jueves, 13 de octubre de 2011

Cap. 23 "Obsesionados con el sexo"

Capítulo 23: Tiempo de reencuentros.


Cuando Frank y Reggie decidieron que formarían una banda, ni en sus mejores sueños llegaron a imaginar el éxito que obtendrían.

Y fue por ese éxito por el cual, cuando, después de un año tocando en bares y pequeñas fiestas, una casa discográfica se fijó en ellos y firmaron un contrato para grabar un disco, Frank abandonó su carrera para centrarse únicamente en lo que más amaba: la música.

Su primer disco había recibido muy buenas críticas y obtuvo un alto número de ventas.
No fueron los número uno de nada en un primer momento, pero sí comenzaron bastante bien.
Fue con su segundo disco, otro año después, cuando LeATHERMOUTH no dejó de sonar en la radio, ocupar grandes espacios en revistas, aumentar día tras día las ventas del CD... E incluso de expandirse al continente europeo.

Así, dejaron de tocar en bares y antros para empezar a dar conciertos en grandes salas, auditorios o festivales al aire libre, de una ciudad a otra sin descanso, viajando en el autobús que la discográfica había aportado especialmente para su larga gira.

Un día, caminando por Chicago unas horas antes de dar un concierto en la ciudad, Frank iba distraído mandando un mensaje con el móvil cuando chocó con alguien, haciendo que su teléfono cayese al suelo, rompiéndose en varios trozos.

F- Mierda, joder. ¡Mira por donde vas! -Grito enfurecido recogiendo los pedazos de lo que fue su móvil.

-L-Lo siento. Iba un poco distraída.

Frank creyó reconocer esa voz y para confirmarlo elevó la vista. Y exacto, era ella.

-¿Frank? ¿Eres tú? -El aludido asintió con la cabeza.

F- ¿Qué tal, Jamia? Hacía mucho tiempo que no sabía nada de ti... -Comentó con cierto asco.

Jamia- Bueno, me vine a vivir aquí hace unos de años... Poco después de que me echaras de tu casa... -Bajó la cabeza- Frankie, lo que te fui a decir es totalmente cierto... Siento con toda mi alma todo lo que te hice.

Frank se quedó callado y pensativo unos minutos, observándola.

F- Está bien. Ya ha pasado muchísimo tiempo, todo está bien. -Le regaló una pequeña sonrisa cuando la chica volvió a mirarle a los ojos.

Jamia- ¡Ay, Frank! No sabes cuánto me alegra escuchar eso de tu boca. -Y sin poder evitarlo se lanzó a sus brazos, pillando a Iero desprevenido, pero terminó por corresponderle el abrazo igual- Por cierto, ¡me alegro muchísimo de lo de tu grupo! Fue lo que siempre quisiste. -Lo ultimo lo dijo con un deje de nostalgia.

F- Sí. No podría ser más feliz. -Por un momento se quedó absorto en sus pensamientos, reflexionando sobre si era cierto lo que acababa de decirle- Gracias, Jam.

A la chica le brillaron de forma extraña los ojos al escucharle llamarla así de nuevo después de tanto tiempo y tantos problemas.
Estaba alegre por hacer las paces por fin con Frank, pero a la vez una idea que la beneficiaría mucho si salía como esperaba, apareció en su cabeza.

No era nada nuevo el hecho de que Jamia solo pensaba en ella y era muy buena mentirosa y eso le facilitaría las cosas.

F- ¿Quieres tomar un café y venir al concierto que daremos después? -Jamia aceptó con efusividad.

Parecía que sería fácil conseguirlo...

...


Por fin habían pasado 3 larguísimos años. Gerard había terminado su carrera mucho mejor de lo que esperaba y ya era un graduado más. Sólo le quedaba volver a su amada New Jersey y rehacer su vida allí, buscar un trabajo y tal vez, arreglar determinado problema con alguien... Tonterías, ese alguien estaba de gira, no paraba quieto y algo le decía que seguiría cabreado con él.

