domingo, 9 de octubre de 2011

Cap. 21 "Obsesionados con el sexo"

Capítulo 21:



Ese mismo día que Frank decidió que era hora de salir de su letargo, Gerard se sentía que explotaba.
Desde que se fue, casi 7 meses antes, la única forma de librarse de su siempre presente necesidad de sexo había sido su mano derecha y estaba que no aguantaba más, pero algo en su interior le decía que debía mantenerse así por respeto a Frank.

Pero todo eso cambió ESE día.

Gerard estaba en la biblioteca de la universidad, cansado y saturado de tantas horas que llevaba estudiando sin parar para el examen que tenía al día siguiente.

Su cabeza había caído sobre su mano, que se mantenía en el aire al tener el codo apoyado sobre la mesa y su mente hacía rato que había decidido por cuenta propia que ni un solo conocimiento más pasaría sus barreras.
Ahora estaba más entretenido buscando una forma de desestresarse a la vez que volvía a debatirse entre las distintas formas de saciar su sed de sexo.

Se quedó observando a las distintas personas que estaban a su alrededor, divagando entre cuáles cuales se tiraría y cómo. Pero cuando se dio cuenta de lo que pensaba, sacudió su cabeza intentando eliminar esas ideas o tendría un grave problema en su pantalón.

Para alguien como él, estar tanto tiempo sin sexo de verdad estaba resultando verdaderamente desesperante.

Su cabeza se enterró entre sus brazos, dejando la frente apoyada sobre la fría mesa cubierta de papeles momentos antes de que su ordenador portátil, abierto a su lado, le avisara de que acababa de recibir un nuevo correo electrónico.

Sin demasiado interés pero con ganas de ocupar su mente con otras cosas que no fuesen apuntes del examen o sexo, abrió el mensaje y miró quien lo mandaba. Un desconocido.
No había nada escrito, solamente había un par de archivos adjuntos. Dos fotografías, para ser exactos.
Dio al botón de descarga y esperó a que el contenido se cargase.

Cuando por fin la primera imagen apareció en la pantalla, ocupando ésta en su totalidad, deseó no haber abierto nunca el correo.

Se trataba de una foto de dos chicos que solo llevaban la ropa interior en sus tobillos. Habría pensado que era el típico correo con fotos porno que te pasan los colegas, si no fuese porque reconoció a los dos protagonistas de la imagen.

El chico que estaba apoyado contra la pared de lo que parecía ser una cocina era nada más y nada menos que Frank, con los ojos cerrados y las manos en el culo del otro chico, el cual tenía el rostro de perfil y dejaba ver que se trataba de Jared, con sus ojos azules como el agua casi fuera de las órbitas debido al placer.

Intentando cerrar la imagen, Gerard se equivocó y pasó a la siguiente imagen, en la que un Frank a cuatro patas sobre el suelo recibía gustoso en su interior la polla de Jared.

Y eso ya fue la gota que colmó el vaso.

Gerard cerró con fuerza el ordenador. Recogió como pudo sus cosas y salió de la biblioteca lanzando maldiciones con quien hubiese sido el cabrón de mandarle esas fotos, ganándose las miradas de quienes allí estaban.

Ver esas fotos de Frank le habían dejado cabreado, dolido, celoso... JODIDO..

Azotó la puerta de entrada y caminó casi a carreras hasta la residencia, dando forma a un plan que llevaba varios días en su cabeza pero que había rechazado siempre.

Se acabó pensar en Iero cada vez que una idea o posibilidad nueva aparecía.
A partir de ahora, haría lo que le diese la puta gana y con quien le diese la puta gana...

...


Cuando Frank despertó, un terrible dolor de cabeza le atacó y unas horribles náuseas se hicieron presentes.
La cabeza le martilleaba, los oídos le zumbaban, su boca estaba totalmente seca y su espalda estaba resentida por haber dormido en el suelo.

