cosas que quien la viese en este momento no creería posibles en ella.

Ahora se la veía tímida, cortada ante la presencia del medio-rubio. Parecía que de verdad le había gustado y era una suerte, porque Mikey no era de polvos de una noche, sino que era todo un romántico, hecho por el que se había ganado muchas veces las burlas de su hermano.

Poco a poco Mikey y Andrea se fueron soltando y entablaron una conversación, por lo que los otros dos pensaron que había llegado el momento de irse y dejarlos solos.

G- Bueno, chicos, nosotros tenemos que irnos, aún tengo que darle una cosa a Frankie. -Dijo poniendo una mano sobre el hombro de su hermano- Espero que nos volvamos a ver, Andrea.

F- Encantado, Andrea, ha sido un placer. -La chica respondió con una sonrisilla y los dos se fueron.

F- ¿Y qué es eso que tienes que darme? -Preguntó el menor intrigado- ¿O solo era una excusa? -Hizo un puchero.

G- No, enano, no era una excusa. -Le respondió cogiendo ese puchero entre sus dedos- Vamos fuera, nos echamos un cigarro y te lo doy.

Salieron a la calle donde todo era más tranquilo y se sentaron junto a un árbol donde apoyaron la espalda mientras fumaban y descansaban.

Gerard se giró un poco y quedó de frente a Frank, llevó el cigarro a su boca y lo dejó ahí para meter las manos en sus bolsillos buscando algo, con los ojos entrecerrados a causa del humo.

Cuando por fin encontró lo que buscaba, dejó una pequeña cajita en su mano derecha y con a otra cogió el cigarro para apagarlo y tirarlo. Expulsó el humo y habló.

G- Toma, Frankie. Tu regalo de cumpleaños.

Frank dio una última calada y apagó también el cigarro para coger la caja que le tendía Gerard.

La abrió con cuidado y dentro encontró un juego de púas de colores para su guitarra con su nombre escrito en ellas.

F- Aw, ¡gracias Gee! -Le dio un fuerte abrazo.

G- ¿Te gustan? -Preguntó con una gran sonrisa.

F- Me encantan. Muchas gracias. Te quiero Gee.

G- Yo también te quiero, enano. -Le dijo revolviendo su cabello.

Durante unos minutos ninguno despegó la vista del otro, perdidos en la profundidad de sus ojos, sin decir nada.

Era una sensación extraña. Algo que uno no había sentido nunca y el otro sintió una vez pero no quería volver a sentir.

Así que, sumergidos en sus propios pensamientos, despegaron sus vistas miraron al frente mientras encendían otro cigarro.










Continuará...








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Espero que hayais sobrevivido todas a la espera xD

4 comentarios:

  1. :') :') HA SIDO LO MEJOR QUE E LEIDO EN TODA MI VIDA.... ME MUEROOO ME HA ENCANTADO ENSERIO ERES LA MEJOR :') ¿Que si a espera ha merecio la pena? siiiiiiii muchiiiiiisimo :) tkk

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  2. No tengo comentarios, estoy muerta... kjsaks :X

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  3. Narración: Exquisita.
    Ya decía yo que era raro que Gerard no hiciera nada por el cumpleaños de Frank... XDD Eso si, cuando en el capítulo anterior leí lo de la casa me pasaron miles de cosas por la cabeza pero eso no ._. XD
    Me encanta *-*

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