Mientras Gerard terminaba de empaquetar sus cosas para abandonar el país en unas horas, y se despedía de Sheila con enorme pesar y tristeza, Frank estaba al otro lado del mundo al teléfono, llamando a uno de sus amigos.

-¿Quién?

F- ¿Pete? Soy Frank.

Pete- ¡Frank! Joder tío, cuánto tiempo. Se te echa de menos, estrellita del rock. -Frank soltó una risilla al otro lado de la línea.

F- Yo también os echo mucho de menos. Sobre todo a ti, cariño.

Hablaban como si no hubiesen perdido el contacto nunca, a pesar de que llevaban casi dos años sin verse ni hablar siquiera.

F- ¿Y qué tal los chicos? ¿Seguís en contacto?

Pete- ¡Por supuesto! Seguimos como antes, solo que sin ti y sin... -Se calló al recordar lo que había pasado con los dos chicos.

F- Ya... -Obvió lo que iba a decir- En fin, te llamaba porque mañana tocamos en Jersey y estáis todos invitados al concierto. Muero de ganas de veros.

Pete- Oh, ¡eso es genial! -De repente dejó de hablar al darse cuenta de algo- Pero... Lo siento, Frank. Gerard llega mañana de Italia y vamos a pasar el día con él...

Frank se quedó mudo por unos segundos antes de volver a hablar. No tenía ni idea de que Gerard volvería ya.

F- Bueno, que vaya si quiere. A mi me la suda lo que haga, pero quiero que VOSOTROS vengáis. -Hizo énfasis en esa palabra.

Pete- Vale, entonces, cuenta con ello.

Frank le dio las indicaciones de lo que debían hacer para pasar gratis y entrar a la zona VIP y después dieron por finalizada la llamada, quedando Pete como el encargado de avisar a los demás.

Iba a ser una noche movidita.

...


Pasadas las 3 de la tarde, Gerard llegaba a Nueva Jersey después de un vuelo interminable, y por fin pudo poner los pies en su ciudad.

Cuando las azafatas anunciaron que ya podían levantarse de sus asientos, recogió la mochila de mano que llevaba, se despidió de la ancianita que había ido sentada a su lado y no había parado de hablarle en todo el viaje de cualquier cosa que se le ocurriese y desembarcó del avión lo más rápido que pudo para dirigirse a la cinta transportadora que le llevaría sus maletas.
Al tenerlas ya en las manos, caminó como pudo arrastrándolas hasta la puerta de salida, pero cuando estaba por llegar, otro cuerpo impactó contra el suyo abrazándolo y dejándolo sin aire.

G- Joder, Mikey, acabo de llegar y ya quieres matarme. -Dijo soltando las maletas y abrazando de vuelta a su hermano.

Mikey- Gee, no sabes cuánto te he echado de menos. -Una lágrima se escapó de su ojo derecho y fue a caer al hombro de su hermano mayor.

G- No, por Dios, no llores. Eres una nena, Michael. -Como respuesta de su hermano recibió un codazo en las costillas y un “idiota”- Perdón. Yo también te he echado de menos, pequeño. Te quiero.

-¡Gerard! ¡Hijo! -Donna llegó en ese momento alejando a Mikey para poder abrazarle ella, más fuerte aún que el medio rubio.

G- Mamá, mamá, déjame respirar. -Donna se alejó un poco y Gerard le dio un sonoro beso en la mejilla- Te extrañé.

Donna- Yo también, cariño. Todos te extrañamos. -Acarició su mejilla- Venga, vamos a casa.

Gerard asintió emocionado. Moría de ganas de regresar a su casa, a su habitación.
Entre él y Mikey arrastraron las maletas hasta el coche y las metieron en el maletero. Se sentaron cada uno en su lugar, siendo Donna la que conducía, y se dirigieron a casa mientras Gerard les contaba a su familia cosas sobre los largos años en el extranjero.

Todos esos años que había estado fuera habían estado sin verse ni una sola vez en persona, ya que Gerard no tenía el dinero suficiente para viajar, su hermano tampoco y Donna trabajaba casi siempre. Así que había muchas cosas que contar.