Iero no recordaba gran cosa de la pasada noche, pero cuando se incorporó un poco y notó que algo le rodeaba la cintura, se encontró con el cuerpo de Jared aferrado al suyo y recordó en qué había estado ocupado las últimas horas que estuvo despierto. Cuando las imágenes de él y Jared follando contra la pared y sobre la encimera ocuparon su mente, se dio un par de golpes en la cabeza con su mano derecha recriminándose, pero que solo sirvieron para que la cabeza le doliese más.

Con el máximo cuidad posible, se soltó de su amarre y se levantó, haciendo todo lo posible por no despertarle. Cogió las ropas que aún estaban regadas por el suelo, pues solo llevaba puesto el boxer, y salió casi corriendo de la casa, parando en el porche para vestirse.

-¿Qué putas has hecho, Iero? -Una voz le asustó mientras terminaba de ponerse las zapatillas.

F- Joder, Pete. Casi me da un infarto.

Pete- Sí, sí, sí. ¿Qué has hecho?

F- ¿Por qué preguntas? -Respondió frunciendo el ceño.

Pete- ¿Qué pasa con Gerard?

F- No sé, ¿qué pasa con él?

Pete- Deja de hacerte el gilipollas y contéstame. ¿Tan rápido te has olvidado de lo que había entre vosotros que te vas tirando al primero que se te pone delante?

F- Gerard está feliz en Italia ahora, ¿no? Pues yo estoy feliz aquí en Jersey y hago lo que me da la puta gana. Y si me quiero tirar a todo el que se me ponga por delante, lo hago y punto.

Pete- Vale, está bien, fóllate a quien quieras. Pero, ¿drogas? Frank, creí que eras mejor que eso... -Movió la cabeza decepcionado.

F- Mira, tengo una resaca de dos pares de cojones, y no me apetece que me des la charla ahora mismo. Solo te diré que no me sentía tan bien y tan libre, como me sentí anoche después de esnifarme eso, desde hace muchísimo tiempo. Y si para volver a estar así tengo que drogarme, lo haré.

Y dicho eso, dejó a su amigo en la entrada de la casa con cara de desilusión, y emprendió el camino hasta su casa.

...


G- Ciao, bella. -Se acercó a la chica que le esperaba sentada en el banco de siempre del parque de siempre.

-¿Qué tal, cielo? -Se levantó cuando ya estaba cerca y le dio un beso en los labios.

G- Mejor ahora. -Le sonrió a la chica, que respondió igual- Oye, Sheila, ¿qué te parece si vamos al cine?

Sheila- ¡Genial! Hay una película de vampiros nueva que quiero ver. -Contestó ilusionada.

G- ¿No tendrá nada que ver con Crepúsculo y eso no? -Puso cara de asco.

Sheila- No, tranquilo. Estos son vampiros de verdad, que matan gente y no son unos ñoños. -Los dos se echaron a reír y fueron al cine más cercano cogidos de la mano.

Habría que explicar que Gerard y Sheila no eran una pareja común.

Comenzaron haciéndose grandes amigos cuando Gerard lo único que hacía era sufrir por Frank y Sheila le apoyó como si fuesen amigos desde siempre, y se unieron más cuando Sheila pasó por algunos problemas que superó gracias al apoyo de Way.

Y con el tiempo, se dieron cuenta de que sentían un gran cariño el uno por el otro, que se atraían físicamente y que no perdían nada por “estar juntos”.

*Flash back*

Sheila- No, Gerard, no hagas eso. Esto no está bien... Tú amas a Frank y yo no quiero meterme en medio. -Le alejó empujándole despacio con una mano sobre su pecho cuando Gerard intentó besarla en medio de aquella fiesta cualquiera que habían organizado unos de su clase.

G- Sheila, hace meses que no se nada de Frank. Mi hermano no sabe nada de él o no quiere decirme, así que es momento de comenzar algo nuevo. Además, lo último que supe de él es que se había follado a uno de mis mejores amigos.