Gerard pasó el resto del día colocando las cosas en su antigua habitación, reordenando todo, dando los regalos que había traído para su madre y su hermano, y estuvo un rato hablando con Sheila por el ordenador, contándole que había llegado bien y demás.
A pesar de que nunca tuvieron una relación de verdad, ya la echaba de manos.

Cuando dieron las 7 de la tarde, el timbre de la casa sonó pero nadie parecía haberlo escuchado. Llamaron un par de veces con insistencia y entonces Gerard, pensando que estaba solo en casa, bajó rápido las escaleras para abrir él, encontrándose con su hermano tumbado en el sillón mirando la televisión.

G- ¿No escuchas el timbre?

Mikey- Seguro que no es para mi. -Respondió haciéndose el desentendido. Gerard bufó y abrió la puerta.

Antes de poder decir nada, un montón de brazos lo estrujaron con fuerza a la vez que gritaban de alegría por verle de nuevo y le decían con palabras lo felices que estaban por tenerle de vuelta.

G- Ey, ey, ey. Vais a acabar conmigo y aún tenemos muchas cosas que contarnos. -Se soltó de los brazos que eran su prisión y se alejó un poco colocando sus ropas.

Mikey- Te dije que no era para mí. Ya sabía que eran ellos. -Mikey apareció sonriendo detrás de su hermano y los saludó con un movimiento de cabeza.

Ray- Gerard, ¡tenemos que celebrar que estás aquí por fin!

Bill- Sí, así que vámonos. ¡Ya!

Gerard- Esperadme 15 minutos y vengo. -Los chicos aceptaron y se quedaron en la puerta con Mikey charlando y fumando sentados en los escalones.

Way mayor subió corriendo a su cuarto, se dio la ducha más rápida de su vida, se puso un pantalón muy apretado, botas, una camiseta y su chaqueta de cuero, todo de color negro, contrastando con su color de piel casi blanco, a pesar de acabar de regresar de un país donde el sol daba con fuerza.

G- Bueno, ¿y dónde me vais a llevar? -Preguntó cuando salió de casa y llegó donde le esperaban sus amigos.

Pete- Vamos a ir a ver un concierto. -Respondió mientras echaba el humo tranquilamente mirando la nada.

G- ¿Un concierto? ¿De quién? -Se emocionó con el plan.

Mikey- De... LeATHERMOUTH. -Todos los ojos se clavaron en la figura del recién llegado.

G- Oh. Qué bien. Me gusta su música. -Comentó ignorando sus miradas y sonriendo.

Se repartieron en dos coches e iniciaron el camino hasta el lugar donde se daría el concierto. Aparcaron y entre bromas e historias de Gerard en Italia, llegaron a la puerta trasera, la que les había dicho Frank.
Allí, dos grandes hombres vigilaban que nadie se colase en el lugar. Pete pasó delante y les dijo lo que Iero le había explicado, y enseguida pasaron sin problemas, dirigidos por uno de ellos hasta la zona VIP, en uno de los laterales del escenario.

Pidieron unas copas para tomar mientras duraba el concierto y se sentaron en los sillones que había a esperar a que la banda saliese al escenario.

Aunque intentaba disimularlo, Gerard estaba muerto de nervios por volver a ver a Frank después de esos años. Pensaba en cómo se vería en persona, pues solo lo había visto en revistas y algún que otro vídeo en Internet, si seguiría sintiendo algo por él, si aún estaría enfadado... Tenía miles de preguntas rondando su cabeza cuando sintió que unos fotos iluminaron levemente el escenario y los chicos de la banda salían de uno en uno, situándose en sus lugares.

El grupo de amigos se levantó dejando sus bebidas sobre la mesa y gritaron y jalearon al grupo, en especial a Frank, el cual parecía totalmente centrado en lo que iba a hacer.

El concierto comenzó y LeATHERMOUTH tocó canción tras canción, dándolo todo sobre la plataforma sin descanso, parando sólo en los momentos en los cuales Frank interactuaba con su público, que se entregaba de la misma forma que los músicos.