Sheila- Pero yo, no... -Reorganizó sus palabras- Gerard, eres un buen amigo y eres atractivo, no puedo negarlo. -Sus mejillas se encendieron- Pero yo no siento nada de eso por ti, lo siento. -Bajó la mirada y la clavó en sus pies.

G- Sheila, no es lo que piensas. Simplemente tú estás hecha polvo con todo lo que te ha pasado y yo estoy MUY necesitado. Perdona que te lo diga a así pero, joder, necesito follar, ya te he contado como soy. Somos amigos y estás muy buena. -Sonrió de medio lado- No perdemos nada por tener una "relación"- Dijo haciendo las comillas con los dedos- Los dos salimos ganando y si en alguna ocasión quieres que esto acabe, lo dices y se acabó. ¿Qué me dices?

Sheila sopesó sus palabras unos minutos bajo la atenta mirada de Gerard, quien se iba acercando cada vez más a ella de forma sensual.
Hasta que finalmente aceptó afirmando con la cabeza.

Gerard apenas se demoró unos segundos en sonreír y terminó de acercarse para, esta vez sí, poder besarla y quitarse esas ganas que acarreaba de acostarse con alguien.

Sin perder el tiempo, se escabulleron a una habitación vacía dejándose llevar por la pasión.

Y la necesidad.

*Fin del flash back*

A simple vista, podían parecer una pareja de enamorados que se besaban y salían por ahí, pero en realidad ninguno de los dos estaba enamorado del otro, aunque sí se querían muchísimo, sólo como muy buenos amigos.

Confiaban el uno en el otro, se servían de apoyo en los momentos difíciles, se lo pasaban bien, tenían gustos similares... No podían pedir más: una gran amistad, salidas donde se divertían como niños y alguna que otra sesión se sexo.

...

Los días pasaban y Frank solo se preocupaba por ir de fiesta en fiesta, descuidando sus estudios y su amistad con los chicos de la universidad.

Había hecho las paces con Pete, aunque éste seguía desaprobando su actitud, y con los demás chicos seguía hablando e iban juntos a algunas fiestas, pero Iero encontró a alguien más con quien compartir su tiempo.

Casi un año después de la partida de Gerard, Frank había conocido a James Dewees en una fiesta cualquiera.

Reggie, como sus amigos le llamaban, era un chico alto y moreno, también obsesionado con la música igual que Frank. Y era una gran fuente para obtener determinadas sustancias ilegales que cada vez eran más necesarias en la vida de Iero.

Además de ser perfecto para desfogarse sexualmente de vez en cuando.

Una tarde cualquiera, Frank y Reggie estaban tirados en la cama de Frank, sumergidos en su mundo de colores y felicidad después de esnifar unas rayas de coca, cuando se les ocurrió una gran idea.

James- ¿Por qué no montamos un grupo? -Preguntó de la nada mirando el techo.

Frank se sentó donde estaba y le miró emocionado.

F- ¡Sí! Es una idea genial. -Se puso de pie de repente- ¡Yo cantaré! Y puedo tocar la guitarra también.

James- ¡Y yo tocaré la batería!

...








Continuará...

2 comentarios:

  1. NOOOOOOOOOOOOOOOOOO. FRANK, MUY MAL! DROGAS CACA. NO, NO Y NO D: Tú eres mejor que toda esa mierda, de verdad. Nadie, ni siquiera Gerard (que eso ya es decir) merece que caigas en las drogas por su culpa T.T
    HLSKAKKKKKKFFSDAGGSADGDS.
    Me encanta la pareja de Gerard y Sheila porque siempre he querido tener una relación así *-* No están enamorados pero se tienen el uno al otro, es como... Follamigos especiales XDDDD
    De verdad, ver a un personaje con mi nom
    bre besando a Gerard es muy motivante, se me ha subido hasta la autoestima, que la tenía por los suelos XDDDDD
    Me encanta, me encantas <3

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