De repente, Frank se volteó quedando de frente a un lado. Exactamente, hacia el lado en el que ellos observaban. Sonrió totalmente feliz de ver a sus amigos de nuevo, pero su rostro se deformó cuando sus ojos toparon con los de Gerard.





Continuará...



________________




¿Qué tal irá el reencuentro?
¿Correrán a sus brazos?
¿Se ignorarán?
¿Se darán de ostias?

7 comentarios:

  1. ¿TE HE DICHO ALGUNA VEZ QUE AMO TUS CAPÍTULOS?
    Este es, sinceramente, el mejor de todos, tan *-*
    Y largo, me encantan los caps largos :'D
    Por favor, te ruego que Frank no haya sido tan tonto y tenga ahora una relación con la mentirosa de Jamia... Por favor, no ;_;
    Ya verás... Frank se va a enfadar cuando le vea, y Gerard se defenderá...
    Ay dios mío T_T
    En fin, sube pronto, son demasiado buenos, y te dejan con la intriga *w*
    En conclusión, que es el mejor fic que he leído, ninguno me había picado más, me encanta JAHSDFKLJHASDFA. e.e
    Sigue así <3
    Att: Jones Armstrong

    ResponderEliminar
  2. AMO TU BLOG ENSERIO!!! y me alegra de que alargases este capítulo para recompensar lo cortito que fue el otro :D
    Sinceramente me has sacado una sonrisa de oreja a oreja cuando Mikey, y después Donna, abrazan a Gee... me lo he imaginado y ha sido tan... cálido :)
    Sinceramente, creo que se ignorarán o Frank le hará un gesto con la cabeza xD! por favor que no se peguen o que si se pegan se rocen sus labios *0* que cursi jajajaj
    GRAN FIC! :D

    ResponderEliminar
  3. Joder, que directa...
    ¿Se darán de ostias?
    LOL
    Me encaaaaaaaaaaantaaaaaaaaa*-*

    ResponderEliminar
  4. ME MUERO... NO, ¡MÁTAME! KJASKSAJKSA *-*
    Amm, Tal vez se darán duro *Cof, cof* :3

    ResponderEliminar
  5. Pero por qué pones esas preguntas al final? D: No te das cuenta de que me matan? D:
    Qué alegría que llegue Gee *-------------------*
    (Por saber qué va a pasar con Frank más que nada xDDD)
    Y por favooooooooor que la imbécil de Jamia no se me ta en medio T.T No quiero que haga sufrir más al enano u.u
    Todo genial *3* Me encantó el "no es para mí" de Mikey cuando sonó la puerta XDDDDD
    Pero quiero saber qué va a pasaaaaaaaaaaaaaaaaar! >.<
    Quiero que corran a sus brazos, pero también quiero que se ignoren y que se den de ostias D:
    lo quiero todo porque de ahí puedes sacar cualquier cosa, y cualquiera puede ser intrigante e interesante.
    Que eres una fenómena, vamos XDDD Es imposible saber lo que va a pasar D: Y por eso te odio, pero te quiero a la vez .___.

    ResponderEliminar
  6. madre miaaa!!! lo primero, gran cpaitulo!! jajajaja
    el reencuentro va a ser una tnsion continua!! correra a por sus amigos y no se k pasara entre ellos, igual se pegan, igual lloran, igual gee sale corriendo... viniendo de ti, cualkier cosa! siempre me dejas sorprendida!! lo espero pronto!! tequiero!

    ResponderEliminar
  7. (@xXxHellChaos)
    Bueeeeeno no me equivoque del todo eh xDD?
    Ya no me acordaba que gerard solo estaria en italia por tres años, era obvio que luego volveria, pero en lo de que iria a algun concierto de leathermouth no me equivoque xD aunque no sea la razon de su regreso

    ¿Qué tal irá el reencuentro?
    ¿Correrán a sus brazos?
    ¿Se ignorarán?
    .
    .
    .
    "¿Se darán de ostias?"

    Eso me mató de risa, en serio XDDDD

    ResponderEliminar